domingo, 15 de enero de 2017

JM Álvarez: Otro detalle de la "democracia" occidental

JM Álvarez: Otro detalle de la "democracia" occidental:
Vanessa Beeley es una periodista británica experta en Oriente Medio. Denunció que durante el cerco terrorista del EI-CIA a Alepo hace 4 años, unas  600.000 personas se trasladaron del este a oeste de la ciudad controlada por el Ejército sirio para salvar sus vidas.También manifestó desde el principio que los Cascos Blancos, financiados por Occidente, eran terroristas de la peor calaña.

Por supuesto en cuanto dices la verdad y te enfrentas al orden "democrático" establecido...

jueves, 12 de enero de 2017

JM Álvarez: Dicen que estabilizó al país económicamente

JM Álvarez: Dicen que estabilizó al país económicamente:
Además de bombas y asesinatos fuera de EE.UU. (ojo, también dentro: mil negros muertos por la policía el año pasado) ¿qué otras cosas le deja Obama a su país?

JM Álvarez: El presidente "bueno" y el presidente "malo"

JM Álvarez: El presidente "bueno" y el presidente "malo"
Por Manlio Dinucci (Red Voltaire)

Barack Obama fue designado "santo súbito", o sea “santo de inmediato”: en cuanto entró en la Casa Blanca, en 2009, se le entregó a título preventivo el Premio Nobel de la Paz por "sus extraordinarios esfuerzos por fortalecer la diplomacia internacional y la cooperación entre los pueblos". Eso fue mientras su administración ya preparaba en secreto, a través de la secretaria de Estado Hillary Clinton, la guerra que 2 años más tarde destruiría el Estado libio, guerra que se extendería después a Siria e Irak mediante los grupos terroristas, instrumentos de la estrategia de Estados Unidos y la OTAN.

Donald Trump, por el contrario, ha sido demonizado de inmediato, incluso antes de entrar en la Casa Blanca. Lo acusan de usurpar el puesto destinado a Hillary Clinton, gracias a una operación maléfica ordenada por el presidente ruso Vladimir Putin. Las “pruebas” vienen de la CIA, incuestionablemente experta en materia de infiltraciones y golpes de Estado. Basta con recordar sus operaciones destinadas a provocar guerras contra Vietnam, Cambodia, Líbano, Somalia, Irak, Yugoslavia, Afganistán, Libia y Siria; o sus golpes de Estado en Indonesia, Salvador, Brasil, Chile, Argentina y Grecia. Y sus consecuencias: millones de personas encarceladas, torturadas y asesinadas; millones de personas desplazadas de sus tierras, convertidas en refugiados, víctimas de una verdadera trata de esclavos. Y sobre todo las mujeres, adolescentes y niñas sometidas a la esclavitud, violadas, obligadas a ejercer la prostitución.

Habría que recordar todo eso a quienes, en Estados Unidos y en Europa, organizan el 21 de enero la Marcha de las Mujeres para defender precisamente esa paridad de género conquistada en duras luchas y constantemente cuestionada por posiciones sexistas, como las que expresa Trump. Pero no es por esa razón que se apunta con el dedo a Trump en una campaña sin precedente en el proceso de transmisión del poder en la Casa Blanca. El hecho es que, en esta ocasión, los perdedores se niegan a reconocer la legitimidad del presidente electo y están implementando un impeachment preventivo. Donald Trump está siendo presentado como una especie de Manchurian Candidate que, infiltrado en la Casa Blanca, estaría bajo el control de Putin, enemigo de Estados Unidos.

Los estrategas neoconservadores, artífices de esta campaña, tratan de impedir así un cambio de rumbo en la relación de Estados Unidos con Rusia, que la administración Obama ha retrotraído a los tiempos de la guerra fría. Trump es un «trader» que, aunque sigue basando la política estadounidense en la fuerza militar, tiene intenciones de abrir una negociación con Rusia, probablemente para debilitar la alianza entre Moscú y Pekín.

En Europa, quienes temen que se produzca una disminución de la tensión con Rusia son ante todo los dirigentes de la OTAN, que han ganado importancia gracias a la escalada militar de la nueva guerra fría, y los grupos que detentan el poder en los países del este –principalmente en Ucrania, en Polonia y en los países bálticos– que apuestan por la hostilidad anti-rusa para obtener mayor respaldo militar y económico de parte de la OTAN y la Unión Europea.

En ese contexto, no es posible dejar de mencionar, en las manifestaciones del 21 de enero, las responsabilidades de quienes han transformado Europa en la primera línea del enfrentamiento, incluso nuclear, con Rusia.

Tendríamos que salir a la calle, ciertamente, pero no como súbditos estadounidenses que rechazan a un presidente “malo” sino exigiendo uno “bueno”, para liberarnos de lo que nos ata a Estados Unidos, país que –sin importar quién sea su presidente– ejerce su influencia sobre Europa a través de la OTAN. Tendríamos que manifestar, pero para salirnos de esa alianza guerrerista, para exigir la retirada del armamento nuclear que Estados Unidos tiene almacenado en nuestros países.

Tendríamos que manifestar para tener derecho a opinar, como ciudadanas y ciudadanos, sobre las opciones en materia de política exterior que, indisolublemente ligadas a las opciones económicas y políticas internas, determinan nuestras condiciones de vida y nuestro futuro.

domingo, 8 de enero de 2017

InfoCom: 'Inteligencia' y 'Hackeo' (II)

InfoCom: 'Inteligencia' y 'Hackeo' (II)

Por Orestes Martí

Como ya comentamos anteriormente (1) profundos conocedores y autoridades relacionadas con las técnicas del "hackeo", la protección de datos y la obtención de información "filtrada" en su momento pusieron en tela de juicio el posicionamiento de la "inteligencia" yanki, principal aunque no únicamente debido a que el informe dado a conocer no aportó pruebas concretas de lo que afirmaba ignorando además (o no teniendo respuestas lógicas para) las informaciones ofrecidas por WikiLeaks, según las cuales ese portal habría publicado los correos electrónicos del Partido Demócrata gracias a un intermediario.

Ha tocado el turno ahora a "expertos" en otras materias, como diplomáticos, activistas sociales y periodistas; en este sentido, el activista Juan José Gutiérrez declaró para la cadena rusa RT que "quieren probar algo sin que existan pruebas creíbles de que así fue que sucedió",para él "las agencias de Inteligencia de EE.UU. han montado una farsa" (2). Por su parte, el ex embajador del Reino Unido en Uzbekistán y activista de WikiLeaks, Craig Murray en una entrevista a RT, calificó el informe de Inteligencia de "hilarante" y "carente de pruebas" (3). Según la cadena rusa: ".... Murray aseguró en una entrevista para RT que el informe publicado este viernes por la Inteligencia de EE.UU. sobre los supuestos 'hackeos' de Rusia durante la elecciones presidenciales estadounidenses de 2016, es ´hilarante´ y ´carente de evidencia´ y añadió que el documento no contiene ninguna prueba concreta porque ´las afirmaciones que hace se basan en material falso´. ´Parece una burla de lo que hemos tenido: semanas y semanas de afirmaciones sin pruebas. Carece tanto de pruebas que pensé que se trataba de una broma´ ..... Murray considera que el documento contiene ´ afirmaciones ilógicas construidas sobre nada´ y pone como ejemplo los cuestionamientos que plantea sobre el presidente ruso, Vladímir Putin. En ellos se afirma que el mandatario podría haber ordenado los ataques cibernéticos, pero no se asegura si ocurrieron realmente o no y solo señalan que, ´si estos sucedieron, debió de ordenarlos [Putin]´.... Por otra parte, el exembajador criticó la manera en que los servicios de Inteligencia se enfocaron en culpar a RT, convirtiendo al canal en la pieza central de los supuestos esfuerzos de Rusia para socavar la democracia estadounidense. ´[El informe] hace parecer ilegítimo e incorrecto a cualquier medio de comunicación que transmita información que vaya en contra de los deseos del Gobierno de EE.UU.´, .... Finalmente el activista desaprobó la posición de los medios estadounidenses por aceptar el informe sin criticarlo ni poner en duda su veracidad, subrayando que la tendencia actual de aceptar información sin cuestionarla ni investigarla es ´extremadamente preocupante´ ".

Para el periodista de Prensa Latina Antonio Rondón "La acusación de la inteligencia estadounidense contra Rusia por supuesta interferencia en el sistema político norteamericano parece situar hoy al límite la hipocresía e impotencia de la administración saliente en la Casa Blanca" (4). Rondón coincide con el planteamiento de Assange, en el sentido de que "Con apenas unos días para hacer algo en la Casa Blanca, el equipo de Barack Obama parece dejar el camino bien empedrado a Trump en el supuesto de que quiera relanzar las relaciones de Washington y Moscú"; pero brinda nuevas aristas en el enfoque sobre las posibles motivaciones y propósitos perseguidos por las acusaciones: "De hecho, la nueva oleada de la campaña antirrusa parece contar con un doble propósito: justificar ante un electorado divido la derrota de Clinton y de paso continuar con los propósitos de demonizar la figura del presidente Vladimir Putin".
Nos parece interesante hacer referencia en este momento al "Tuit" del Presidente electo norteamericano en el que afirmaba que "Tener una buena relación con Rusia es una buena cosa, no una mala cosa. ¡Sólo los 'estúpidos' o los imbéciles pensarán que está mal!" (5).
Nos recuerda el periodista de Prensa Latina que "El propio Trump consideró que la acusación contra Rusia de estar detrás de supuestos ataques cibernéticos contra Estados Unidos es una cacería de bruja que intenta quitar responsabilidades a los culpables de la derrota demócrata en las presidenciales" y que "las acusaciones de Estados Unidos contra Rusia denotan una hipocresía sin límites de Estados Unidos, el país con la mayor red de espionaje y escucha en el orbe, mientras aún ahora aprueba millonarias sumas para influir o desestabilizar la política rusa".

Coincidimos con Rondón en el tema del "doble rasero" norteamericano al referirse a la prensa rusa en los supuestos intentos por perjudicar la figura de la Sra. Clinton; en ese sentido el periodista señala: "respecto a los intentos de los medios de prensa rusos de perjudicar la figura de Clinton, observadores locales recuerdan que una intensa campaña contra Rusia y sus principales dirigentes tiene lugar en la prensa estadounidense en los últimos dos años. En 2011, Occidente orquestó una campaña, a través de una amplia red de organizaciones no gubernamentales, para azuzar protestas masivas antigubernamentales en Moscú, mientras todavía mantiene un suministro de millones de dólares dirigidos a desestabilizar este país. Sin embargo, en los últimos tiempos, la fracasada operación de Estados Unidos para derrocar el gobierno del presidente sirio, Bashar Al Assad, y su reflejo en medios de prensa rusos llevan ahora a la Casa Blanca a frenar su influencia en la audiencia occidental. Ya lo hizo recientemente el Reino Unido con la versión en inglés de Russia Today (RT) al casi prohibir su salida en esa nación", y remata con una aseveración también compartida por nosotros: "La razón fue su supuesta intromisión en la política interna británica, algo que siempre ha hecho la cadena BBC y otros medios de ese país en otras naciones, un papel que ahora se ve amenazado por el aumento de la audiencia de RT como medio alternativo. De hecho, el mismo informe reconoce que en Youtube RT se sitúa como el canal más visitado, con casi 900 millones, por encima de los 700 millones de BBC World, de los 300 millones de la qatarí Al Jazeera en inglés y los 100 millones de la cadena estadounidense CNN. Además, la RT supera a esos medios en número de suscriptores en Youtube, con 450 millones, contra 425 millones de BBC World, 300 millones de Al Jazeera y 125 millones de la CNN"(6).

Y concluye Rondón: "Por ello resultaría poco extraño que la Eurocámara haya solicitado censurar la publicación de lo emitido por RT y la agencia rusa Sputnik, cuando por esa vía se denuncia el apoyo de Occidente a los terroristas en Siria y la paupérrima situación económica de la zona. En 2016, Estados Unidos y varias potencias occidentales lanzaron una campaña mediática como si constituyera un delito hablar de forma favorable sobre Rusia o de la política interior o externa de Putin, quien dio pasos exitosos e inesperados para Occidente en Siria. Pero, a diferencia de Washington o Europa, Moscú nunca llamó a suspender la transmisión aquí de los medios de prensa occidentales. La paciencia rusa continúa, mientras aumenta el desespero en Occidente". Nosotros sugerimos revisar Couso ve “delirante” el informe sobre los medios rusos y advierte de que supone “un ataque frontal al derecho de información” (7)

(1) InfoCom: "Inteligencia" y "Hackeo" (I)
http://www.auto-hermes-sxxi.net/arte-InfoCom-Inteligencia-Hackeo.htm
(2) "Las agencias de Inteligencia de EE.UU. han montado una farsa"
https://actualidad.rt.com/video/227893-agencias-inteligencia-eeuu-montado-farsa
(3) Exembajador británico sobre informe de Inteligencia de EE.UU.: "Creí que se trataba de una broma"
https://actualidad.rt.com/actualidad/227908-wikileaks-medios-favor-clinton-defienden-hackeo-ruso
(4)  Rusia-EE.UU.: la hipocresía sin límites Por Antonio Rondón García
http://www.prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=55102&SEO=rusia-ee.uu.-la-hipocresia-sin-limites
(5) Donald Trump: "Trabajaremos con Rusia para resolver los problemas del mundo"
http://larepublica.pe/mundo/america/837597-donald-trump-solo-los-estupidos-pensaran-que-esta-mal-acercarse-rusia
(6) La última información disponible lo sitúa en 4 mil millones de visitas. La cifras correspondientes a números de suscriptores no indican la fuente, pero no nos parecen correctas.
(7) Couso ve “delirante” el informe sobre los medios rusos y advierte de que supone “un ataque frontal al derecho de información”
http://iueuropa.org/2016/11/22/couso-ve-delirante-el-informe-sobre-los-medios-rusos-y-advierte-de-que-supone-un-ataque-frontal-al-derecho-de-informacion/

jueves, 5 de enero de 2017

Cómo es vivir en una ciudad siria sitiada: "Niños mueren de hambre y hay...

JM Álvarez: Contrapunteo entre Alepo y Mosul: una historia dif...

JM Álvarez: Contrapunteo entre Alepo y Mosul: una historia diferenciada
Por Luis Manuel Arce

Alepo, en Siria, está a 535 kilómetros al oeste de Mosul, en Iraq, en ruta aérea directa, y 610 km por carretera; tienen de parecido que en ambas se respira una atmósfera contaminada por la pólvora y el olor a sangre descompuesta.

En una y otra hay cientos de cráteres de bombas, escombros de antiguas o modernas construcciones, montañas de casquillos vacíos de obuses y fusiles cuyas cargas explosivas ya cumplieron su función de guerra, palabra muy recurrida para encubrir y justificar crímenes de toda laya y que quienes la usan en política procuran despojarla de sus acepciones de horror, muerte y dolor.

Otro denominador común, aunque ya pretérito para el caso de Alepo, es que en ambas el Estado Islámico, Daesh -o como se le guste llamar a las fuerzas terroristas desbordadas no por valores propios ideológicos, religiosos o financieros sino por el apoyo recibido de los verdaderos poderosos-, pretendió inscribir a esa ficción en los libros de bautizo con nombre y apellidos, rostro, sede, capital, territorio, propiedades, soberanía y hasta un líder público con una mesnada y demás atributos necesarios para actuar como aglutinador del mundo musulmán yihaidista más tenebroso y conservador.

Hay otra coincidencia real entre Alepo y Mosul: sus trincheras fueron cavadas por el mismo zapador del Desh y sus aliados con un propósito de unir en un solo territorio ambas ciudades para balcanizar a Siria y esa parte de Irak con el fin de crear un Estado tapón artificial, debilitar el gobierno de Bashar al Assad y crear  el ámbito para fabricar un régimen afín a Occidente.

Pero en esos 535 kilómetros que separan a Alepo de Mosul las contradicciones son tantas y tan adversas que convierten en un imposible histórico reunir bajo un mismo cielo en la misma área y con un conductor como el Daesh u otros afines a Israel y Estados Unidos, a tantas fuerzas divergentes de las que los clanes kurdos, ya sean de Iraq, Siria, Irán o Turquía, son solo una parte de ellas, aunque muy importantes.

Esas perspectivas idílicas marcan la primera y más profunda diferencia entre lo que ocurre en Alepo y Mosul, pues mientras en la ciudad siria estaba bien identificado el Daesh como enemigo a derrotar frente a los rebeldes con quienes era posible negociar, en la iraquí el Estado Islámico seguía siendo una carta de triunfo de Israel y Occidente, y en ese sentido no era un enemigo común de Rusia, Siria y Estados Unidos y sus aliados, sino una conjunción circunstancial.

Si alguna duda quedaba al respecto, ya en sus días finales en la Casa Blanca el presidente Barack Obama deja ver mejor su juego tramposo al adoptar una posición muy negativa ante los esfuerzos de Rusia, Irán y Turquía de mediar un acuerdo de paz después de adoptar una declaración que estableció los principios a los que debía adherirse cualquier pacto.

A contrapelo de la historia, Estados Unidos anunció que reduciría algunas restricciones sobre los suministros de armas para rebeldes sirios, lo cual fue interpretado por Moscú como un "acto hostil" que amenaza la seguridad de sus aviones y personal militar en Alepo y otros teatros de batalla, y le advirtió a la Casa Blanca que esa decisión era riesgosa.

De forma parecida asumen el aviso de la Casa Blanca Irán y Turquía.

Como una derivación de esta primera gran diferencia entre Alepo y Mosul, está otra de suma importancia: la que marca los tonos de la acción militar en esos dos escenarios.

Mientras la ofensiva de Siria y Rusia fue muy clara en su objetivo de liberar Alepo y expulsar las fuerzas del Daesh en tanto se mantenían los esfuerzos negociadores con los rebeldes para un cese el fuego duradero que condujera a la paz nacional, en Mosul la coalición militar que lidera Estados Unidos avanzaba muy lentamente y los propósitos de la Operación Escudo del Éufrates no eran percibidos de manera clara ni siquiera por el gobierno iraquí.

El trasfondo del atraso en la reconquista de Mosul lo pusieron de relieve el presidente de Turquía, Recep Tayyib Erdogan, y el primer ministro iraquí, Haidel al Abadi.

Erdogan anunció que tenía pruebas de que la coalición apoya a grupos terroristas como el Estado Islámico en Siria y a determinados grupos kurdos, y aseguró que poseía al respecto fotografías y videos, al tiempo que denunció que las fuerzas de la coalición internacional no cumplen sus promesas y por ello no se esfuerzan de manera adecuada para eliminar la amenaza del EI.

Al Abadi, por su parte, confirmó de hecho que el objetivo de Estados Unidos en Mosul era mantener en Iraq una presencia militar fuerte después de la expulsión –si se consigue- del EI, al anunciar que ninguna presencia militar extranjera será tolerada en el país después de la liberación del enclave, contrario a lo que había declarado el secretario de Defensa de EE.UU. Ashton Carter.

“Una vez que la operación para la liberación de Mosul termine, ninguna fuerza extranjera tendrá el derecho a permanecer estacionada en suelo iraquí”, dijo textualmente el primer ministro en respuesta a la declaración de Carter de que “el Ejército norteamericano y sus socios internacionales tienen necesidad de continuar en Iraq, incluso después de la derrota del EI en Mosul”.

Esta situación muestra otra diferencia entre lo que ocurrió en Alepo donde hubo una perfecta coordinación entre los militares rusos con los sirios, lo cual fue fundamental en la victoria militar sobre el Daesh y la diplomática al conseguir que los rebeldes aceptaran un acuerdo del cese el fuego a pesar de la quinta columna introducida por Estados Unidos para abortarlo.

En cambio, las discrepancias y descoordinaciones en Mosul entre las tropas de voluntarios de Iraq (Hashid al Shaabi) han sido casi escandalosas porque de alguna manera han obstaculizado la tercera fase de las operaciones militares en el oeste cuyo objetivo declarado es ayudar a las fuerzas militares conjuntas a tomar el control de las áreas que quedan en poder del EI, y mantener cortadas las rutas de suministro desde Mosul a Raqqa.

Pero Abadi admitió que EE.UU. lo está presionando para que impida al Hashid al Shaabi realizar más avances en el lado oeste de Mosul, incluyendo Tal Afar. Parece que se abre paso la tesis de que a Washington no le conviene la toma de Mosul porque podría suponer una derrota de su plan para la división de Iraq en favor también de Israel y un cambio en la correlación de fuerzas en Siria, donde el terrorismo se verá más debilitado aún si el Daesh es desalojado y se queda sin una retaguardia segura.

Es un panorama completamente diferente al de Alepo, y a solo unos días de cambio de inquilino en la Casa Blanca lo más lógico es que el equipo de asesores y especialistas en la zona delm nuevo Presidente, ya tenga elaborada una estrategia propia para Iraq, Siria, Turquía e Irán al respecto.

No sería extraño un cambio radical de estrategia si se toma en cuenta que en Iraq los estadounidenses han sido superados por el giro que toman los acontecimientos por el rápido avance de las tropas y milicias iraquíes en su guerra contra el EI estimulados por los acontecimientos en Alepo, y no parece que sea sostenible la errática política de Barack Obama de multiplicar sabotajes y el suministro de armas a los terroristas de EI en Mosul como han denunciado voceros de Hashid al Shaabi.

La conformación de un gobierno petrolero, como podría sintetizarse el equipo de multimillonarios que acompañará a Donald J. Trump en la Casa Blanca, el Pentágono, la Secretaría de Estado, Comercio y Medio Ambiente, puede deparar sorpresas en cuanto a la forma de intentar dominar la rica y extensa zona de hidrocarburos que  ni el clan de los Bush, ni Obama, pudieron lograr por la vía militar y la destrucción de ciudades que provocó el éxodo masivo que ha puesto a temblar a Europa.

Es bueno recordar que en el caso sirio han sido firmados tres documentos: el primero entre el gobierno y la oposición armada sobre el cese del fuego para el conjunto del territorio de Siria. El segundo sobre la puesta en marcha de medidas para controlar el respeto de la tregua, y el tercero una declaración de la voluntad de las partes de empezar negociaciones para una solución.

El ministro de Exteriores de Rusia, Sergei Lavrov, dijo que Estados Unidos podría unirse al proceso de paz una vez que el presidente electo Donald Trump asuma el cargo el 20 de enero. Esa es una oportunidad de oro que merece ser tomada en cuenta. 

Moscú y Damasco han extendido también la invitación a Egipto, Arabia Saudita, Qatar, Iraq, Jordania y Naciones Unidas con la idea de acabar definitivamente la pesadilla siria que comenzó cuando un levantamiento pacífico fue transformado intencionalmente en violencia en 2011.

Desde entonces ha causado más de 300.000 muertes y el desplazamiento de más de 11 millones de personas, la mitad de la población del país antes de la guerra, y una destrucción sin precedentes de casi todo el rico y milenario patrimonio material de esa nación.

Ojalá que este derramamiento de sangre no haya sido inútil y que como mínimo termine –como sueña mi amigo panameño Guillermo Castro- en la creación de un Kurdistán independiente  y de un Estado palestino con todas las de la ley, un Iraq sosegado y dueño de sus riquezas, y un regreso de Siria a lo que siempre fue.

En Siria e Iraq se demuestra, como también señala mi amigo, que “las viejas y nuevas potencias coloniales de la región - Gran Bretaña, Francia y Estados Unidos - han venido administrando un proceso de descomposición, y esto a fin de cuentas no puede producir otro resultado que la generalización de lo administrado. "La hora de los resultados será de los pueblos, o no será”.