Golpe en Turquía o para qué Rusia desveló a Erdogan los planes del mismo
La semana
pasada resultó ser excepcionalmente rica en noticias políticas. Primero
el atentado en Niza y la tarde siguiente el intento de tomar el poder en
Turquía. Seguidamente vimos la embestida terrorista “a la turca” en
Ereván, seguida del ataque contra policías en Alma-Atá. Y si en el caso
de los trágicos acontecimientos en la capital sureña de Kazajistán está
todo más o menos claro y es algo sobre lo que hemos hablado y escrito en
numerosas ocasiones, la desestabilización de un miembro de la OTSC
(Organización del Tratado de Seguridad Colectiva)y de la Unión
Euroasiática como es Armenia es también bastante transparente.
Mientras que la situación en Turquía lleva varios días siendo interpretada por los analistas de la forma más diversa.
En esta
situación quisiera arrojar algo de luz sobre los acontecimientos
acaecidos en Ankara, Estambul y otras ciudades de nuestro vecino del
sur.
Comencemos
por la historia. Por la historia de los golpes de Estado en Turquía.
Allí la tradición es que sean llevados a cabo por las Fuerzas Armadas.
Los militares en el actual estado turco, cuyo fundador fue Kemal
Atatürk, son los garantes de su laicidad, integridad y estabilidad. Y
cuando desde su punto de vista, algo amenaza a esa laicidad, integridad y
estabilidad, se abrogan la iniciativa de restablecer el, en su opinión,
equilibrio perdido.
Durante el
tiempo transcurrido desde el fin de la Segunda Guerra Mundial en Turquía
se produjeron cuatro golpes de Estado: 1960, 1971, 1980 y 1997.Detrás
de todos estos golpes en Turquía siempre estuvieron los EE.UU. En el
primero de 1960 el objetivo era impedir el acercamiento con la Unión
Soviética, cuando los propios EE.UU. les habían cortado la línea de
crédito y el entonces primer ministro Adnan Menderes planeaba visitar
Moscú para obtener una fuente alternativa de crédito y de ayuda
económica. Pero el poder fue tomado por los militares y el destino de
los políticos que deseaban entablar amistad con los rusos resultó
bastante triste. El ministro del Interior Namik Gedik…se suicidó durante
su detención en la academia militar turca, algo que recuerda bastante
al futuro destino del ministro del Interior de la URSS, Borís Pugo,
quien se pegara un tiro tras la “victoria de la democracia” en el Moscú
de agosto del 91. El presidente Jelal Bayar, el primer ministro Adnan
Menderes y otros varios miembros del gobierno fueron llevados a los
tribunales. A los políticos se les acusó de traición a la patria,
malversación de fondos públicos y violación de la Constitución. Tras lo
cual tres (el primer ministro, el de finanzas y exteriores) fueron
ejecutados el 16 de septiembre de 1961.
El golpe de
1972 recordó en cierta medida al golpe de Pinochet en Chile, que se
produjo un poco más tarde en el 73, y tras el cual también estuvo la
CIA. El objetivo era detener el giro a la izquierda y la llegada al
poder de fuerzas que simpatizasen con los valores socialistas. Los
golpes de Estado del 80 y 97 también estuvieron auspiciados por los
EE.UU.
Es algo facialmente demostrable. Solo hay que hacerse una serie de preguntas lógicas.
¿Qué es un golpe de Estado? La toma del poder de manera ilegal.
¿Con qué
objetivo se llevan a cabo los golpes de Estado? Con el fin de variar la
política interior y exterior del Estado (Ucrania es un ejemplo perfecto
de ello).
¿Varió la
política exterior de Turquía con la llegada al poder de los militares?
No, Turquía era un fiel vasallo de los EE.UU., no hubo ningún cambio en
su orientación proamericana, al contrario, los intentos de desviarse de
ese curso eran duramente reprimidos. Mientras que las políticas internas
se endurecían, se apretaban todavía más las tuercas.
De modo que
como hemos visto, los EE.UU. han participado en la toma del poder por
parte de los militares turcos, bendiciendo los golpes y legitimando sus
resultados reconociendo a los golpistas. Por si no fuera suficiente, los
golpes de Estado hace tiempo que se han convertido en un medio de
“corrección” de la política de Turquía por parte de los estadounidenses.
Siempre hacia el lado que interesaba a los EE.UU. claro está.
Dejando
claro este aspecto, en el que como vemos, detrás de todos los golpes
militares en Turquía están los EE.UU. analicemos ahora de lleno lo que
está ocurriendo.
En otra
cosa no será, pero en lo que respecta a golpes de Estado, los militares
turcos de experiencia van sobrados. Pueden enseñar a quien sea: En la
academia, desde la teta materna, les inculcan que son precisamente ellos
los garantes de la estabilidad y laicidad. Nunca los militares habían
cometido ningún fallo a la hora de tomar el poder en Turquía. En las
cuatro anteriores ocasiones derrocaron al gobierno tranquilamente. Pero
en esta ocasión no lo consiguieron.
¿Cuál es el motivo del fracaso del golpe de Estado en Turquía en el 2016?
¿Pudiera
ser que los militares obrasen de modo equivocado, que hubiesen olvidado
sus propios planes, éxitos anteriores y demás croquis?
Es este un
momento muy importante a tener en cuenta. En un análisis frio de la
acción de los golpistas, observamos que han actuado con la misma
diligencia que sus antecesores. Como si siguieran el manual de “Ilich”,
teléfono, telégrafo, puentes. Como pudimos ver los puentes sobre el
Bósforo fueron bloqueados por los militares. Por la televisión se leyó
el comunicado sobre la toma del poder, mientras que el propio Erdogan
salió al aire a través de su teléfono. Además de eso, los militares
atacaron el parlamento y las instituciones militares clave, como la sede
del Estado Mayor.
Todo como está establecido, todo como debe hacerse, todo como hicieron anteriormente.
Tampoco olvidaron los golpistas capturar al propio Erdogan, aunque la cosa quedo en intento.
Como en
intento quedó el propio golpe. Pero nada tuvo que ver que Erdogan
salvase la vida y quedase libre: Yanukovich también salvó la vida,
también estaba libre, pero ello no impidió que siguiese la ejecución del
golpe de Estado.
¿Por qué? Porque los golpistas en Turquía encontraron resistencia, mientras que los golpistas en Ucrania no la encontraron.
El golpe
militar fracasó en Turquía porque no fue repentino. Erdogan estaba
preparado para repelerlo, mientras que Yanukovich confió en los
emisarios occidentales y entregó el poder sin prepararse en modo alguno
para defenderlo.
Para
entender lo sucedido en Turquía en 2016 deberíamos recordar unas páginas
poco conocidas de nuestra propia historia. URSS, 1927. En el décimo
aniversario de la revolución de Octubre, los trotskistas intentaron la
toma del poder. El objetivo de esta poco conocida acción de la “Guardia
de Lenin”, fue el siguiente: aprovechando la manifestación festiva del 7
de noviembre, se trataba de que unos destacamentos de combate
preparados especialmente para la ocasión tomaran la sede de telégrafos y
arrestasen a Stalin y su entorno. Conociendo de antemano esos planes,
Stalin tomó las medidas que condujeron al completo fiasco del golpe. El
propio líder y su entorno se retiraron previamente al Kremlin, donde
estaban protegidos por su guardia de confianza, mientras que los
edificios más importantes estaban tomados por destacamentos de
chequistas fieles, que estaban atrincherados en su interior.
Así, cuando
el 7 de noviembre de 1927 los sublevados irrumpieron en las estancias
de los dirigentes, no encontraron allí a nadie. Y cuando intentaron
tomas al asalto los demás edificios importantes ya no pudieron
conseguirlo. No pudieron controlar ni telégrafos, ni telefónica ni las
estaciones. Stalin conocía igual de bien que Trotski las lecciones de
Lenin sobre la toma del poder. Como resultado los golpistas se vieron en
la calle, donde las masas de trabajadores marchaban a celebrar el “día
rojo” del calendario. Los intentos de alzar una revuelta mediante las
arengas a los manifestantes en la Plaza Roja y en otros lugares
fracasaron. Y con ello fracasó el propio golpe.
¿Por qué conociendo que se estaba preparando un golpe Stalin dejó que se produjera, que “reventase el absceso”?
Para
demostrar a todo el partido la realidad de la amenaza y solo después
comenzar la purga. De no mediar la intentona de golpe, para la
militancia la expulsión de Trotski del partido hubiera sido una muestra
de tiranía, un ajuste de cuentas con aquellos con los que Stalin tenía
“diferencias”. Pero pueden existir distintos modos de ver las cosa,
¿para qué expulsar y arrestar a los compañeros de partido? Después de
todo Lev Davidovich era el compañero de lucha más próximo a Lenin, el
fundador del Ejército Rojo. Stalin pasó por el filo de la navaja,
demostrando el verdadero rostro de la oposición, y el partido le siguió.
En noviembre del 27 Trotski fue expulsado del partido y posteriormente
deportado de Moscú a Alma-Atá y luego a… Turquía.
Algo
parecido ha ocurrido este julio de 2016 en Turquía. El golpe fracasa
porque Erdogan sabía con antelación lo que iban a hacer los golpistas y
pudo contrarrestar sus planes: Prácticamente ninguno de los edificios
desde donde se podría haber informado de la toma del poder (parlamento,
etc), fue ocupado. Los golpistas que llegaron a asaltarlos encontraron
resistencia armada. Además de un nivel de preparación tal que tuvieron
que recurrir a la intimidación e incluso bombardear la sede
parlamentaria. Hubo una resistencia feroz, de ahí el elevado número de
víctimas durante el golpe. En Turquía nunca nada semejante había
ocurrido antes. Los militares salían de sus cuarteles y tomaban el
poder, y el “poder” no se resistía.
Hay que
reconocer que el propio Erdogan dio muestras de valentía. Conocedor del
golpe, dejó que se produjera e incluso marchó de Marmaris, cinco minutos
antes de que pudieran apresarlo. De haber comenzado los arrestos, a
gran escala como se están produciendo ahora, su propio entorno lo habría
derrocado. Seis mil detenidos. Además no solo militares, también
jueces. ¿Cómo demostrar que son conspiradores si no se ha producido el
golpe? Por cierto que es precisamente la detención de jueces lo que
habla claramente de que Erdogan conocía de antemano el golpe que se
estaba gestando. ¿Cómo explicar de otro modo que tras un golpe de Estado
expulsan de sus funciones y apresan miles de jueces y no solo a
militares, haciéndolo además a las pocas horas del fracaso de la
intentona?
La
siguiente pregunta que debemos hacernos: ¿De dónde obtuvo el jefe de
Estado de Turquía la información sobre la conspiración en ciernes?
Las variantes son muchas:
-Servicios
de inteligencia turcos. Nunca en la historia de Turquía habían advertido
a nadie de que se preparaba un golpe: En una situación de golpe
militar, los servicios especiales es fácil presuponer en qué bando van a
estar.
-Los EE.UU.
advirtieron a Erdogan: Como ya hemos dejado claro, Los EE.UU. siempre
han estado detrás de aquellos militares que han intentado tomar el poder
en Turquía. Turquía nunca ha intentado abandonar la OTAN y siempre se
ha mantenido fiel a los EE.UU. Comenzar un golpe, sin haberlo acordado
previamente con Washington, significa condenarse de antemano a no ser
reconocido.
Pero sobre
los motivos por los que los EE.UU. han intentado precisamente ahora por
medio de los militares, “corregir” el curso de Turquía, hablaremos un
poco más tarde.
Pensemos ahora quién más podría haber ayudado a Erdogan.
Tampoco hay
en el mundo demasiados servicios de inteligencia. Serios se
sobreentiende. ¿El Mossad? Es una filial de la CIA y además Israel no
mantiene una política que se interponga en los planes de los
norteamericanos: Y además, ¿qué sentido tendría para Israel ayudar al
islamista Erdogan?
¿El Mi-6?
También son prácticamente otra filial de la CIA en cuanto a la
coincidencia de intereses de Gran Bretaña y los EE.UU. en política
exterior. ¿Francia o Alemania? Los primeros son incapaces de defenderse a
sí mismos, y los segundos a fin de cuentas no existen en el plano
internacional. ¿Quién más, China? En general no es su juego, ni Erdogan
el héroe de una “novela china”.
¿Quién
queda, quién puede disponer del potencial necesario y estar interesado
en un determinado desarrollo de los acontecimientos en Turquía?
Rusia.
Nadie más. Rusia fue la que trasladó a Erdogan los planes de golpe:
Tenemos allí muchos turistas, que llegan y llegan sin que nada les
asuste. Las escuchas del territorio de Turquía existen desde la época
soviética, el seguimiento por satélite también. Crimea está al lado.
Y ahora volvamos a la pregunta de para qué necesitaban los EE.UU. el golpe militar.
Sus
relaciones con Erdogan se han desarrollado del siguiente modo: Los EE.UU
han ido llevando al impetuoso Erdogan en la dirección que les ha
interesado a ellos mediante el látigo y la zanahoria: El látigo en forma
de desórdenes de “colorines” en la plaza Taksim hace un tiempo. La
zanahoria en forma de bonitas promesas de entregarles Próximo Oriente
como zona de influencia. Pero para ello hay previamente que destruir los
estados que allí se encuentran. Erdogan no es para los EE.UU. más que
un arma de su política del “gran caos”. Pero hete aquí que Rusia se
inmiscuye en la situación. En la situación en Siria. Y los EE.UU.
inmediatamente cambian de táctica; comienzan a apoyar abiertamente a los
kurdos enemigos declarados del estado turco. Fueron precisamente los
EE.UU. los que incitaron a Erdogan a derribar nuestro avión,
prometiéndole el apoyo de la OTAN. Pero posteriormente la OTAN ni dijo
ni hizo nada esperanzador, simplemente se hizo a un lado. En la
situación con los refugiados Erdogan tampoco pudo lograr nada, quitando
el financiamiento europeo. Él hace lo que se le pide, mientras que sus
socios norteamericanos y europeos lo abandonan constantemente. Erdogan
comienza a sentirse ofendido y escapar de su control.
En esta
situación el golpe militar es más que necesario para los EE.UU. En caso
de éxito de los militares, llega al poder una fuerza, con la que nadie
ha acordado nada. El nuevo gobierno de Turquía podría haber recompuesto
la situación en la región, aumentar la tensión, comenzar acciones
militares, introducir tropas. La llegada de los militares al poder en
Turquía agudizaría y haría variar la situación en Siria, que no se está
desarrollando a favor de los EE.UU. La intromisión de Rusia ha conducido
a que Washington embarranque en Siria. Los militares podrán haber
añadido caos y variar la situación. Y cualquier variación hacia el lado
del caos, beneficia a Washington.
La victoria
de Erdogan tampoco es algo malo para los EE.UU. Ya le han demostrado lo
que pasará si se porta mal. Desde el punto de vista de Washington esta
variante es algo peor que la primera, pero sigue siendo aceptable. (La
entrega de información de Rusia ha convertido esa variante en algo mucho
peor, Erdogan no es que sospeche lo que se prepara, sino que lo sabe a
ciencia cierta).
La tercera
posible variante del desarrollo de los acontecimientos también conviene a
los EE.UU. Hablamos de una guerra civil en Turquía, pero sin una
victoria rápida de una de las partes. El caos crecería, se tragaría a
otro país. Estupendo. Toda la región se iría más rápido al fondo, que es
lo que necesitan hoy los norteamericanos. (Y aquí Erdogan comienza a
sospechar del Jefe de la base de Incirlik, donde se encuentran las
FF.AA: de los EE.UU., de estar participando activamente en el golpe).
Y la última
pregunta que nos queda por aclarar: ¿Por qué Rusia adoptó la decisión
de entregar los planes del golpe a Erdogan? Todo indica, toda la
conducta del jefe del estado turco, que está ahora agradecido. A los
EE.UU. le envía reproches y la exigencia de extraditar a Gulen (que no
pinta nada). Al lado ruso llegan buenas intenciones y un espíritu de
paz.
¿Significa
eso que Erdogan es amigo de Rusia? Por supuesto que no. Pero a día de
hoy está muy enfadado con los EE.UU. En ese sentido, “el enemigo de mi
enemigo” ya saben quién es. Para Rusia un Erdogan enfadado con los
norteamericanos es mucho más preferible que unos militares impredecibles
proamericanos en la guerra siria. Erdogan al menos ahora está en deuda
con nosotros, mientras que los golpistas solo se deben a la CIA. Para
nosotros se abre una nueva ventana de posibilidades en un juego tan
complicado como es la política internacional.
Conviene
tener presente que Erdogan hábilmente ha trasladado la culpa por el caza
ruso derribado al “piloto golpista” (que ya está arrestado).El Jefe del
estado turco demuestra su agradecimiento a Rusia, eliminando los
problemas informativos y cumpliendo la exigencia de Rusia, que llevaba
tiempo insistiendo en la necesidad de castigar a los asesinos de
nuestros oficiales. En este marco, los EE.UU. que saben por qué ha
fracasado el golpe auspiciado por ellos, comienzan a vengarse. También
en el ámbito informativo: La agencia Stratfor, cercana a la CIA, declara
inesperadamente que Rusia está implicada en el intento de golpe de
Estado. Pero no en el sentido de sofocarlo, sino de organizarlo.
Y para
finalizar quisiera dirigirme a los ciudadanos de Rusia y demás países
rusoparlantes: No hay que viajar a Turquía. Hay motivos de sobra para
ello: la muerte de nuestros pilotos, el peligro para sus familias, lo
impredecible del subsiguiente desarrollo de los acontecimientos.
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