No hace aún muchos días, el diario El País ladraba su impotencia ante los acontecimientos que se desarrollan en Venezuela diciendo que Maduro estaba liquidando el legado de Chávez, ese mismo Chávez al que ese mismo periódico anatematizaba allá por el año 2002 cuando el golpe de estado fallido al que el rotativo nunca nombró como tal.
La televisora española La Cuatro en uno de sus informativos, por llamarlos de alguna manera, del mediodía optó por la misma estrategia mostrando extractos de entrevistas efectuadas a algunos ex ministros chavistas y no a los típicos voceros ultra fascistas, terroristas de la peor calaña, que es lo que suelen hacer.
Esas personas en realidad nunca fueron revolucionarias, sólo oportunistas de doble moral, arribistas que se subieron al carro de la revolución pero que hoy desembarcan de aquel viendo el empoderamiento que está tomando el pueblo. Evidentemente, eso de que el pueblo sea protagonista supera su mentalidad elitista socialdemócrata y terminan por mostrar su rechazo por el poder popular, tanto ellos como otros supuestos amigos de revolución bolivariana que se mueven en el mundo informativo al que llaman “alternativo”.
Pero a La Cuatro no le pareció bastante con eso y, ni corta ni perezosa, se dirigió al aeropuerto de Madrid para conocer la opinión de los pasajeros de un avión que arribaba desde Venezuela. No podemos afirmar, pero si sospechar, que a todos los viajeros les hicieron la misma pregunta porque los que salían en pantalla (los que se callaron no salieron: la ausencia de respuesta denota varias cosas) todos decían lo mismo: que si no había comida, que si escaseaban las medicinas etc., etc; etc; ninguno consideró el acaparamiento de alimentos que ha hecho la oligarquía, ninguno respondió por qué las guarimbas atacaron e intentaron incendiar, entre otros centros sanitarios, a un hospital infantil del que tuvieron que evacuar a niños y neonatos.
Tampoco sabemos si estas personas vienen con la intención de quedarse en España como aquellos cubanos que el gobierno del PP recibió a mesa y mantel en el año 2011 dándoles casa, escuela para sus hijos y una subvención económica para gastos pero que cuando se acabó el dinero, se acabó también la vivienda, el no dar un palo al agua y hasta el mayordomo si lo hubiera, que fue lo que les faltó por pedir a algunos. Dos años más tarde, muchos optaron por irse a EE.UU., otros regresaron a Cuba donde al menos tenían asegurado un boniato, y los que se quedaron aquí terminaron viviendo en la calle.
Retomando el hilo inicial sobre Venezuela, una señora al ser entrevistada dijo que ella no regresaría porque en su país ya no había futuro para sus hijos. ¿Sabe esta mujer que en España existen 20 millones de pobres y que tres millones de niños, sólo hacen una comida al día, pese a que el régimen de Madrid suma a su PIB lo que roba al Tercer Mundo?
J. M. Álvarez
J. M. Álvarez
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