viernes, 20 de agosto de 2021

Opinión. “Visiones” desde el Norte (III). La “retirada” de Afganistán

 
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Opinión. “Visiones” desde el Norte (III).
La “retirada” de Afganistán
Por Orestes Martí y Fernando Alemán.

El analista Sergio Rodríguez Gelfenstein expone en el artículo Repercusiones regionales y globales de la derrota de Estados Unidos en Afganistán: “la llegada al poder de los talibán en Afganistán no solo marca la derrota de Estados Unidos en la guerra más larga de su historia. Más importante aún, pone formal colofón al intento estadounidense de implantar un sistema internacional unipolar tras los atentados terroristas en ese país el 11 de septiembre de 2001”; interesante documento que enlazamos para quien desee acceder y estudiar su “visión” al respecto.

No obstante, como nuestros amables lectores son los que -por lo general- nos van indicando lo que desean que abordemos en nuestro Servicio de InfoCom Referativa y Factográfica, vamos a complacerles hoy con varias “visiones” y opiniones desde el interior de los Estados Unidos de América sobre lo que algunos analistas han denominado como “retirada estratégica”, otros como “huida bochornosa que recuerda a Vietnam”, otros como “un embarque a sus socios seguidistas de la Unión Europea y la OTAN”… en fin, muchas: abundantes, disimiles, profundas, absurdas, inteligentes, estúpidas… toda una gama para escoger.

Vamos a compartir pues -y como ya dijimos- algunas de las visiones que nos han remitido o que hemos nosotros seleccionado, para tratar de completar el escenario de la “retirada” de las tropas norteamericanas de Afganistán, visto “desde dentro” y obviamente no necesariamente compartiendo los criterios que en ellas se exponen.

Comenzamos -y lo haremos de forma íntegra- con un escrito del amigo Lorenzo Gonzalo, Subdirector de Radio Miami:

La contradicción del discurso
Por Lorenzo Gonzalo,
18 de agosto del 2021
Estados Unidos se retira de Afganistán. No es el primer país en hacerlo. Quizás no sea el último. Demoraron veinte años en tomar la decisión. Comenzaron la operación hace veinte años y luego de tres presidencias que pensaron hacer lo mismo, entre ellas la de Barak Obama y Donald Trump quien llegó a sentarse con el Talibán en Daho y llegar a “acuerdos”, finalmente Joe Biden decidió dar un paso al frente.

Los rusos estuvieron diez años en ese territorio, desde fines de la década del setenta hasta febrero de 1989. En esa fecha se retiraron con el rabo entre las patas, del mismo modo que los estadounidenses están haciéndolo en estos instantes. Proceso doloroso, bochornoso y cuánto epíteto podamos hallar para reflejar la debacle, pero justificado porque según el presidente no hay razones para permanecer.

No obstante, hay una diferencia en relación a los rusos y es que de acuerdo a las palabras del presidente Joe Biden, la retirada se realiza porque hace tiempo cumplieron con el cometido que llevó a Estados Unidos a enviar tropas, y a causar la muerte de mucha de su inocente juventud, cuyas inhóspitas tierras posiblemente no conocían ni siquiera de nombre cuando una fría noche fueron montados en un avión militar y una árida mañana llegaron al desconocido paisaje.

El presidente en su alocución al pueblo estadounidense lo dijo claro: “el propósito no era llevar la democracia (quería decir el sistema político estadounidense, autoproclamado democracia única) a 
El presidente en su alocución al pueblo estadounidense lo dijo claro: “el propósito no era llevar la democracia (quería decir el sistema político estadounidense, autoproclamado democracia única) a Afganistán sino desarticular las redes terroristas de Alqaeda”, lo cual culminó con el asesinato de Bin Laden. Y digo asesinato porque fue una operación a contrapelo del gobierno del país donde se realizó la operación, sin previo juicio, y contraria a las “normas democráticas y de justicia” que Estados Unidos anuncia en cada discurso donde se critica a cuanto estado catalogan de “antidemocrático, autoritario” u otros epítetos.

El último mandatario soviético, 
Michael Gorbachev manifestó el viernes 13 de agosto, que el anuncio de la retirada era tardío y debió realizarse mucho antes. Lo dijo quizás, como justificación por aquella decisión suya de abandonar la ocupación soviética en 1989, cuando llevaban diez años de infructuoso batallar por una tierra que no les pertenecía, salvo por el beneficio discutible, de controlar el envío de petróleo a través de un extenso oleoducto. La orden estuvo más bien determinada porque las arcas del país estaban tocando fondo y había llegado la hora de los grandes recortes fiscales.

Es bueno que 
Estados Unidos, por boca de su presidente diga que ellos no tienen nada que ver con la democracia en Afganistán y que lo que allí suceda es asunto de quienes habitan esa región.

Salvando las distancias, debíamos recordarle al presidente Biden que, si esa es la política del país, la cual coincide en ese aspecto, con los 199 países restantes que componen el globo terráqueo, debía hacer un alto, dentro del laberinto que enfrenta a diario, para entender que otro tanto debe aplicar a la política de Estados Unidos respecto a Cuba. 

En el territorio afgano, con complacencia de las autoridades y con una impunidad que hiere los sentimientos más profundos de la mayoría de los seres humanos que, dentro de nuestra evolución, hemos inventado una serie de normas diferentes a la de aquellos pueblos, se han producido ataques fratricidas contra la vida de ciudadanos estadounidenses. Ataques diversos dentro del territorio y a enclaves de 
Estados Unidos alrededor del mundo. Civiles en funciones alejadas de toda actividad militar han sido asesinados a mansalva, mientras que Cuba, o mejor dicho el estado cubano y su gobierno, jamás ha atentado contra Estados Unidos.

Mientras en 
Afganistán se discrimina a los afganos por razones religiosas, sexo, preferencias y otras creencias, donde una niña mayor de diez años no puede asistir a la escuela, una mujer sin la compañía de un hombre es condenada y otras costumbres dogmáticas semejantes se aplican a una amplia gama de conductas, en Cuba no se toman represalias por motivos semejantes contra ningún ciudadano cubano.

Sería saludable que el presidente 
Joe Biden analice su discurso, en el cual acaba de explicar al pueblo estadounid
ense, hace unos pocos días, que se retiran de Afganistán porque no les interesa imponer allí los valores, principios, sistema político y prácticas económicas al uso en Estados Unidos, sino simplemente, para evitar que desde ese territorio o cualquier otro surjan atentados en contra de los ciudadanos estadounidenses.

Si está en sus cabales, una pequeña revisión lo convencerá que las razones expuestas hasta hoy, para privar al gobierno cubano de los mismos derechos que le reconocen al resto de los 199 países del orbe, son puras fantasías, irreales postulados e ideas que ni siquiera pueden ser expresadas en palabras. No existen razones, ni objetivas ni subjetivas, para privar al gobierno cubano de los mismos derechos que Estados Unidos concede al resto de los países de la Tierra. Con el agravante que esas sanciones, limitaciones y prohibiciones afectan en grado superlativo a la población cubana, a aquellos que favorecen al gobierno, a quienes desaprueban del mismo, a los indiferentes de siempre y aun a la minúscula parte que lidera movimientos fantasmas quienes, la mayoría de las veces, se benefician del presupuesto administrado por USAID (ramificación del Departamento de Estado) para desarticular al gobierno de la Isla.

Revise su discurso, señor presidente y verá que lo dicho por ud. puede aplicarlo perfectamente al caso cubano, con la diferencia que contribuirá a la felicidad de la mayoría ciudadana de ese país y no habrá necesidad de evacuar a ciudadanos estadounidenses, quienes siempre son bienvenidos en 
Cuba y disfrutan de un alto grado de consideración.

Veamos ahora lo que ha publicado Democracy Now!, ayer día 19.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, dice que las tropas estadounidenses permanecerán en Afganistán hasta que todos los estadounidenses hayan sido evacuados, incluso si eso significa quedarse más allá de la fecha límite del 31 de agosto. Esto ocurre al tiempo que continúan los vuelos de evacuación desde el aeropuerto de Kabul, pero muchos afganos no pueden llegar de forma segura al aeropuerto. Los combatientes talibanes han disparado y azotado a algunas de las personas que intentaban huir del país. Mientras tanto, el miércoles por la noche, las fuerzas armadas de Estados Unidos lanzaron gases lacrimógenos contra los afganos que trataban de llegar al aeropuerto que está controlado por el Ejército estadounidense. La cadena Al Jazeera informa que al menos doce personas han muerto en el aeropuerto o en sus alrededores esta semana.

Mientras tanto, el presidente Biden defiende la forma en que su Gobierno está manejando la retirada de tropas estadounidenses de Afganistán. Estas fueron las palabras expresadas por Biden durante una entrevista con el presentador de la cadena ABC News George Stephanopoulos 

George Stephanopoulos: “Entonces, ¿no cree que [la retirada de las tropas] podría haberse manejado mejor? ¿No cree que hubo errores?”.
Presidente Joe Biden: “No creo que se haya podido manejar de otra manera; vamos a revisarlo, pero pienso que no había otra forma de salir [de Afganistán] sin que se produjera el caos”.

Información relacionada

Serie Opinión. “Visiones” desde el Norte
√ I. Cuba
√ II. Biden: un presidente “fallido”

Noticias:
√ Afganistán: Respuesta violenta del Talibán a primeras señales de resistencia civil
Miles de afganos celebraron el Día de la Independencia, en recuerdo de la emancipación de la Corona británica, en 1919. Muchos participantes en las marchas en Kabul y otras ciudades, portando la bandera nacional, expresaron el rechazo a la nueva bandera blanca impuesta por el mando Talibán y se reportaron choques entre manifestantes y efectivos del nuevo poder.

Opinión:
√ Repercusiones regionales y globales de la derrota de Estados Unidos en Afganistán
No hubo ofensiva “rápida”: un mes antes de ocupar Kabul los talibanes ya controlaban el 85 por ciento del territorio y establecían compromisos con dos de las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU.
√ Washington toca el tambor del cambio de régimen, pero Cuba responde a su propio ritmo revolucionario.
Vijay Prashad

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