Pueblos: mensajes navideños
(II) Evaluaciones y valoraciones del año que termina. Argentina
Por Orestes Martí..
Las Palmas de Gran Canaria
2020-12-28
Ya publicamos varios de los diferentes mensajes de fin de año
que emitían -por diversas vías- gobernantes de distintas regiones del mundo, así
como las reacciones a tales mensajes y/o las opiniones propias que emitían
algunos líderes sociales y formadores de opinión.
Al mismo tiempo que publicábamos aquellos mensajes, también conocimos de mucho
material informativo con análisis, evaluaciones y valoraciones sobre al año que
está a punto de concluir.
Como era de esperar, muchos de nuestros amables lectores nos han solicitado que
tratemos de exponer algunos de tales documentos; nosotros lo trataremos de
hacerlo lo mejor posible; aunque recordando nuestras usuales recomendaciones, en
el sentido de que la información deber ser ampliada con otras fuentes seguras y
siempre “contrastada” con otras fuentes seguras.
© Foto : Presidencia Argentina |
El país austral inició el año, y un nuevo
gobierno, en plena emergencia económica, con índices récord de pobreza,
inflación y endeudamiento. La pandemia impidió la recuperación, golpeó
el trabajo e implicó inversiones en el sistema sanitario y la protección
de los más vulnerables.
Cuando comenzó 2020, el presidente, Alberto Fernández, llevaba menos de
un mes en el cargo y su primer acto de gobierno fue
instaurar la Emergencia Económica, un paquete de medidas
para paliar la crisis provocada luego de cuatro años de gestión
neoliberal de Mauricio Macri (2015–2019).
La
declaración de la pandemia por la Organización Mundial de la
Salud (OMS) llevó a que el Gobierno
determinara el 13 de marzo el cierre de fronteras y a que se
instaurara la Emergencia Sanitaria nacional y el Aislamiento Social
Preventivo y Obligatorio (ASPO) en todo el territorio, que impidió la
libre circulación de personas y estableció estrictos protocolos para los
trabajadores considerados esenciales.
Al cerrar el año, Argentina registra más de 1,5 millones de
contagios acumulados y más de 42.000 muertes totales. A finales de
noviembre el Gobierno dispuso la continuidad en todo el país de las
medidas de distanciamiento social, aunque algo más relajadas que la
cuarentena, más restrictiva, mantenida en gran parte del territorio
desde marzo.
La
llegada desde Rusia de las primeras
300.000 dosis de la
vacuna Sputnik V generan un horizonte de esperanza ya que se espera
inocular a 10 millones de personas en el primer trimestre de 2021.
Llovido sobre mojado
Los índices de inflación anuales habían pasado en el único mandato de
Macri de 25 a 50%; el peso acumuló una devaluación de 540% al pasar de
menos de 20 a más de 60 por cada dólar; la pobreza alcanzó al 35% de la
población; el desempleo superó las dos cifras al llegar a 11% y la deuda
pública llegó al récord histórico de 300.000 millones de dólares,
equivalente a 95% del PBI (70% en moneda extranjera).
Esta
deuda externa incluye un cuestionado préstamo sin
precedentes otorgado por el Fondo Monetario Internacional (FMI) por
44.000 millones de dólares más intereses (52.000 millones en total), que
viene acompañada de exigencias de reducción del déficit fiscal, una
política de ajuste que es resistido por el oficialismo, que demanda un
programa de pagos sustentable que no golpee más a la clase
trabajadora.
“Hay que destacar algunos buenos logros, y uno fue el acuerdo con los
acreedores privados. El año hay que dividirlo en dos, a nivel económico.
La primera parte, hasta agosto-septiembre, la sorpresa de la pandemia
echó por tierra todos los planes del Gobierno, que hace fuerte hincapié
en el crecimiento a través del aumento del consumo en la base de la
pirámide”, dijo a Sputnik el economista argentino Nicolás Litvinoff,
director del sitio de capacitación financiera Estudinero.net.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec),
en lo que va de 2020
el consumo cayó más de 20% y estimaciones
privadas señalan que el año podría terminar con una baja de 13,5%. Un
informe de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME)
mostró que en octubre las ventas en los comercios cayeron
14,9% interanual y hubo una pérdida acumulada de 26,2% en lo que va del
año.
La caída del consumo se explica porque cayeron la oferta y la demanda.
En 2020 se continuó con el colapso de la capacidad de compra de los
ingresos de los trabajadores, que durante la gestión Macri habían
acumulado una
pérdida de 20% del poder adquisitivo. Hasta agosto,
los salarios
evolucionaron 0,3% por debajo del Índice de Precios al
Consumidor (IPC) y el registro de Remuneración Imponible Promedio de los
Trabajadores Estables (RIPTE)
marcó una pérdida de 1,4% en términos reales.
La pandemia destrozó todas las expectativas de recuperación. En octubre
de 2020, el estimador mensual de actividad económica (EMAE)
registró una caída de -7,4% respecto al mismo mes de 2019.
El 49,3% de los hogares de la zona metropolitana de Buenos Aires,
capital nacional, donde vive un tercio de la población argentina,
constató una reducción de sus ingresos totales. Además, la tasa de
desempleo en el tercer trimestre de 2020 fue de 11,7%, que disminuyó del
13,1% registrado en el período anterior.
Al mes de noviembre, último con datos oficiales, la inflación interanual
acumuló un aumento de 35,8% y un alza de 30,9% durante los primeros 11
meses de 2020. Los consultores económicos que integran el Relevamiento
de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central
estimaron para este año un aumento de precios de 36,7%. La
caída del PBI al tercer trimestre de 2020 fue de -10,2% y se
calcula que será de más de 12% en el año.
Las medidas de aislamiento golpearon a la industria, la construcción, el
comercio y los servicios, y principalmente afectó el trabajo informal,
del que depende gran parte de la población más vulnerable, por lo que se
debieron reforzar las medidas de contención social.
Apuesta a la contención social
Según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica
Argentina (ODS-UCA), los índices de pobreza e indigencia subieron
a 45% y 10% de la población, pero habrían
llegado a 53% y 27% si no se hubieran destinado los recursos
para sostener a los más vulnerables.
El Estado destina 6,73% del PBI a contener los impactos de la pandemia,
según la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), que por
su cuenta ha invertido el 2,2% del producto en ayudas directas a
trabajadores informales e independientes y en contribuciones a las
empresas para ayudar a pagar los salarios de sus empleados.
El 26,8% de los hogares situados en la zona metropolitana de Buenos
Aires tuvo algún miembro que accedió a alguna de las
prestaciones lanzadas por el Poder Ejecutivo para contener
las consecuencias de la pandemia del COVID-19, además de obtener otra
asignación habitual a la que tenía derecho. Un 21,2% de los hogares que
no recibían ninguna prestación habitual tuvo acceso a alguna de las
ayudas contempladas por el Gobierno debido a la pandemia.
Para evitar el drenaje de las reservas del Banco Central, el Gobierno
mantuvo estrictas restricciones a la compra de divisa extranjera para
ahorro, de 200 dólares mensuales y excluyente de todo aquel que haya
recibido beneficios o programas de estímulo al salario, y
sumó nuevos impuestos y limitaciones. Esto generó un
crecimiento en la brecha con el dólar blue, tipo de cambio informal y
paralelo al oficial, que determina el mercado minorista de productos y
servicios que se siguen rigiendo con la moneda extranjera como
referencia.
“En el último trimestre hubo un cambio cuando el presidente le dio
a Guzmán la manija de la economía real y la financiera y monetaria, que
antes estaba dividida entre el Ministerio de Economía y el Banco
Central. Se tomaron medidas que trajeron resultados en términos de poder
frenar la devaluación, hacer que ceda la brecha cambiaria con el dólar
paralelo y caiga la presión inflacionaria, que es hasta ahora un logro
importante, que hay que mantener, algo que no es fácil, y que se
mantendrá si la economía empieza a levantar”, continuó Litvinoff.
Además, el oficialismo logró sancionar en diciembre en el
Congreso una ley que determina el
pago de un aporte solidario extraordinario a las 9.000
personas residentes en el país que tienen declarados más de 200 millones
de pesos (2,34 millones de dólares al cambio oficial), que pagarían
entre 2 y 3,5% progresivo según los análisis del fisco, y que será mayor
para los 300 que se ubican en lo más alto de la pirámide patrimonial. Se
pretende recaudar 300.000 millones de pesos (3.519 millones de dólares,
al cambio oficial).
“Hay algunos datos alentadores en lo que son las subas
intramensuales en el sector manufacturero, también hay datos de que la
construcción está creciendo y está muy demandada. Son motores
importantes. El tercer trimestre trae algunas esperanzas de que, si se
arregla con el FMI y afloja un poco el tema de la pandemia, se pueda
tener un 2021 de crecimiento económico con un rebote importante”,
concluyó el economista.
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