Guerra y Paz: otra vez Venezuela Orestes Martí |
Venezuela: ¿coalición internacional para derrocar un
gobierno?
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Existen dos hechos ciertos: la crisis al interior del país es evidente,
especialmente agravada por la problemática alimentaria y de salud, aunada a
la intervención directa del gobierno estadounidense bajo las banderas de la
paz y la libertad.
Por el contrario, respecto a la supuesta defensa de la democracia por USA, no puede ser más clara la injerencia extranjera con la “visita” de Rex Tillerson a América Latina.
Existen dos hechos ciertos: la crisis al interior del país es evidente, especialmente agravada por la problemática alimentaria y de salud, aunada a la intervención directa del gobierno estadounidense bajo las banderas de la paz y la libertad. Por el contrario, respecto a la supuesta defensa de la democracia por USA, no puede ser más clara la injerencia extranjera con la “visita” de Rex Tillerson a América Latina.
Como se ha hecho público, el secretario de Estado de EE.UU. realizará su gira entre el 1 y el 7 de febrero, reuniéndose con presidentes y cancilleres de México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, cuyo tema prioritario es Venezuela.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, ha manifestado que este funcionario “abogará por una mayor atención regional a la crisis en Venezuela”, puesto que están en desacuerdo con elecciones presidenciales anticipadas, fundamentando en que es Venezuela quien altera el equilibrio regional y es preciso obligarlo a hacer parte de un “hemisferio seguro”. El Gobierno de USA advirtió, además, que seguirá imponiendo sanciones al Gobierno bolivariano y desconocerá los resultados de los comicios, de los que estaría excluida la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Tillerson dijo en agosto pasado que diversas agencias estadounidenses estaban “estudiando la forma de obligar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a abandonar el poder”, estrategia impuesta al presidente constitucional Bashar al-Assad, a Kim Jong-un, o en todo lugar donde sus autoridades no estén acordes con un “mundo seguro”.
El proyecto estadounidense será promover una coalición internacional contra el país debido a que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) adelantará elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre de este año, donde el actual mandatario, Nicolás Maduro, seguramente será uno de los candidatos en la contienda representando al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En esta dirección, se ha manifestado que nadie garantizará transparencia y supervisión por entes neutrales, en lo cual coincide Colombia, España y el Grupo de Lima, que apoyan sin ambages a la oposición de un país diferente al suyo en clara injerencia indebida en los asuntos de otro Estado.
¿Cuáles son las razones de este frente común que lidera EE.UU. contra Venezuela?
Existen dos argumentaciones: una pública y otra reservada.
La primera se expone como una lucha mundial por recuperar la libertad perdida, permitir que los candidatos tengan doble militancia, votar en elecciones supervisadas por autoridades foráneas, establecer una fecha donde la oposición esté preparada, en síntesis, instituir unos comicios donde puedan obtener la victoria anhelada.
La segunda es el verdadero sustento y el más importante: la existencia de un gobierno que se opone directamente al papel del régimen estadounidense en América Latina, en forma de subyugador del continente. Así mismo, el odio que se engendra en las élites al resistir la República Bolivariana por más de 18 años un bloqueo permanente, manifestado en intentos de golpe de estado, subversión, asesinato, espionaje, manipulación económica, desabastecimiento inducido, etc.
Es claro que adelantar las elecciones ha sido una jugada de ajedrez, especialmente al estar la oposición confundida en los caminos para obtener el poder puesto que se diferencian en participar o no en dicho proceso, en seguir la vía violenta o la pacífica, en presentar uno u otro candidato según el partido (como es lo normal en toda América), lo que debilita esta corriente y ante lo cual no estaban preparados. La idea es realizar elecciones cuando todo les favorezca y ganen.
Por el contrario, respecto a la supuesta defensa de la democracia por USA, no puede ser más clara la injerencia extranjera con la “visita” de Rex Tillerson a América Latina.
Existen dos hechos ciertos: la crisis al interior del país es evidente, especialmente agravada por la problemática alimentaria y de salud, aunada a la intervención directa del gobierno estadounidense bajo las banderas de la paz y la libertad. Por el contrario, respecto a la supuesta defensa de la democracia por USA, no puede ser más clara la injerencia extranjera con la “visita” de Rex Tillerson a América Latina.
Como se ha hecho público, el secretario de Estado de EE.UU. realizará su gira entre el 1 y el 7 de febrero, reuniéndose con presidentes y cancilleres de México, Argentina, Perú, Colombia y Jamaica, cuyo tema prioritario es Venezuela.
La portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Heather Nauert, ha manifestado que este funcionario “abogará por una mayor atención regional a la crisis en Venezuela”, puesto que están en desacuerdo con elecciones presidenciales anticipadas, fundamentando en que es Venezuela quien altera el equilibrio regional y es preciso obligarlo a hacer parte de un “hemisferio seguro”. El Gobierno de USA advirtió, además, que seguirá imponiendo sanciones al Gobierno bolivariano y desconocerá los resultados de los comicios, de los que estaría excluida la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Tillerson dijo en agosto pasado que diversas agencias estadounidenses estaban “estudiando la forma de obligar al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, a abandonar el poder”, estrategia impuesta al presidente constitucional Bashar al-Assad, a Kim Jong-un, o en todo lugar donde sus autoridades no estén acordes con un “mundo seguro”.
El proyecto estadounidense será promover una coalición internacional contra el país debido a que la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) adelantará elecciones presidenciales para el primer cuatrimestre de este año, donde el actual mandatario, Nicolás Maduro, seguramente será uno de los candidatos en la contienda representando al Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). En esta dirección, se ha manifestado que nadie garantizará transparencia y supervisión por entes neutrales, en lo cual coincide Colombia, España y el Grupo de Lima, que apoyan sin ambages a la oposición de un país diferente al suyo en clara injerencia indebida en los asuntos de otro Estado.
¿Cuáles son las razones de este frente común que lidera EE.UU. contra Venezuela?
Existen dos argumentaciones: una pública y otra reservada.
La primera se expone como una lucha mundial por recuperar la libertad perdida, permitir que los candidatos tengan doble militancia, votar en elecciones supervisadas por autoridades foráneas, establecer una fecha donde la oposición esté preparada, en síntesis, instituir unos comicios donde puedan obtener la victoria anhelada.
La segunda es el verdadero sustento y el más importante: la existencia de un gobierno que se opone directamente al papel del régimen estadounidense en América Latina, en forma de subyugador del continente. Así mismo, el odio que se engendra en las élites al resistir la República Bolivariana por más de 18 años un bloqueo permanente, manifestado en intentos de golpe de estado, subversión, asesinato, espionaje, manipulación económica, desabastecimiento inducido, etc.
Es claro que adelantar las elecciones ha sido una jugada de ajedrez, especialmente al estar la oposición confundida en los caminos para obtener el poder puesto que se diferencian en participar o no en dicho proceso, en seguir la vía violenta o la pacífica, en presentar uno u otro candidato según el partido (como es lo normal en toda América), lo que debilita esta corriente y ante lo cual no estaban preparados. La idea es realizar elecciones cuando todo les favorezca y ganen.
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