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La fallida “Primavera Iraní”
Guadi Calvo
Escritor y periodista argentino. Analista Internacional especializado en África, Medio Oriente y Asia Central
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A casi ocho años de iniciado el plan desestabilizador para las naciones árabes refractarias a los mandatos de Estados Unidos, en esencia Libia y Siria, cuyo nombre de fantasía fue “La Primavera Árabe”, ahora mal trecha, casi agónica, resurge en lo que sin duda había sido el objetivo fundamental, de aquel trazado, instalar el caos y si fuera necesario una “guerra civil” en Irán, para terminar con la revolución de 1979.
Un organigrama, tan obvio como falto de imaginación, se está repitiendo en la nación iraní, desde el último jueves cuando estallaron “espontáneamente”, las protestas en Mashhad, una ciudad de dos millones de habitantes en el noreste del país, donde una protesta contra el aumento de precios y terminó pidiendo la muerte del presidente Hassan Rohaní, relegido para un segundo mandato en agosto pasado.
Las sanciones establecida por el gobierno de Donald Trump, ha sumergido al país en una nueva crisis económica, incrementado la desocupación que ha llegado a un 12%, fundamentalmente en la juventud, y un brote inflacionario de un 10%, que ha dado pie al inició de las protestas que están comenzado a replicar en otras ciudades llegando incluso en Teherán. En la ciudad nororiental de Sabzevar un grupo que no superaban las cincuenta personas se gritaron consignas como “Olvídese de Palestina” o “No a Gaza, no al Líbano, daré mi vida por Irán” en incluso algunos reclaman la vuelta a la monarquía. Otras de las ciudades que se vieron particularmente afectadas por las protestas fue Kermanshah, al oeste del país, donde se asienta la población kurda, siempre dada a revindicar su independencia. Rápidamente las protestas se expandieron por casi todo el territorio llegando a otras ciudades como en Shahr-e-Kord, Bandar Abbas, Izeh, Arak, Zanjan, Abhar, Doroud, Karaj y Tonekabon.
Es sabido el rol clave de Teherán, en toda la región, donde se ha convertido en un jugador decisivo a la hora de contener los designios en Medio Oriente de la troika, Washington-Tel-Aviv-Riad. Y fundamentalmente su apoyo decisivo del presidente al-Assad, junto a Rusia, China y el Hezbollah libanes.
Las estrategias de Trump para derrocar a la revolución de los ayatolas, remite a las operaciones llevadas a cabo en Libia, Siria y las que cada tanto resurge en Venezuela. Siempre existen razones, en muchos casos justificados, para que los ciudadanos descontentos manifestarse en las calles, alentados por las redes sociales y ONGs, casi siempre norteamericanas y europeas, a lo que se le suma la manipulación periodística estimulada desde occidente, mostrando las crueldades del “régimen” dando contexto internacional y verisimilitud a los hechos. Detrás de las protestas agentes, perfectamente entrenados, provocan e incitan a cometer desmanes, en procura de la represión de las fuerzas de seguridad, y del ansiado muerto, y si hay más de uno muchísimo mejor, para que la prensa satélite del Departamento de Estado, lo amplifique hasta el hartazgo. Mientras se busca la fractura del gobierno, profundizando las pugnas internas, existentes en todos los regímenes del mundo, la misma modalidad opera en las fuerzas armadas, donde se incentiva las deserciones para armar un “ejército nacional de liberación” al modo del Jaysh al-Taḥrīr al-Waṭanī al-Lībī (Ejército de Liberación Nacional Libio) o elal-Ŷayš as-Suri al-Ħurr (Ejercito Libre Sirio) o Movimiento de Oficiales Libres, para finalmente posibilitar el ingreso de mercenarios, parecidos a los de al-Qaeda o Daesh, o el nombre que se le quiera dar en el caso de Irán. Cumplido todos estos paso, solo resta esperar que los muertos se multipliquen y descubrir cuan capaz sería en este caso el gobierno del presidente Hassan Rohaní de sostenerse y cuánto Irán y el jefe supremo de la nación el ayatolá Ali Khamenei y su Asamblea de Expertos o Maŷlés-e Jobregán-e Rahbari, puedan resistir a la presión internacional.
Mientras que el bloqueo comercial vigente desde 1979 y que se había comenzado a levantar parcialmente a finales del gobierno de Barack Obama, se cerrara con mucha más fuerza, restringiendo su acceso a los mercados internacionales, por lo que nuevamente comenzaran a escasear insumos básicos, cmo alimentos, medicamentos y armas para resistir en caso de una guerra declarada o bien desde el interior o del exterior en una alianza que sin duda encabezara Arabia Saudita, más allá que detrás se encontrarán no solo los Estados Unidos, sino y fundamentalmente la teocracia sionista.
La misma táctica que triunfó en Libia, donde con la muerte del Coronel Muhammad Gadaffi selló el comienzo de una guerra fragmentada en infinidad de pequeñas y grandes organizaciones, que pugnan por el poder de un país, cuyo certificado de defunción se firmó el 20 de octubre de 2011. La situación en Siria, la modificó sustancialmente la decisión de Moscú y Beijín de vetar la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por la que se impediría militarmente operar a la aviación de al-Assad, lo que no pasó en Libia con la 1973, lo que precipitó la derrota de Gadaffi, al no poder utilizar su fuerza aérea, aniquilada por la aviación de la OTAN. Aquella decisión de no vetar la resolución sin duda fue un error mayúsculo de las cancillerías de Rusia y China.
Mao y una clase de bordado
La revuelta que ha estallado en el interior del país ha llegado a la capital, y lugares estratégicos como la plaza Vanak, o las calles Enghelab, están siendo saturadas por las fuerzas de seguridad evitando los desmanes prometidos por los organizadores.
Las sanciones establecida por el gobierno de Donald Trump, ha sumergido al país en una nueva crisis económica, incrementado la desocupación que ha llegado a un 12%, fundamentalmente en la juventud, y un brote inflacionario de un 10%, que ha dado pie al inició de las protestas que están comenzado a replicar en otras ciudades llegando incluso en Teherán. En la ciudad nororiental de Sabzevar un grupo que no superaban las cincuenta personas se gritaron consignas como “Olvídese de Palestina” o “No a Gaza, no al Líbano, daré mi vida por Irán” en incluso algunos reclaman la vuelta a la monarquía. Otras de las ciudades que se vieron particularmente afectadas por las protestas fue Kermanshah, al oeste del país, donde se asienta la población kurda, siempre dada a revindicar su independencia. Rápidamente las protestas se expandieron por casi todo el territorio llegando a otras ciudades como en Shahr-e-Kord, Bandar Abbas, Izeh, Arak, Zanjan, Abhar, Doroud, Karaj y Tonekabon.
Es sabido el rol clave de Teherán, en toda la región, donde se ha convertido en un jugador decisivo a la hora de contener los designios en Medio Oriente de la troika, Washington-Tel-Aviv-Riad. Y fundamentalmente su apoyo decisivo del presidente al-Assad, junto a Rusia, China y el Hezbollah libanes.
Las estrategias de Trump para derrocar a la revolución de los ayatolas, remite a las operaciones llevadas a cabo en Libia, Siria y las que cada tanto resurge en Venezuela. Siempre existen razones, en muchos casos justificados, para que los ciudadanos descontentos manifestarse en las calles, alentados por las redes sociales y ONGs, casi siempre norteamericanas y europeas, a lo que se le suma la manipulación periodística estimulada desde occidente, mostrando las crueldades del “régimen” dando contexto internacional y verisimilitud a los hechos. Detrás de las protestas agentes, perfectamente entrenados, provocan e incitan a cometer desmanes, en procura de la represión de las fuerzas de seguridad, y del ansiado muerto, y si hay más de uno muchísimo mejor, para que la prensa satélite del Departamento de Estado, lo amplifique hasta el hartazgo. Mientras se busca la fractura del gobierno, profundizando las pugnas internas, existentes en todos los regímenes del mundo, la misma modalidad opera en las fuerzas armadas, donde se incentiva las deserciones para armar un “ejército nacional de liberación” al modo del Jaysh al-Taḥrīr al-Waṭanī al-Lībī (Ejército de Liberación Nacional Libio) o elal-Ŷayš as-Suri al-Ħurr (Ejercito Libre Sirio) o Movimiento de Oficiales Libres, para finalmente posibilitar el ingreso de mercenarios, parecidos a los de al-Qaeda o Daesh, o el nombre que se le quiera dar en el caso de Irán. Cumplido todos estos paso, solo resta esperar que los muertos se multipliquen y descubrir cuan capaz sería en este caso el gobierno del presidente Hassan Rohaní de sostenerse y cuánto Irán y el jefe supremo de la nación el ayatolá Ali Khamenei y su Asamblea de Expertos o Maŷlés-e Jobregán-e Rahbari, puedan resistir a la presión internacional.
Mientras que el bloqueo comercial vigente desde 1979 y que se había comenzado a levantar parcialmente a finales del gobierno de Barack Obama, se cerrara con mucha más fuerza, restringiendo su acceso a los mercados internacionales, por lo que nuevamente comenzaran a escasear insumos básicos, cmo alimentos, medicamentos y armas para resistir en caso de una guerra declarada o bien desde el interior o del exterior en una alianza que sin duda encabezara Arabia Saudita, más allá que detrás se encontrarán no solo los Estados Unidos, sino y fundamentalmente la teocracia sionista.
La misma táctica que triunfó en Libia, donde con la muerte del Coronel Muhammad Gadaffi selló el comienzo de una guerra fragmentada en infinidad de pequeñas y grandes organizaciones, que pugnan por el poder de un país, cuyo certificado de defunción se firmó el 20 de octubre de 2011. La situación en Siria, la modificó sustancialmente la decisión de Moscú y Beijín de vetar la resolución del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, por la que se impediría militarmente operar a la aviación de al-Assad, lo que no pasó en Libia con la 1973, lo que precipitó la derrota de Gadaffi, al no poder utilizar su fuerza aérea, aniquilada por la aviación de la OTAN. Aquella decisión de no vetar la resolución sin duda fue un error mayúsculo de las cancillerías de Rusia y China.
Mao y una clase de bordado
La revuelta que ha estallado en el interior del país ha llegado a la capital, y lugares estratégicos como la plaza Vanak, o las calles Enghelab, están siendo saturadas por las fuerzas de seguridad evitando los desmanes prometidos por los organizadores.
Según fuentes estrictamente occidentales el número de muertos ha alcanzado a 25, unos 450 heridos y 1000 detenidos. El lunes primero de enero las fuerzas de seguridad han intensificado los controles para que no se vuelvan a repetir los hechos de los días anteriores y evitar que se sigan expandiendo las protestas, incentivadas por dos ángeles de la paz, el presidente Trump, desde su twitter, sigue alentado las manifestaciones con mensajes como “El pueblo ha sido reprimido durante muchos años”. “Tienen hambre de comida y libertad”, “Junto con los derechos humanos, la riqueza de Irán está siendo saqueada. ¡Es tiempo de cambio!” y el nazi Benjamín Netanyahu, que ha saludado a los “valientes iraníes que han tomado las calles para protestar contra un régimen que gasta decenas de miles de millones de dólares en difundir el odio”, desde su cuenta de Facebook. Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo son las del autor y no reflejan necesariamente el punto de vista de Al Mayadeen. ¿Qué está sucediendo en Irán? Red Voltaire Ayer, domingo 7 de enero de 2018, publicamos en francés, español y otros idiomas, que el presidente iraní Hassan Rohani había ordenado arrestar a su predecesor Mahmud Ahmadineyad y al hijo de seyyed Ebrahim Raissi. Dos horas después, un medio de prensa iraní nos informó que el abogado del ex presidente Ahmadineyad desmentía el arresto de su cliente. Retiramos entonces de nuestro sitio web la información que ya habíamos publicado. Pero, 24 horas después, sigue siendo imposible verificar quién dice la verdad. El hecho es que ninguna de las dos personalidades cuyo arresto se había mencionado ha aparecido en público. Ningún periodista ha podido ponerse en contacto directamente con esas dos personas. Ninguna autoridad iraní ha confirmado o desmentido las informaciones que siguen circulando sobre esas detenciones. En la mañana de este lunes, 8 de enero de 2018, varios medios de difusión árabes de primera importancia afirman que el ex presidente Ahmadineyad fue efectivamente detenido en Shiraz y posteriormente puesto bajo arresto domiciliario, con la aprobación de Guía Alí Khamenei. | |
La Cancillería de Irán rechaza que en el viaje a Europa del ministro iraní de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, previsto de este fin de semana, se aborden temas relacionados con las recientes protestas en el país persa. | |
El vicecanciller de Irán para Asuntos Jurídicos e Internacionales, Seyed Abás Araqchi, ha dicho que el país persa está totalmente preparado para un posible colapso del acuerdo nuclear causado por la Administración del presidente de EE.UU., Donald Trump. | |
Un alto mando castrense de Irán descarta que sus enemigos puedan crear división en el país, que nunca olvidará los complots urdidos en su contra, incluidos los ocho años de guerra impuesta por el derrocado dictador iraquí Saddam Husein (1979-2003). | |
El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha hablado este lunes de las recientes protestas en ciudades persas por reivindicaciones de tipo económico, advirtiendo de que los enemigos del país tienen intención de crear problemas en él generando caos y disturbios. | |
Teherán advierte del surgimiento y la propagación de extremismo en nuevas aérea del mundo, pese a su erradicación relativa en Irak y Siria, mientras la ‘destructiva’ política de EE.UU. en el suroeste de Asia ha empeorado la crisis de la región. | |
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