viernes, 11 de septiembre de 2020

Pueblos: Guerra y paz: Colombia Por Orestes Martí

Pueblos: Guerra y paz: Colombia
Por Orestes Martí
Las Palmas de Gran Canaria
2020-9-1
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Colombia sigue siendo uno de los países más violentos de la América del Sur -y del mundo- y donde un gobierno entreguista, traicionando las justas aspiraciones populares, ha hecho descarrilar un proceso de paz que desde sus inicios se consideraba por muchos analistas internacionales como algo que sería muy difícil de “instrumentar”, dada la experiencia histórica del comportamiento de la oligarquía criolla y sus fuertes lazos con el imperio por un lado y con el narcotráfico por el otro.

Ayer -día 10 de septiembre de 2020- se anunció que mientras el país mantenía “su alarmante crecimiento de víctimas de la COVID-19, al registrar 222 muertos y siete mil 813 nuevos casos durante las últimas 24 horas”, se producía en todo el Territorio de Colombia: una ola de protestas contra la violencia

Veamos la información brindada por la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina desde Bogotá.

-Foto PL

Movilizaciones contra la brutalidad policial, las masacres, el asesinato sistemático de líderes sociales, campesinos y contra la indolencia del gobierno de Iván Duque tienen lugar hoy en varias ciudades de Colombia.
Cientos de personas se manifiestan esta noche en Cali, Valle del Cauca; en Cúcuta; en Saravena, Arauca; Manizales, departamento de Caldas; Fusagasugá, en Cundinamarca; en Barranquilla, en esta capital y en otros puntos del país.
Las protestas deploran el asesinato de Javier Ordóñez, dedicado a conducir un taxi para llevar el sustento a su familia, quien estaba por graduarse como abogado y tenía estudios de aeronáutica.
Ordóñez murió tras un violento operativo policial luego de ser inmovilizado por dos uniformados que le aplicaron descargas con una pistola eléctrica.
Aunque Ordóñez les pedía detenerse y algunos vecinos trataban de intervenir, los dos agentes continuaron con su accionar hasta que el hombre, de 46 años, presentó problemas de salud y tuvo que ser trasladado a la Clínica Santa María del Lago, donde falleció.
Numerosas personas rechazaron el hecho y la protesta devino en más represión policial con saldo unos 10 muertos y más de 200 heridos.
Numerosas voces exigen la renuncia del ministro de Defensa Carlos Holmes Trujillo, quien lejos de poner freno a esta ola de violencia acusó a la población de vándalos y la culpó de los disturbios registrados hasta la madrugada de hoy.
‘Si tienen vergüenza, toda la cúpula de la Policía debe renunciar, el Ministro de Defensa debe renunciar’, expresó la exsenadora y defensora de los derechos humanos Piedad Córdoba.
‘Por favor @IvanDuque @CarlosHolmesTru controlen a la policía, lideren a la fuerza pública, han matado a 10 civiles y han herido a más de 200 personas, no sigan con la retórica de que todo es una estrategia del terrorismo, la gente está indignada, no incendien más el país’, instó León Valencia, el director de Paz y Reconciliación al presidente del país y al ministro de Defensa.

Cómo lo han informado “Comunicadores populares” a través de las redes.


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Cómo lo han informado agencias y medios de prensa de vocación social


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La popularidad del mandatario Iván Duque ha ido en picada en medio de la pandemia de la Covid-19. | Foto: Colprensa

Con anterioridad, la Plataforma TeleSUR había publicado el trabajo: “Iván Duque: El desgobierno en medio de masacres y desigualdades

Analistas aseguran que Duque ha fallado a sus compromisos, y su Gobierno navega por una carencia de rumbo político.

Desde la asunción de Iván Duque como residente de Colombia en 2018, el país volvió a sus sombrías épocas de violencia y desigualdad, los asesinatos sistemáticos contra líderes sociales, las masacres suscitadas en veredas y los desplazamientos vuelven a ser pan de cada día para los ciudadanos.

Analistas aseguran que Duque ha fallado a sus compromisos y su permanencia al frente de la nación suramericana hasta 2022 navega por una carencia de rumbo político, por lo que se dice que preside, pero no gobierna.

La popularidad del mandatario ha ido en picada, y en medio de la pandemia de la Covid-19, ha recibido innumerables críticas sobre la ausencia de políticas económicas y sanitarias que permitan atender a los sectores vulnerables y clase media colombiana.


Sin embargo, el sector de la salud no solo ha sido afectado por el denominado “desgobierno de Duque”, también el sector de educación, con una respectiva agudización de la desigualdad social; mientras la incertidumbre marca el camino de la paz ante un elevado autoritarismo que pondera el conflicto y la guerra.

Salud

Desde el comienzo de la pandemia, el Ejecutivo ha expedido 164 decretos, que legalizaron la toma de medidas excepcionales en el país para evitar la propagación del coronavirus, sobre todo, en los tres primeros meses. Sin embargo, apenas 11 se relacionan directamente con el sistema de salud.

En los cinco meses que lleva la pandemia en el país, se destinaron 60 billones de dólares en garantías de crédito para el sistema financiero, y solo 0.96 billones al Ministerio de Salud y el Instituto Nacional. Por otro lado, el Gobierno solo ha ejecutado el 12 por ciento del monto total para atender la crisis, lo que representa 3.6 billones del total de 29.6 billones de dólares.

Las medidas tomadas en el sector de salud han salido, principalmente, de las entidades promotoras de salud, pertenecientes al sector privado, por lo que no se ha asumido una responsabilidad pública que garantice un programa efectivo para el rastro masivo, la detección temprana de casos, y la prevención de diagnósticos.

Educación

El sector de la educación en Colombia mantiene una prolongada deuda con las zonas rurales del país, donde se ha reclamado por mejoras en las infraestructuras y mayores posibilidades de cobertura en regiones como Putumayo, Amazonas y Guainía.

Dicha situación no ha sido revertida durante el Gobierno de Duque, lo que empeora por la falta de implementación de iniciativas que tengan en cuenta las particularidades y necesidades del sector en las circunstancias de la pandemia, sobre todo, en el contexto rural.

A lo anterior, se suma la baja o nula accesibilidad a Internet y la carencia de aparatos tecnológicos. Además, resulta preocupante un posible retorno a clases ante la falta de protocolos sanitarios definidos en los centros, en muchos de los cuales se viven situaciones de hacinamiento, falta de agua potable e implementos de higiene y desinfección.

Desigualdad


Un informe realizado por alrededor de 500 organizaciones sociales en Colombia bajo el título de “El desgobierno del aprendiz — Autoritarismo, guerra y pandemia” sobre los más de dos años de mandato del presidente Iván Duque, refiere que la renta básica constituye un importante demanda social, que al parecer el Gobierno ha obviado.

Según el documento, el Ministerio de Hacienda cuenta con 26,3 billones de dólares congelados, con los que podría financiarse tres meses de renta básica a unos 9 millones de hogares. Además no se ha tramitado ninguna de las cuatro iniciativas legislativas para resolver la problemática que deja vulnerable a millones de familia.

El texto asegura que 5,5 millones de personas están desempleadas, mientras se prevé que la crisis económica post pandemia contraerá el Producto Interno Bruto en un 5,5 por ciento con un déficit fiscal del 8,2 por ciento del PIB y un nivel de deuda del 65,6 por ciento.

Esos datos auguran la peor recesión en toda la historia de Colombia, con un consiguiente aumento de la pobreza, sobre todo, porque las prioridades del Gobierno de Duque ubica en primer lugar a entidades financieras; luego las empresas; en tercero lugar las micro, pequeñas y medianas empresas, y en una posición menos favorable a los trabajadores.

Seguridad


Se ha evidenciado un aumento de la violencia, crímenes e impunidad en el país, mientras se ha fortalecido un ejercicio autoritario y arbitrario del poder. El Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) certifica 53 masacres sólo en 2020.

En tal sentido se han reprimido protestas sociales, se han expandido los grupos armados pos desmovilización en zonas del país donde ya no se reporta presencia de las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

De acuerdo con el Sistema de Información sobre Agresiones contra Personas Defensoras de Derechos Humanos en Colombia (Siaddhh), del Programa Somos Defensores, durante este año se registraron 844 agresiones individuales, de las cuales 124 corresponden a homicidios.

El 2019 se caracterizó también como uno de los años más violentos para las mujeres defensoras de derechos humanos al reportarse 104 hechos, lo que representa un aumento del 50 por ciento en los asesinatos, respecto a las cifras de 2018.

Desde el 1 de enero hasta el 30 de junio de este año han sido asesinados 25 excombatientes acogidos al Acuerdo de Paz entre el Estado y la insurgencia de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, han sido asesinados y desde 2016 a la fecha, 220 han sido asesinados.

Durante el Gobierno de Duque también se han mantenido las prácticas ilegales de control a la población por parte de las fuerzas militares, consistentes en operaciones ilegales de inteligencia y el uso de información obtenida irregularmente

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Red FICP
Canal de la Red de la Federación Internacional de Comunicadores Populares

ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE LA RED DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE COMUNICADORES POPULARES (RedFICP)

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