Comunicación
y credibilidad Orestes Martí |
Washington sufre una crisis de
credibilidad
Por Manuel E. Yepe* HERMES RedFICP Federación Internacional de Comunicadores Populares |
Objetivamente, la credibilidad del gobierno
estadounidense, con cualquiera de los dos partidos al frente, ha estado
siempre en entredicho a causa de que sus pronunciamientos en política
exterior sobre paz, libertad, democracia y derechos humanos contradicen o
contrastan sistemáticamente con sus acciones.
Por estos días la agencia de noticias Associated Press (AP), de Estados Unidos, lamentaba en un comentario de sus periodistas que las conflictivas y engañosas declaraciones cotidianas de su Presidente, Donald Trump, y los más importantes miembros de su equipo de asesores principales alimentan nuevas dudas sobre la credibilidad de la Casa Blanca.
“Algunos congresistas republicanos incluso se preguntan si en el presidente de la nación tienen un socio con quien negociar de buena fe y cuánto vale la palabra del primer mandatario”.
Un trabajo de la AP señala que el ex ayudante de un líder republicano en el Congreso ha afirmado a la agencia que negociar con los funcionarios de la Casa Blanca se ha vuelto imposible para los republicanos, dada la propensión del mandatario a socavar las garantías públicas y privadas de su propio equipo. Se ha visto a funcionarios de la Casa Blanca en la inusual posición de instar a los legisladores a que resten importancia a algunas declaraciones del Presidente.
“Recientemente, en uno de sus habituales tuits matinales, Trump amenazó con vetar una masiva ley presupuestaria, luego de que la propia Casa Blanca había asegurado a los legisladores que el mandatario la firmaría”.
Los referidos funcionarios de la Casa Blanca insistieron en privado, según el periodista de la AP, en que el Presidente se estaba desahogando tras conocer informaciones que presentaban el acuerdo como una derrota de varias de sus prioridades.
Aunque, luego de horas de incertidumbre, Trump promulgó la legislación, esta situación inquietó a algunos republicanos. “La falta de control de los arrebatos de Trump es algo que preocupa a ambos lados de la cámara”, dijo un diputado republicano por Pensilvania que en ocasiones ha sido crítico del dirigente. “El desorden, el caos, la inestabilidad, la incertidumbre y declaraciones desmedidas no son virtudes propias de conservadores”, manifestó.
Miembros de los dos partidos han expresado su preocupación porque el Presidente parece ajeno a la forma en que, al asumir ciertas posiciones y luego abandonarlas sin pudor, socava su propia influencia y su agenda.
Las vacilaciones de Trump con la ley presupuestaria fueron solo uno más de la serie de incidentes recientes que pusieron la credibilidad de las palabras de la Casa Blanca en el punto de mira. A principios de mes, durante un acto privado de recaudación de fondos, Trump alardeó de haber inventado datos comerciales en una conversación con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
Por estos días la agencia de noticias Associated Press (AP), de Estados Unidos, lamentaba en un comentario de sus periodistas que las conflictivas y engañosas declaraciones cotidianas de su Presidente, Donald Trump, y los más importantes miembros de su equipo de asesores principales alimentan nuevas dudas sobre la credibilidad de la Casa Blanca.
“Algunos congresistas republicanos incluso se preguntan si en el presidente de la nación tienen un socio con quien negociar de buena fe y cuánto vale la palabra del primer mandatario”.
Un trabajo de la AP señala que el ex ayudante de un líder republicano en el Congreso ha afirmado a la agencia que negociar con los funcionarios de la Casa Blanca se ha vuelto imposible para los republicanos, dada la propensión del mandatario a socavar las garantías públicas y privadas de su propio equipo. Se ha visto a funcionarios de la Casa Blanca en la inusual posición de instar a los legisladores a que resten importancia a algunas declaraciones del Presidente.
“Recientemente, en uno de sus habituales tuits matinales, Trump amenazó con vetar una masiva ley presupuestaria, luego de que la propia Casa Blanca había asegurado a los legisladores que el mandatario la firmaría”.
Los referidos funcionarios de la Casa Blanca insistieron en privado, según el periodista de la AP, en que el Presidente se estaba desahogando tras conocer informaciones que presentaban el acuerdo como una derrota de varias de sus prioridades.
Aunque, luego de horas de incertidumbre, Trump promulgó la legislación, esta situación inquietó a algunos republicanos. “La falta de control de los arrebatos de Trump es algo que preocupa a ambos lados de la cámara”, dijo un diputado republicano por Pensilvania que en ocasiones ha sido crítico del dirigente. “El desorden, el caos, la inestabilidad, la incertidumbre y declaraciones desmedidas no son virtudes propias de conservadores”, manifestó.
Miembros de los dos partidos han expresado su preocupación porque el Presidente parece ajeno a la forma en que, al asumir ciertas posiciones y luego abandonarlas sin pudor, socava su propia influencia y su agenda.
Las vacilaciones de Trump con la ley presupuestaria fueron solo uno más de la serie de incidentes recientes que pusieron la credibilidad de las palabras de la Casa Blanca en el punto de mira. A principios de mes, durante un acto privado de recaudación de fondos, Trump alardeó de haber inventado datos comerciales en una conversación con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.
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