domingo, 19 de enero de 2020

Guerra y paz: Guerra y olvido Por Orestes Martí


Guerra y paz: Guerra y olvido
Por Orestes Martí
Las Palmas de Gran Canaria
2020-01-
19
Amigos cercanos me escriben y se quejan del “olvido” y la tergiversación malintencionada de los hechos históricos; pretenden -me dicen- reescribir la historia; darle una “nueva interpretación”, aplicando métodos descritos por “ideólogos” de la ultraderecha que emplean a rajatabla los conocidos principios del nazi Goebbels, incluyendo el famoso y falso concepto de que una mentira repetida mil veces se convierte en verdad, porque en realidad en lo que se convierte es en una “mega mentira”.

Hoy un amigo me ha remitido esta información que deseo compartir con nuestros lectores:


Vladímir Putin y veteranos durante el desfile militar anual que conmemora el 74.º aniversario del triunfo de la URSS en la Gran Guerra Patria, Moscú, el 9 de mayo de 2019. Alexéi Druzhinin / Sputnik
Putin promete tapar la “boca sucia” de los que reescriben la historia de la II Guerra Mundial con “la información verdadera”

El mandatario ruso ha lamentado que en varios países del mundo la verdad sobre el conflicto se oculte deliberadamente, a veces a nivel estatal, y que algunas partes la tergiversen para alcanzar sus objetivos políticos.

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, durante una reunión con veteranos y representantes de organizaciones patrióticas en la ciudad de San Petersburgo este 18 de enero ha reiterado sus planes de inaugurar el archivo más grande del mundo de documentos históricos, videos y materiales fotográficos sobre la Segunda Guerra Mundial, para acabar con los intentos de reescribir la historia.

“Callaremos la boca sucia que abren algunas partes en el extranjero con el fin de alcanzar sus objetivos políticos inmediatos, los acallaremos con los datos fundamentales y verdaderos”, ha aseverado el jefe de Estado.

El presidente ha precisado que este archivo histórico y su sitio web estarán disponibles tanto para los ciudadanos rusos como para las personas de cualquier país del mundo.

“Así acallaremos a aquellos que intentan reescribir la historia, tergiversarla y menospreciar el papel de nuestros padres y abuelos, nuestros héroes, que murieron defendiendo a nuestra Patria y casi a todo el mundo de la peste marrón”, ha indicado Putin en referencia a los nazis.

El mandatario ruso ha lamentado que en varios países la verdad sobre la Segunda Guerra Mundial se oculte deliberadamente a veces a nivel estatal. Además, “los medios de comunicación clave no difunden información objetiva” sobre los eventos históricos correspondientes y ha señalado que se trata de un “trabajo orientado hacia un objetivo”.

El presidente ruso ha expresado su confianza en que la publicación de archivos históricos ayudará a las personas a acercarse a la verdad.

En este sentido, Putin de nuevo ha comentado que la resolución del Parlamento Europeo del año pasado — según la cual la URSS era en parte responsable de desatar la Segunda Guerra Mundial — tiene una coyuntura política. El mandatario ruso ha subrayado que a esto solo se puede contraponer la verdad mediante la creación de dicho centro de archivos históricos.

“Debemos proteger la verdad sobre la Victoria”
 

La creación de este centro histórico fue anunciada por Putin por primera vez el 15 de enero durante su discurso anual ante la Asamblea Federal (Parlamento ruso). Entonces, hizo hincapié en que Rusia debe defender la verdad sobre la Victoria en la Gran Guerra Patria y en la Segunda Guerra Mundial y confrontar “las mentiras arrogantes e intentos de reescribir la historia”.

“Para Rusia, el 9 de mayo es la fiesta más grande y sagrada”, declaró Putin. “Nuestra memoria no es solo un homenaje al pasado histórico, ella sirve a nuestro futuro, fortalece nuestra unidad”, enfatizó. “Debemos proteger la verdad sobre la Victoria, de lo contrario, ¿qué les diremos a nuestros hijos, si la mentira como una infección se extiende por todo el mundo?”, advirtió.

“A las mentiras insolentes e intentos de tergiversar la historia tenemos que contraponer los hechos”, concluyó Putin.

Por otra parte, el periodista Miguel Lozano, quien fuera el corresponsal de la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina, escribió en su día el interesante trabajo “Cubanos en la Guerra Civil Española, historia semi olvidada”, que también vamos a compartir de forma íntegra.
MADRID. — La colocación en diciembre del 2013 en el cementerio madrileño de Fuencarral de una tarja a los cubanos caídos en la Guerra Civil Española comenzó a saldar una deuda con la historia: el reconocimiento a la participación latinoamericana en ese hecho.

CIENTOS DE CUBANOS Y LATINOAMERICANOS COMPARTIERON TRINCHERAS JUNTO A LOS SOLDADOS ESPAÑOLES EN LA GUERRA CIVIL.

Según pesquisas de la investigadora María Sánchez Dotres, en el conflicto — de 1931 a1 1939 — participaron del lado republicano 1 412 cubanos, la mayor presencia proporcionalmente con la población entre los 54 países que aportaron combatientes a la gesta.

Sin embargo, no existía ningún recordatorio de la participación latinoamericana hasta el 21 de diciembre del 2013, cuando la tarja fue develada por el embajador cubano en España, Eugenio Martínez.

El homenaje fue convocado por el Foro de la Memoria Histórica, Fundación Domingo Malagón, Asociación Playa Girón (cubanos residentes en Madrid) y la Asociación de Amistad Hispano-Cubana Bartolomé de las Casas.

A menudo las reseñas olvidan señalar también que combatieron 650 argentinos y 40 brasileños, junto a mexicanos, centroamericanos, y caribeños, para una cifra fijada por el historiador autodidacta Gino Baumann en 2 500 latinoamericanos.
Los cubanos estuvieron presentes en la Brigada Internacional Abraham Lincoln y unidades del ejército español y 130 alcanzaron grado de oficial, según la investigadora francesa Denise Urcelay-Maragnés autora del libro La Leyenda Roja. Los voluntarios cubanos en la Guerra de España (2011).

En opinión de Martínez, un elemento que expresa el sentimiento solidario de su pueblo es que la presencia voluntaria de esos jóvenes se registró solo a 38 años de la guerra de independencia de Cuba frente a España.

Las indagaciones muestran que la presencia cubana fue dada básicamente por jóvenes de 25 a 27 años de edad, pues pocos sobrepasaban los 30 años y de ellos más de un centenar murió en los combates. Urcelay-Maragnés asegura que uno tenía 15 años de edad.

La cubana Sánchez Dotres, quien revisó los archivos de la Komintern en Moscú, vino a complementar estudios anteriores, el primero de ellos de Ramón Nicolau, organizador y jefe de la comisión de reclutamiento en La Habana.

En su libro Cuba y la defensa de la República Española: 1936–1939, publicado en 1981, Nicolau identificó a 735 combatientes cubanos, cifra que en su momento se consideró propagandística por algunos, valoración desmentida por las investigaciones posteriores. Actualmente, además de documentar a 1 412 cubanos Sánchez Dotres identificó a 50 más, de los cuales aún busca su confirmación.

Asimismo su investigación establece que los cubanos llegaron a España por cuatro vías. Además del grupo organizado por la comisión dirigida por Nicolau, otros 355 viajaron de Estados Unidos y se integraron a la XV Brigada Internacional Abraham Lincoln, para conformar la tercera parte de ese cuerpo.

Al respecto, el embajador Martínez recuerda que esa Brigada tiene desde hace años una tarja en el mismo cementerio, pero dedicada a canadienses, ingleses y estadounidenses, sin mencionar a los latinoamericanos.

Un tercer grupo se formó con cubanos exiliados residentes en Madrid, estudiantes y otros que residían con sus padres españoles y de Barcelona, entre ellos el boxeador Isidro Díaz Gener, quien al término de la guerra fue internado en un campo de concentración.

El cuarto grupo llegó procedente de República Dominicana, Venezuela, Centroamérica, México y países europeos, incluyendo un cubano que desertó de la Legión Extranjera en África.

Una figura representativa de los cubanos muertos en España fue Pablo de la Torriente Brau. Por ello, aunque la placa conmemorativa del cementerio fue colocada el 21 de diciembre del 2013 lleva fecha del 19 de diciembre, día de su caída.

Pablo viajó desde Nueva York como corresponsal de guerra al frente de Guadarrama, luego de escribir a su familia: “Me voy a España, a la revolución española. A ver un pueblo en lucha. A conocer héroes…”.

Sin embargo, más que reportar los hechos fue protagonista. Llegó a ser Comisario político en la Décima Brigada Mixta, hasta caer con 35 años de edad en las afueras de Madrid en los combates en la Carretera de A Coruña conocidos como Batalla de la Niebla.

Inicialmente Pablo fue enterrado en el Cementerio de Chamartín de la Rosa y luego trasladado a Barcelona. Hoy, la Embajada de Cuba en España y amigos españoles realizan esfuerzos por devolver sus restos a la Patria, como parte de los esfuerzos por rectificar olvidos históricos.

Más allá de las razones de la subestimación de la participación de los cubanos y latinoamericanos en general, las investigaciones recientes apuntan a que su importancia no justifica la ausencia o minimización en la historiografía de la Guerra Civil española.

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