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Comienza Sudáfrica nueva etapa política
Por Ilsa Rodriguez Santana (PL) |
Pretoria, 15 feb. Sudáfrica comienza hoy una nueva etapa
política luego de la renuncia del presidente Jacob Zuma, cuya salida del
poder ocurre en medio de intensas campañas sobre su alegada participación en
procesos de corrupción y fraude que él niega con vehemencia.
Anoche, menos de dos horas antes que venciera el plazo concedido por la dirigencia del Congreso Nacional Africano (ANC) para que presentara su dimisión, Zuma ofreció una declaración a toda la nación para explicar su salida y su adhesión al partido que sirvió gran parte de su vida, desde que era un movimiento de liberación que luchaba contra el apartheid.
El reclamo de que abandonara el poder fue emitido por el Comité Ejecutivo del ANC el 13 de febrero, luego de un proceso de transferencia de poder que incluyó negociaciones entre el presidente de la organización, Cyril Ramaphosa, y el jefe de Estado y Gobierno.
Zuma había solicitado permanecer en el cargo hasta después de la celebración en julio de la Cumbre de Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y el fin de su presidencia rotativa anual de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (Sadcc), lo cual no fue aceptado por el ANC por considerar que el país necesitaba acciones inmediatas para mantener la estabilidad.
Con el carisma que lo caracteriza, Zuma ingresó anoche a uno de los salones de la sede del Gobierno en esta capital (Union Building) para dar a conocer su decisión y donde lo esperaba un grupo de periodistas a quienes llamó a sonreír porque 'esto es solo trabajo, estamos trabajando'.
Aunque aclaró no estar de acuerdo con el método utilizado por el ANC y que no hizo nada mal para que la organización tomara esa determinación, el Presidente dijo que pese a que no adopta una posición desafiante le parece injusto abandonar ese cargo que ocupa desde 2009 y para el cual fue reelecto en 2014.
En su declaración, el saliente mandatario reiteró en varias ocasiones su apego a la Constitución, su respeto y agradecimiento al ANC por haberlo escogido como candidato para ocupar la presidencia, que dijo fue una gran experiencia, una tarea gigantesca que nunca puede llevarse a cabo sin dificultades y el aprendizaje en su camino.
Toda mi vida he servido y continuaré sirviendo al ANC en su objetivo de una Revolución Nacional Democrática, aseguró Zuma, quien subrayó que 'en verdad ninguno de nosotros es perfecto... yo no accedí a ocupar la presidencia para salir de ella con los beneficios de ocupar el cargo... no temo ninguna moción de no confianza'.
Reiteró que no integró al ANC (1959) en busca de posiciones y que no teme abandonar la presidencia, un honor que mantendrá mientras viva.
La salida del veterano luchador antiapartheid, quien ocupó importantes posiciones en su brazo armado (Umkhonto we Sizwe) durante el enfrentamiento al régimen de segregación racial, en el exilio y en su provincia, Kwazulu Natal, antes de asumir cargos en la dirección del ANC, coincide con la posibilidad de que sean reabiertos más de 700 acusaciones en su contra por corrupción.
Esos cargos habían sido desestimados por la Alta Corte de Justicia en 2009 y ahora vuelven a manos de la Procuraduría Nacional, que deberá decidir en breve si reinicia esas investigaciones.
También ocurre cuando el Directorado para la Investigación de Delitos Priorizados, conocida como los Halcones, avanza en sus pesquisas sobre numerosas denuncias de corrupción en contra de funcionarios y empresarios.
Anoche, menos de dos horas antes que venciera el plazo concedido por la dirigencia del Congreso Nacional Africano (ANC) para que presentara su dimisión, Zuma ofreció una declaración a toda la nación para explicar su salida y su adhesión al partido que sirvió gran parte de su vida, desde que era un movimiento de liberación que luchaba contra el apartheid.
El reclamo de que abandonara el poder fue emitido por el Comité Ejecutivo del ANC el 13 de febrero, luego de un proceso de transferencia de poder que incluyó negociaciones entre el presidente de la organización, Cyril Ramaphosa, y el jefe de Estado y Gobierno.
Zuma había solicitado permanecer en el cargo hasta después de la celebración en julio de la Cumbre de Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y el fin de su presidencia rotativa anual de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (Sadcc), lo cual no fue aceptado por el ANC por considerar que el país necesitaba acciones inmediatas para mantener la estabilidad.
Con el carisma que lo caracteriza, Zuma ingresó anoche a uno de los salones de la sede del Gobierno en esta capital (Union Building) para dar a conocer su decisión y donde lo esperaba un grupo de periodistas a quienes llamó a sonreír porque 'esto es solo trabajo, estamos trabajando'.
Aunque aclaró no estar de acuerdo con el método utilizado por el ANC y que no hizo nada mal para que la organización tomara esa determinación, el Presidente dijo que pese a que no adopta una posición desafiante le parece injusto abandonar ese cargo que ocupa desde 2009 y para el cual fue reelecto en 2014.
En su declaración, el saliente mandatario reiteró en varias ocasiones su apego a la Constitución, su respeto y agradecimiento al ANC por haberlo escogido como candidato para ocupar la presidencia, que dijo fue una gran experiencia, una tarea gigantesca que nunca puede llevarse a cabo sin dificultades y el aprendizaje en su camino.
Toda mi vida he servido y continuaré sirviendo al ANC en su objetivo de una Revolución Nacional Democrática, aseguró Zuma, quien subrayó que 'en verdad ninguno de nosotros es perfecto... yo no accedí a ocupar la presidencia para salir de ella con los beneficios de ocupar el cargo... no temo ninguna moción de no confianza'.
Reiteró que no integró al ANC (1959) en busca de posiciones y que no teme abandonar la presidencia, un honor que mantendrá mientras viva.
La salida del veterano luchador antiapartheid, quien ocupó importantes posiciones en su brazo armado (Umkhonto we Sizwe) durante el enfrentamiento al régimen de segregación racial, en el exilio y en su provincia, Kwazulu Natal, antes de asumir cargos en la dirección del ANC, coincide con la posibilidad de que sean reabiertos más de 700 acusaciones en su contra por corrupción.
Esos cargos habían sido desestimados por la Alta Corte de Justicia en 2009 y ahora vuelven a manos de la Procuraduría Nacional, que deberá decidir en breve si reinicia esas investigaciones.
También ocurre cuando el Directorado para la Investigación de Delitos Priorizados, conocida como los Halcones, avanza en sus pesquisas sobre numerosas denuncias de corrupción en contra de funcionarios y empresarios.
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