Estados Unidos: La nueva doctrina “El Garrote de Monroe” (IV) Por Orestes Martí
Antes de continuar, tratemos de fijar algunos conceptos:
Doctrina, es un término que proviene del latín y se describe como el conjunto de enseñanzas que se basa en un sistema de creencias. Se trata de los principios existentes sobre una materia determinada, por lo general con pretensión de validez universal. Se entiende entonces que existen varios tipos o categorías de doctrina; entre ellas, la “Doctrina en el campo del derecho” (concepto que sustentan los juristas y que influye en el desarrollo del ordenamiento jurídico, aun cuando no originan derecho de forma directa) y la “Doctrina militar”(conjunto de técnicas, estrategias, tácticas y prácticas que constituye un enfrentamiento bélico. La doctrina militar propone los pasos a seguir para ganar una guerra).
Por su parte, la Guerra es un fenómeno histórico-social; es la lucha armada o conflicto bélico entre dos o más naciones o bandos, que implica el rompimiento del estado de paz, que da paso a un enfrentamiento con todo tipo de armas; y cuando decimos todo tipo queremos decir precisamente eso: ¡todo tipo!, lo cual nos lleva a otros conceptos, como el de “Guerra híbrida”, con el que se trata de identificar al conflicto que trasciende la llamada “guerra asimétrica” (ejército convencional contra fuerza insurgente) y en el que se expresan fuerzas regulares e irregulares, acompañadas de una fuerte presencia de la información.
En una Guerra híbrida la información se presenta tanto en el sentido operativo, en formato “inteligencia” (actividad para obtener información sobre un enemigo actual o potencial que permita la adecuada elaboración de planes destinados a eventuales “operaciones”) como en formato “desinformación” (también denominada manipulación informativa y que consiste en desarrollar acciones -identificados como “ruidos” o “blancos informativos”- mediante las cuales se procura el desconocimiento, la ignorancia y/o la información errónea del “enemigo”)
Los conflictos híbridos implican esfuerzos a diferentes niveles y por diversos “medios” y “actores” con el fin de desestabilizar un estado funcional y provocar una polarización de la sociedad.
A diferencia de lo que ocurre en las guerras convencionales, en una guerra híbrida la “dirección del golpe principal” de los diferentes actores se dirigen a sectores determinados de la sociedad.
Un atacante tratará de ejercer influencia sobre los principales actores en la toma de decisiones del atacado, combinando el uso de presiones de todo tipo -incluyendo las económico financieras-, con operaciones de carácter subversivo -incluyendo el sabotaje de infraestructuras-. Frecuentemente el atacante recurre a actuaciones clandestinas y/o utilización de fuerzas mercenarias o internas de apoyo, para no asumir la responsabilidad pública o posibles represalias de los atacados.
Hace unos años, escribimos una serie de trabajos sobre el tema de la manipulación de la información bajo el tema que en aquel momento denominamos “Globalingua”; de uno de ellos -Ruidos y Blancos informativos en “Globalingua”-, escojo un fragmento para nuestros lectores.
Hace poco leí un artículo “esclarecedor” sobre el tema de la manipulación y la necesidad de no dejarse manipular. Una gran causa, sobre todo porque se dirigía a los jóvenes principalmente. ¡Que bien! ¿No? Este…. pero el problema es que el tema escogido para no dejarse manipular era el del aborto y -¡oh, casualidad!- resulta que el supuesto “manipulador” era la persona que decía que la mujer tenía el derecho de decidir sobre tan delicado asunto.
Menciono el ejemplo para que el lector compruebe lo sutil que puede resultar un “ruido” informativo, sobre todo si se emplea lo que llamo “globalingua”. Es decir, un lenguaje moderno, acorde a la actual etapa de Globalización neoliberal que agobia al ser humano contemporáneo, al que bombardea, de forma constante, especialmente a través de los mal llamados “Medios de Comunicación de Masas” o “Mass Media”, para los “entendidos”..
La Globalingua no surgió de un día para otro. Se ha ido construyendo durante un largo período de tiempo, nutriéndose de diversas fuentes, aunque si estoy en lo cierto, la principal ha sido los denominados “tanques pensantes” (O ¿de dónde cree que puede haber salido un “artículo” tan interesante sobre la supuesta manipulación a “favor del aborto”, utilizando una depurada -y trabajada durante bastante tiempo-, “matriz de opinión”?).
No deberíamos desconocer la existencia de un tal Edward Louis Bernays (1) quien combinó las ideas de Gustave Le Bon y de Wilfried Trotter sobre la psicología de las masas con el psicoanálisis de Sigmund Freud -por cierto, tío de Bernays- y los primeros intentos de manipulación de la opinión pública mediante acciones sobre el subconsciente y acuñó lo que denominó “Ingeniería del Consenso o del Consentimiento”, con lo que deseaba significar la posibilidad de moldear o manipular utilizando las técnicas correspondientes; tampoco deberíamos desconocer que el Presidente Wilson cuando quiso que el pueblo norteamericano apoyara la participación de su país en la Primera Guerra Mundial y estableció el “Committee on Public Information”, lo contrató para que participara de forma activa en el mismo; y que cuando escribió lo que se considera su libro más importante, defendió el concepto de que “la manipulación de la opinión” era un importante elemento en las “democracias modernas”.
Y es que como bien es sabido, en las condiciones del mundo moderno, el control de las clases dominantes sobre las dominadas -según la mundialmente aplicada “Ingeniería del Consenso” por parte del poder mediático, punta de lanza del poder económico- no se basa sólo en la represión descarnada que con frecuencia ha conducido a estallidos revolucionarios.
Desde los “Tanques pensantes” y los centros de inteligencia al servicio del Capital se aplica una sabia mezcla de represión con la dosis necesaria de ingeniería del consenso; o lo que es lo mismo, con la adecuada manipulación de la opinión pública para que las víctimas consientan, de manera voluntaria, en ser sojuzgadas por acción de sus verdugos y de ser posible, hasta les agradezcan.
La denominada “tele basura”; la saturación de los ciudadanos con “ruidos informativos” o la inexistencia de Información pertinente, relevante y oportuna -”blancos informativos”-; la aparición de un neo lenguaje desmovilizador y contrarrevolucionario (que es lo que denomino “globalingua”); el empleo de la agitación emocional para llegar a la elección racional; así como la generación de matrices de opinión para demonizar a sus enemigos de clase o sencillamente a cualquier elemento o idea de progreso, cambio o transformación que ponga en peligro sus intereses, son sólo algunas de sus expresiones más conocidas.
¡Vale, vale, vale! -exclamará el lector- ¡ya lo “cogí”!…, pero dígame usted aunque sea un ejemplo….
Bueno, tiene razón; veamos:
-¿Cómo denominaría usted el fenómeno lingüístico mediante el cuál un Presidente electo por el pueblo democráticamente (Honduras, por ejemplo) pase de ser “Presidente legítimo” a “presidente derrocado”? (De paso, tome nota cómo los “medios”, casi al unísono, comenzaron a utilizar esta aberrante terminología)
-¿Qué procedimiento mágico cree usted que se ha aplicado para que la actividad contrarrevolucionaria de toda la vida se convierta en “acción de la disidencia” o se denomine “periodistas independientes” a verdaderos “mercenarios” o periodistas comprados” (2) que venden su talento al mejor postor?
-¿Adquirió usted una vivienda antes de la crisis?, le felicito porque además de la propiedad física seguro que se enteró también que la “plusvalía” -una de las piedras angulares de la economía marxista- ahora es otra cosa y nada tiene que ver con la explotación de los trabajadores.
Obviamente, los ejemplos son muchos y la gran cantidad de términos y conceptos que ahora tienen un significado diferente al que siempre tuvieron, así como la aparición de otros nuevos para poder manipular, hace ya bastante difícil recogerlos en una sola lista. Sería bueno -y a lo mejor usted me ayuda- inventariarlos; de hecho hay ciertos escritores, periodistas e investigadores que han hecho referencias a algunos en específico:
Me imagino que “los chicos creativos” de los tanques pensantes y de los Servicios especiales del “establishment”, con el éxito obtenido con estos magníficos términos y conceptos, ya estén pensando en desarrollar -si es que no lo han hecho ya- un Tesauro de la Globalingua”.Hasta aquí la cita del trabajo; no quisiera concluir sin mencionar la “casualidad” del ejemplo del “Presidente legítimo” a “presidente derrocado” aplicado en su momento a Honduras, con el “presidente encargado” que actualmente se ha querido utilizar en el caso de la República Bolivariana de Venezuela y convertir a un diputado en presidente.
NOTAS: (1) Edward Louis Bernays (1981-11-22 †1995-03-09). De origen austriaco se nacionalizó norteamericano. A los datos brindados en el artículo hay que agregarle el no menos importante de su participación en los planes de la United Fruit Company contra el Gobierno de Jacobo Arbenz, en Guatemala (1954)
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