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Por Orestes Martí Las Palmas de Gran Canaria 2020-6-25
No pretendo abordar en este breve resumen informativo, la
situación económica por la que atraviesa la República Argentina, principal
aunque no únicamente debido a la funesta “gestión” llevada a cabo por el
gobierno macrista, sino sólo hacer referencia a lo apuntado por Mariano
Vázquez en su trabajo “Un
kamikaze de Miami al BID”, en el cual, entre otras cosas -y
encendiendo las alarmas- recuerda y señala: “Uno de los más voraces
halcones del lobby anticubano es el candidato a ocupar la principal silla
del Banco Interamericano de Desarrollo. Estados Unidos rompe así una
tradición de seis décadas de presidentes latinoamericanos. El elegido
protagonizó un incidente en la asunción de Alberto Fernández”.
Por el contrario, si quisiera
compartir con nuestros amables lectores el del periodista, historiador,
docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de
Buenos Aires Fernando Del Corro, titulado “Argentina
Efemérides: la agencia Télam y su paso de empresa mixta a estatal”.
En su reciente ejemplar del actual mes de junio, el periódico
“Desde Boedo” editó una interesante historia de la agencia oficial
de noticias Télam en consonancia con su transformación en un medio
puramente oficial el 24 de junio de 1968 durante el gobierno del
presidente de facto Juan Carlos Onganía surgido dos años
antes como resultado de un golpe cívico-militar que destituyera al
primer magistrado radical Arturo Umberto Illia.
La nota, de autoría del director de “Desde Boedo”, Mario
Horacio Bellocchio, recuerda que “A mediados del siglo XIX
apareció como una necesidad comunicacional de los Estados-Nación las
agencias de noticias –centrales abarcativas de recepción de información
de corresponsales– que demostraron a sus abonados el material usando su
propio –y en aquel entonces, conveniente– criterio de selección. De
hecho, las primeras agencias sirvieron al colonialismo vigente
cumpliendo con el, por esos años, novedoso criterio del monopolio
informativo –informar lo que me conviene, dónde y cuándo me conviene–.
Así nacieron Agence France-Presse (AFP) en Francia; EFE en España;
Reuters en el Reino Unido; Wolff, recientemente por Bernhard Wolff en
Alemania; ANSA en Italia, y Associated Press en los Estados Unidos,
entre otras”.
Juan Carlos Onganía |
El material me resultó de
particular interés, aunque ya conocía la mayor parte del material
allí presentado dado que trabajé en la misma a partir de 1971 hasta
mi reciente jubilación en 2019 aunque con despidos intermedios como
el de la etapa del genocida autodenominado “Proceso de Reorganización Nacional”.
Como relató Bellocchio, “A comienzos de 1945 el coronel Juan
Domingo Perón –por entonces secretario de Trabajo y Previsión
del gobierno de facto de Edelmiro Julián Farrell– percibe la
necesidad de contar con una agencia nacional proveedora de
información propia con el propósito de evitar la hegemonía de las
agencias estadounidenses como “United Press International” (UPI) y
“Associated Press” (AP) que monopolizaban el suministro de
información, incluida la originada en nuestro propio país”.
Fue así que “El 14 de abril de 1945 el coronel Perón decide
poner la piedra basal de nuestra propia agencia Télam (Telenoticiosa
Americana). Se acaban de cumplir 75 años de la histórica fecha en
momentos contradictorios en que Télam resurge de las cenizas del
incendio macrista mientras el mundo –y nuestro país particularmente–
se debate en medio de una pandemia de imprevisibles consecuencias”.
La información aparecida en “Desde Boedo” merece ser
leída por la ciudadanía en general y por los periodistas en
particular ya que muestra la relación existente entre los diferentes
intereses en juego entre los medios, el estado y los negocios, a la
que añado que todo ello tuvo su inicio cuando a comienzos del Siglo
XVII apareciera el primer periódico privado, “La Gazzetta del
Véneto”, en circunstancias en que Venecia era el gran centro del comercio europeo.
Es por ello que “La agencia no fue por completo estatal en
sus inicios, sino que comenzó como una compañía mixta de capitales
privados y oficiales. Su primer director fue Jerónimo Jutronich,
quien se encargó de formar un equipo de periodistas, algunos de los
probados del plantel de la Agencia Nacional de Información (ANDI),
otra agencia –de escasa vida– que creó el Estado argentino en 1944”.
“Télam comenzó a emitir información el 12 de octubre de 1945,
pero recién en 1948 pudo concretar la formación de una red de
cobertura nacional al firmar los primeros contratos con periodistas
del interior del país, quienes enviaban las notas a la redacción por
telegrama o por teléfono. Hasta entonces solo contaba con una sede
en la Ciudad de Buenos Aires y desarrollaba su actividad en ese ámbito”, recordó Bellocchio.
Más adelante “La empresa pasó por avatares diversos durante el
gobierno de facto de “La Libertadora” y recientemente comenzó a
estabilizarse durante el gobierno de Arturo Frondizi. El 30
de julio de 1959, Bernabé Villegas, Adolfo Garino y Blas Calaro,
entre otros, produjeron un cambio jurídico en la agencia que pasó a
ser Télam Sociedad Anónima, Periodística, Radiofónica,
Cinematográfica, Comercial, Inmobiliaria y Financiera”.
En ese marco, “Un decreto del presidente de la Nación autorizó a la
reciente empresa con su cambio estatutario a funcionar bajo las
nuevas condiciones. Durante la década de 1960, Télam captó una
amplia gama de clientes, incluidos los cuatro canales de televisión
porteños y diarios de envergadura como Clarín. La agencia comenzó a
transmitir noticias por líneas de télex, hecho que llegó llegar a
más puntos del país en menor tiempo”.
Pero no todo anduvo bien y así
comenzaron los graves problemas. Télam “viene tramitando
informaciones falsas y tendencias que por su naturaleza y alcance
atentan contra el orden público y la tranquilidad de la población y
siendo firme propósito del Gobierno eliminar todo factor capaz de
perturbar el proceso electoral aplicando al efecto las facultades que
conciernen durante la vigencia del estado de sitio”, sentenció el
gobierno de facto de José María Guido decretando la
clausura de la agencia el 30 de mayo de 1963. Y se llegó a un día como hoy, 52 años atrás, cuando “El 24 de junio
de 1968, Télam se convertía en una empresa estatal –bajo la dictadura de
Juan Carlos Onganía–, cuando el Gobierno adquirió el total de las
acciones por medio de la Secretaría de Difusión y Turismo. En forma
paralela, el nuevo marco legal está obligado a toda la publicidad de las
empresas y los organismos públicos fuera de la transmisión y la
transmisión de la agencia, la decisión que afecta a la empresa generar
recursos propios”.
“Más tarde, El llamado ‘Proceso de Reorganización Nacional’ que llevó a
cabo la última dictadura cívico-militar-eclesiástica (1976–1983) a veces
marcó en Télam un duro régimen de censura además de haber tenido la
desaparición de tres de sus trabajadores. Al llegar el gobierno
constitucional de Raúl Alfonsín se pudo verificar igualmente la
desaparición de gran parte del archivo periodístico y fotográfico de la
empresa”. Los tres desaparecidos fueron el sacerdote Héctor
Jesús Ferreiros, Célica Gómez y Alejandro Martín Almeida, el
hijo de Taty Almeida, la destacada luchadora por los derechos humanos.
Cabe recordar que la misma madrugada del golpe apareció en la puerta un
numeroso listado de los que teníamos prohibido el ingreso.
La publicación de “Desde Boedo” también trajo a la memoria que
“En 1984, las agencias privadas ‘Noticias Argentinas’ (NA) y la hoy
disuelta (2017) ‘Diarios y Noticias’ (DyN) solicitaron públicamente el
cierre de Télam. Carlos Menem dispuso en 1992 la intervención de
la empresa y dos años después su liquidación, pero en 1996 dejó sin
efecto el decreto de liquidación para reemplazarlo por uno nuevo con su
firma y la del ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien dejó
a Télam sin una de sus principales fuentes de ingresos al desmantelar el
monopolio de la publicidad oficial”.
Pero los problemas no terminaron allí ya que “Télam siguió, sin
embargo, funcionando como agencia de publicidad. En 2000, el gobierno de
Fernando de la Rúa volvió a anunciar el cierre del área de
publicidad y la venta de la sede central de la agencia, Bolívar 531, en
la ciudad de Buenos Aires, medidas que no se concretaron. Al año
siguiente se unificaron todos los medios de comunicación pública,
pasando la agencia a funcionar junto a LS82 TV Canal 7 y LRA Radio
Nacional, dentro del Sistema Nacional de Medios Públicos; en 2002
recuperó su condición de empresa autárquica”, aclarándose que “En la
actualidad, la agencia es una Sociedad del Estado (SE) cuyo accionista
es la Secretaría de Medios de Comunicación, encargada de designar el
directorio”.
Perón en la Secretaría de Trabajo |
Durante los últimos años “Desde
la asunción de Hernán Lombardi como titular del
Sistema Federal de Medios y Contenidos Públicos, durante la gestión de
Mauricio Macri, se llevó a cabo un recorte presupuestario y se
denunciaron casos de censura sobre el trabajo de los periodistas. En
total fueron despedidas 357 personas, cerca del 40% de la planta. El
despido masivo, sacudió las redacciones de todo el mundo, que se hizo
eco de la noticia. En tanto, los trabajadores despedidos tomaron los dos
edificios de la empresa y se desarrollaron una serie de actividades para
visibilizar el conflicto y lograr la reincorporación de las 357
personas”. Algo que terminó en los tribunales del trabajo.
Bernarda Llorente |
“Con el cambio de signo
político, el 10 de diciembre de 2019, se produjo el pronto alejamiento
de Rodolfo Pousá, su presidente hasta ese momento y el
consecuente registro de Bernarda Llorente en su reemplazo. La
periodista, productora y politóloga venía ejerciendo la función de
manera informal, desde que asumió la presidencia Alberto Fernández.
Dijo Llorente en este reciente aniversario: ‘La agencia Télam cumple 75
años. Juan Domingo Perón la creó con el objetivo de tener una voz propia
en el mundo. La historia de Télam es, ante todo, la historia de un
proyecto de soberanía informativa. A pesar de los repetidos intentos de
vaciarla, censurarla e incluso clausurarla. A lo largo de estos 75 años
se verá en la mayor agencia productora de contenidos periodísticos de
América Latina, y la segunda más grande de habla hispana. Este
aniversario nos encuentra en medio de una pandemia y hoy más que nunca
resulta vital llegar a todos los rincones del territorio argentino con
información verificada y herramientas para los ciudadanos que pueden
sobrellevar una realidad compleja y de gran incertidumbre.
Télam va a recuperar el lugar
que nunca debió perder. Hoy transitamos un proceso de recuperación a
partir de una decisión del Estado Nacional de recuperar su principal
riqueza: sus trabajadores, su experiencia y compromiso. Cuando llegamos,
Télam estaba destruida. Intentaron hacer una agencia paralela con poca
gente en Tecnópolis y dejaron a los trabajadores en las otras sedes (de
la calle Bolívar y de la avenida Belgrano), donde cerraron pisos;
sacaron equipamiento. Intentaron sacarle a la gente la dignidad y el
orgullo de pertenecer a esta agencia.
Con la convicción de que el Estado también hace y defiende la soberanía
con el trabajo cotidiano de informar con veracidad y rigor periodístico
con pluralidad de voces y representaciones colectivas, para ayudar a
construir una sociedad más equitativa y una mejor democracia”.
Cabe señalar que “El cómputo de gastos de Télam forma parte del
presupuesto global del Estado argentino, aunque la agencia también
genera ingresos propios en concepto de publicidad y por medio de la
venta de su servicio informativo a sus más de 2800 abonados”.
Publicado originalmente en
Marcelo Bonelli RELACIONADO:
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