 | Mirada internacional: Cataluña: elecciones
y "visiones" (Cobertura -de permanente actualización- sobre las elecciones en Catalunya) Orestes Martí |
El presidente del Gobierno y del PP, Mariano Rajoy, durante la cena de navidad del PP de Madrid. EFE/MariscalRESULTADO ELECCIONES 21-D
Catalunya expulsa a Rajoy, España empieza
La contundente victoria de Ciutadans en Catalunya no dará a Inés Arrimadas la Presidencia de la Generalitat, pero supone la mayor crisis del Partido Popular desde que Aznar tomó las riendas clausurando la AP de Fraga para siempre.
ANA PARDO DE VERA @pardodevera
Si el presidente del Gobierno tuviera un mínimo de moral, se habría ido cuando se conocieron los papeles de Bárcenas con el detalle acreditado de parte de la financiación ilegal del PP y su corrupción genética.
Si, además, aun careciendo de conciencia, tuviera un mínimo de dignidad y la quisiera para su partido, presentaría inmediatamente su dimisión y convocaría elecciones generales tras los resultados de los comicios al Parlament de Catalunya, precedidas de la mayor crisis institucional en 40 años que, lejos de resolverse en el día de hoy, se ha (re)confirmado con una mayoría indiscutible del independentismo y la arrolladora victoria de Ciutadans.
Quienes están en contra de la apisonadora del Gobierno sobre Catalunya (con el apoyo del PSOE y Ciudadanos) y pese al deseo de mantener al pueblo catalán con el resto de España, feliz y realizado, seguramente se alegren hoy de esta victoria de los apestados de La Moncloa; un triunfo que no es, ni más ni menos, que la corroboración de que la Política y sólo la Política es el camino para desfacer este entuerto y, no digamos, este agravio.
El agravio, el dolor y la humillación de las cargas policiales del 1-O, del 155, de los barrotes carcelarios del candidato a president Junqueras y su conseller Forn y del think tank independentista Òmnium-ANC; del candidato president Puigdemont refugiado en Bélgica de la ley (que no justicia) española; el agravio pese a la legitimidad de un independentismo al que el ordenamiento jurídico del Estado español le impide ser consumado aunque vaya en un programa electoral mayoritario en el Parlament.
Rajoy ha sido expulsado de Catalunya y empieza a serlo de España por dejadez, incomparecencia, negación, irresponsabilidad y -desde hoy- llevar a su partido al principio del fin gracias a una alternativa cultivada con mimo en su propia casa ideológica con ninguneo y desprecio, en línea con la forma de hacer política de Rajoy: la nada. Lo que no ha conseguido la corrupción del PP, seguramente, lo logren los catalanes.
La contundente victoria de Ciutadans en Catalunya no dará a Inés Arrimadas la Presidencia de la Generalitat, casi con toda probabilidad y por ahora, pero supone la mayor crisis del Partido Popular desde que Aznar tomó las riendas clausurando la AP de Fraga para siempre.
Albert Rivera (d), líder de Ciudadanos, junto a José María Aznar, presidente de FAES Archivo EFE
José María Aznar, precisamente él, es el ganador intelectual de los votos del 21-D.
Rajoy y el PP son los responsables primeros, como presidente y partido del Gobierno de España, de no haber escuchado y haber despreciado a la que se ha vuelto a demostrar que es prácticamente la mitad de la población catalana; la que quería irse de España, la que sabemos que hoy sigue queriendo irse de España pese/gracias a la (no)política de Rajoy y, sobre todo, de este Gobierno. E insisto, pese/gracias a las amenazas de plagas bíblicas, a las de ruina económica, las cloacas de Interior, las porras, la cárcel, la anulación por la fuerza de la soberanía catalana y la intervención de su autonomía ante la mitad de un pueblo estupefacto y herido. Azuzado y motivado: fortalecido.
Rajoy se tiene que ir, pero el independentismo se queda y lo hace más legitimado, moralmente mucho más fuerte, con Puigdemont convertido en héroe a la cabeza.
Por cierto: ¿Van a detener al president de la Generalitat electo cuando vaya a Barcelona para ser investido?
IU señala que los resultados en las elecciones catalanas muestran que “el diálogo sigue siendo una necesidad histórica y la única vía para garantizar la convivencia”
Para esta formación, “el referéndum pactado, a partir de un debate sereno, es la única salida para solventar de una vez los problemas políticos”
Izquierda Unida considera que los resultados de las elecciones catalanas demuestran que “el diálogo sigue siendo una necesidad histórica y la única vía para garantizar la convivencia. El referéndum pactado, a partir de un debate sereno, es la única salida para solventar de una vez los problemas políticos”.
Para esta formación, con estos resultados “continúa el bloqueo”, por lo que “necesitamos de ese diálogo para construir un nuevo proyecto de país”.
Desde Izquierda Unida “felicitamos a Ciudadanos y esperamos que su apuesta por el diálogo no haya sido una simple ‘trampa’ de campaña electoral. Mientras, la mayoría absoluta lograda por el bloque independentista no avala su vía unilateral, pero obliga a todas las formaciones a dialogar y resolver el problema con un referéndum pactado, tras un debate profundo en la sociedad española y catalana. El unilateralismo conduce a un callejón sin salida”.
IU apunta también que “la debacle electoral cosechada por el PP supone el fracaso del artículo 155. Un partido radicalizado en el sectarismo como el PP no puede mantener secuestrada la democracia y las derechas no pueden rentabilizar a su manera el enfrentamiento identitario”.
De la misma forma, “desde Izquierda Unida felicitamos a nuestra militancia y a todas las activistas sociales y sindicales que nos han acompañado. Desgraciadamente, la polarización y nuestros errores han llevado a estos malos resultados para nuestro espacio político que, pese a vencer en las últimas elecciones generales en Catalunya, ahora ha perdido un número importante de apoyos en unos comicios celebrados en clave nacionalista. Por el contrario, han sido las derechas, en sus distintas expresiones, las que han sabido rentabilizar la confrontación, ocultando los recortes, la corrupción y la cuestión social”.
Para IU, entre las conclusiones que se pueden sacar de estas elecciones está “la necesidad de iniciar una nueva etapa en la que la clase trabajadora seamos la protagonista de un nuevo proyecto de convivencia democrática y social”, del mismo modo que “ratificamos nuestro proyecto de República Federal y Solidaria ante el agotamiento del modelo territorial y el empobrecimiento de las condiciones de vida de las clases trabajadoras”.
Alberto Garzón:
Han vencido las derechas en Catalunya. Se envuelven en distintas banderas y símbolos, pero comparten la misma ideología (prueba de ello es que los eurodiputados de C’s y el PDeCAT/JxCAT forman parte de ALDE, el grupo parlamentario de los liberales en la Eurocámara). Y, en el fondo, seguimos igual: ni DUI ni 155 son la solución.
Mi más profundo agradecimiento a Xavier Domènech y a toda la militancia que ha hecho campaña por un proyecto de derechos sociales en un Estado plurinacional. Seguiremos trabajando por una España republicana y federal, pensada desde abajo y para los de abajo.
Son malos resultados para la izquierda. Hay tareas que tenemos que abordar con urgencia y humildad. Barrios ricos y barrios pobres han votado las mismas políticas aunque sea bajo distintas siglas. Mucho que hacer para transformar esta realidad.
“Un nacionalismo llama a otro nacionalismo”, decía Bertolt Brecht. Le faltó por añadir que ambos son fenómenos ciegos ante la cuestión social. La clase trabajadora es siempre la primera víctima de la lucha de banderas. Ya se sabe, los pobres no tienen patria.
El problema aquí es histórico: España es plurinacional. Pero esto es una constatación y no un deseo. Hay quien se siente catalán y hay quien se siente español. A veces en la izquierda se cree que la nación española no existe. Gran error.
Cuando Marx y Engels escribían que “los obreros no tienen patria” no se referían a la ausencia de sentimientos de identidad, sino a lo estúpido de tenerlos sobre esa base nacionalista. La comunidad / identidad, mejor entre obreros y obreras.
IU señala que los resultados en las elecciones catalanas muestran que “el diálogo sigue siendo una necesidad histórica y la única vía para garantizar la convivencia”
http://www.izquierda-unida.es/node/16925
De Ricard A JE
¿Quien ha ganado? Primeras reflexiones sobre los resultados del 21D
Se consolida la división identitaria de la sociedad catalana. Los resultados no dan una salida política y una tendencia a la derechización, tanto en España como en Catalunya.
Mayoría absoluta independentista en diputados, no mayoría en votos. Tendrán muchas contradicciones entre JxCat, ERC y CUP, ¿Llegarán a acuerdos y continuarán con el proceso? JxCat se consolida, contra todo pronóstico,, como fuerza política hegemónica en el independentismo.
Mayoría no independentista en votos. C's primera fuerza política en diputados y votos. Se consolida la transmutación del cinturón rojo en naranja cuando el eje político bascula entre el eje España va Catalunya.
Las derechas de los dos lados del Ebro reforzadas y refundadas (JxCat y C's). ¿Tenderán a buscar acuerdos de cara al futuro? El PP colapsa y fracasa en su empeño de utilizar la aplicación del 155. ¿Crisis de la vieja derecha españolista y refundación hacia una nueva?
La izquierda dividida y polarizada por el enfrentamiento identitario. Las izquierdas no suman y el posible 'govern de progres' (ERC, PSC y CeCP) se esfuma.
La efímera subida del PSC muestra el fracaso de cierta izquierda que se ha alineado con el nacionalismo reaccionario españolista. Solo ha servido para alimentar el voto a C's.
El batacazo de la CUP es debido a la vuelta de mucho votante a ERC (en 2015 un sector de ERC no se vio identificado con JxS), al desgaste debido a apoyar las políticas antisociales de JxS y a la derechización de la sociedad debido al enfrentamiento identitario. También a votantes de izquierdas que han vuelto al espacio de CeCP.
Catalunya En Comu Podem aguanta un resultado al obtener entrono a 300 mil votos y 8 diputados, en un entorno marcado por el enfrentamiento identitario.
¿Hubiera tenido un mejor resultado si hubiera dado el mismo discurso de izquierdas de la campaña en estos últimos años? ¿Se ha pagado la división de CSQEP, las ambigüedades y oportunismos de algunos de sus dirigentes en estos años? ¿Porque los barrios obreros se deslizan hacia el nacionalismo español y no hacia la izquierda? ¿Como la izquierda ha de recuperar la hegemonía entre la clase obrera y la alianza con las fuerzas populares? Muchas tienen que mejorar en el discurso y en la organización, en un sentido de clase y de izquierdas.
Independentistas
logran mayoría absoluta en elecciones catalanasagp/edu. Madrid, 21 dic (PL)
Los partidos separatistas de Cataluña
consiguieron hoy la mayoría absoluta en el parlamento regional en las cruciales
elecciones celebradas en esa comunidad autónoma del noreste de España, según los
primeros datos oficiales.
Con el 99,55 por ciento de los votos escrutados, la coalición Juntos por Cataluña (JxC), Esquerra Republicana (ERC) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) obtienen 70 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta, fijada en 68 de 135 diputados.
Los liberales de Ciudadanos (Cs, contraria a la secesión), con 37 bancas, se colocan como la lista más votada en los decisivos comicios, en los que detractores y partidarios de la unidad de España se disputaban el control de la asamblea legislativa.
Ese triunfo, sin embargo, les impide encabezar un gobierno en la próspera región de 7,5 millones de habitantes, pues junto a las otras fuerzas del llamado bloque constitucionalista -Partido Socialista (PSC) y Partido Popular (PP)- no superan a los independentistas.
Detrás de Cs se ubica la coalición conservadora JxC del cesado presidente catalán Carles Puigdmont, que alcanza 34 asientos en la cámara catalana, dos más que la izquierdista ERC, del también depuesto vicemandatario Oriol Junqueras.
La cuarta posición, con 17 representantes, corresponde al PSC, referente del Partido Socialista Obrero Español en el territorio mediterráneo.
Secundan a los socialdemócratas, Catalunya en Comú-Podem (ocho escaños) y los anticapitalistas de la CUP (cuatro), mientras que el último puesto corresponde al PP del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que apenas consiguió tres diputados.
Con varios de sus candidatos presos o en el exterior, los catalanes concurrieron este jueves a unas elecciones anómalas, forzadas por el ejecutivo de Rajoy para contener las pretensiones separatistas de la rica autonomía.
Más de 5,5 millones de electores estaban llamados a votar este jueves en unos comicios de carácter excepcional, convocados por la administración central al amparo del artículo 155 de la Constitución, nunca antes utilizado en cuatro décadas de democracia.
Bajo el paraguas del polémico precepto, Rajoy intervino la región, cesó a Puigdemont y a todo su gabinete y disolvió el parlamento, que el pasado 27 de octubre aprobó una declaración unilateral de independencia, pese a su prohibición por la justicia española.
Estos comicios eran vistos como una suerte de plebiscito entre quienes favorecen la escisión de Cataluña y los que apuestan por su permanencia en España.
Además, acontecieron en circunstancias excepcionales, con cuatro dirigentes independentistas encarcelados, entre ellos el exvicepresidente Junqueras y el otrora mandatario catalán en Bélgica, hacia donde se desplazó tras su destitución por Rajoy.
Con el 99,55 por ciento de los votos escrutados, la coalición Juntos por Cataluña (JxC), Esquerra Republicana (ERC) y la Candidatura de Unidad Popular (CUP) obtienen 70 escaños, dos por encima de la mayoría absoluta, fijada en 68 de 135 diputados.
Los liberales de Ciudadanos (Cs, contraria a la secesión), con 37 bancas, se colocan como la lista más votada en los decisivos comicios, en los que detractores y partidarios de la unidad de España se disputaban el control de la asamblea legislativa.
Ese triunfo, sin embargo, les impide encabezar un gobierno en la próspera región de 7,5 millones de habitantes, pues junto a las otras fuerzas del llamado bloque constitucionalista -Partido Socialista (PSC) y Partido Popular (PP)- no superan a los independentistas.
Detrás de Cs se ubica la coalición conservadora JxC del cesado presidente catalán Carles Puigdmont, que alcanza 34 asientos en la cámara catalana, dos más que la izquierdista ERC, del también depuesto vicemandatario Oriol Junqueras.
La cuarta posición, con 17 representantes, corresponde al PSC, referente del Partido Socialista Obrero Español en el territorio mediterráneo.
Secundan a los socialdemócratas, Catalunya en Comú-Podem (ocho escaños) y los anticapitalistas de la CUP (cuatro), mientras que el último puesto corresponde al PP del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, que apenas consiguió tres diputados.
Con varios de sus candidatos presos o en el exterior, los catalanes concurrieron este jueves a unas elecciones anómalas, forzadas por el ejecutivo de Rajoy para contener las pretensiones separatistas de la rica autonomía.
Más de 5,5 millones de electores estaban llamados a votar este jueves en unos comicios de carácter excepcional, convocados por la administración central al amparo del artículo 155 de la Constitución, nunca antes utilizado en cuatro décadas de democracia.
Bajo el paraguas del polémico precepto, Rajoy intervino la región, cesó a Puigdemont y a todo su gabinete y disolvió el parlamento, que el pasado 27 de octubre aprobó una declaración unilateral de independencia, pese a su prohibición por la justicia española.
Estos comicios eran vistos como una suerte de plebiscito entre quienes favorecen la escisión de Cataluña y los que apuestan por su permanencia en España.
Además, acontecieron en circunstancias excepcionales, con cuatro dirigentes independentistas encarcelados, entre ellos el exvicepresidente Junqueras y el otrora mandatario catalán en Bélgica, hacia donde se desplazó tras su destitución por Rajoy.
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