América Latina: la confrontación.
República de Colombia Por Orestes Martí
“El
nuevo mapa político en Colombia” lo describe Pedro
Santana Rodríguez en su artículo publicado en ALAI,
que compartimos con nuestros lectores
Se realizaron este domingo 27 de octubre las elecciones regionales
en Colombia. Un nuevo mapa político salió de estas elecciones.
Digamos para comenzar que el gran derrotado fue el Centro
Democrático de Álvaro Uribe Vélez que se había propuesto
lograr según sus propias metas 500 alcaldías en todo el país. El
resultado final les deja apenas 100 alcaldías de las 1103 que
eligieron alcaldes este domingo. Uribe reconoció que había sido
derrotado. Quizás la derrota más significativa fue la de Medellín
en donde Daniel Quintero candidato avalado por firmas e
independiente derrotó a toda la clase política tradicional y en
particular al uribismo y su candidato Alfredo Ramos.
Medellín ha sido plaza difícil para el uribismo, allí nunca ha
podido ganar y no lo logró en esta ocasión a pesar de todos los
esfuerzos hechos por el propio Uribe a lo largo de estos últimos
meses.
También fue derrotado en el departamento de Antioquia en
donde ganó el candidato de una amplia coalición, Aníbal Gaviria,
sobre su candidato Andrés Guerra. En materia de gobernaciones
el uribismo apenas retuvo la gobernación del Departamento del
Casanare y en las más grandes ciudades del país obtuvo
resultados muy mediocres. Esta dura derrota del uribismo le hace
mucho bien al país y muestra el hartazgo de un sector muy amplio de
la ciudadanía que critica a Uribe y a sus intentos por sabotear
desde el gobierno nacional el proceso de paz alcanzado con las
FARC y las políticas neoliberales que siempre ha abanderado
Uribe. Además la derrota del uribismo se da en medio de un proceso
judicial en la Corte Suprema de Justicia en que el
expresidente está acusado de comprar testigos en un proceso iniciado
por él contra el senador del Polo Democrático, Iván Cepeda,
quien fue exonerado por la Corte que en cambio abrió proceso penal a
Uribe y que en pocas semanas deberá resolver si cierra la
investigación o por el contrario lo llama a juicio, que es lo más
probable.
En las elecciones del domingo se mantuvo el poder en manos de los
clanes familiares en los departamentos de la Costa Caribe
tanto en la Guajira como en el Cesar donde volvió a
ganar el clan de la familia Gnecco así como los clanes familiares
que ganaron en el departamento de Bolívar con un candidato
cuestionado, Vicente Blel, hijo del condenado parapolítico
Vicente Blel que contó con el apoyo de toda la clase política
tradicional. Los clanes familiares perdieron en Sucre y en
Córdoba a manos del partido liberal que encabezó en esos
departamentos coaliciones amplias que derrotaron a los cacicazgos de
las familias Elias, Besaile y Guerra Tulena.
El clan de los Char ganó de nuevo, esta es la cuarta elección
que gana, la Alcaldía de Barranquilla y ahora extiende su
poder con Elsa Noguera a la gobernación del Departamento
del Atlántico. El clan de los Aguilar ganó de nuevo la
gobernación de Santander con uno de los vástagos de la
familia, Mauricio Aguilar, lo que constituye un verdadero
retroceso en este departamento. También ganó en el Valle del
Cauca la candidata de la actual gobernadora, Dilian Francisca
Toro, Clara Luz Roldán. De modo que en estas regiones del país
se mantiene el dominio del clientelismo y de clanes políticos que
mantienen un control férreo del poder del cual derivan sus recursos
en detrimento del bienestar colectivo. Hay allí un profundo problema
de cultura política democrática y la ausencia de alternativas
políticas ciudadanas.
En la costa caribe los clanes familiares que como hemos dicho están
muy relacionados con poderes mafiosos excepto quizás en
Barranquilla, fueron derrotados estruendosamente en el
departamento del Magdalena y en su capital, Santa Marta. El
movimiento del Centro Izquierda, Fuerza Ciudadana, le
arrebató el poder a los clanes Cote, Diazgrandos, Vives y
demás, que se presentaron unidos y en este caso también con el
respaldo del Clan Char de Barranquilla. Carlos Caicedo
Omar fue elegido como gobernador del departamento con cerca del
60% del total de la votación y Virna Johnson con el 63% del
total de los votos. Por tercera ocasión Fuerza Ciudadana gana
la alcaldía de Santa Marta. Y el palo electoral lo constituyó la
elección de William Dau en la Alcaldía de Cartagena.
Dawn se presentó por firmas y derrotó a los clanes familiares de los
Blel, el turco Hilsalca, etc. Esta es quizás la mayor sorpresa
electoral en la costa caribe.
El segundo fenómeno electoral lo constituyó a no dudarlo el triunfo
de las fuerzas de centro izquierda y los independientes en las
principales ciudades del país. En Bogotá ganó Claudia
López con un 35% de los votos al frente de una amplia coalición
de fuerzas de izquierda y de centro. Claudia López pertenece
a ese nuevo sector de renovación de las alternativas políticas. La
coalición estuvo conformada por el Partido Alianza Verde, el
Polo Democrático Alternativo y sectores independientes. López
es una aguerrida luchadora contra la corrupción y defensora de los
acuerdos de paz. En Cali ganó Jorge Iván Ospina
también militante del Partido Verde que contó con el apoyo de la
izquierda y a último momento con el apoyo del Partido de la U.
Ganaron también los verdes las Alcaldías de Palmira en el
Valle del Cauca y de Manizales y la gobernación del
departamento de Caldas así como la capital del departamento
del Caquetá, Florencia. Así pues las tres principales
ciudades del país serán gobernadas por fuerzas independientes en
Medellín y por el centro izquierda en Bogotá y Cali.
Es este el nuevo y esperanzador mapa político que salió de las
elecciones de este 27 de octubre.
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El gran reto que se enfrenta en
esta coyuntura es que las nuevas fuerzas que ganaron hagan buenos gobiernos
y que las fuerzas políticas que los llevaron al triunfo se renueven y se
organicen como proyectos colectivos, en sí mismos estos movimientos son muy
débiles como expresiones políticas organizadas. Estos son los retos a los
que se enfrentan.
No le fue bien a la Colombia Humana de Gustavo Petro. En
Bogotá su candidato Hollman Morris ocupó el tercer lugar con el 14% del
total de la votación (440.591). Con esta candidatura no solo puso en riesgo
la alcaldía de Claudia López sino además erosionó hacia el futuro un posible
acuerdo entre el centro y la izquierda que es imperioso de cara a las
elecciones presidenciales del año 2022. En el resto del país los resultados
tampoco fueron buenos para Colombia Humana.
Tres hechos adicionales merecerían la pena destacar. El primero que en una
buena parte del país en donde triunfaron las maquinarias tradicionales
clientelistas el voto en blanco fue o la segunda o la tercera votación lo
que demuestra el repudio a estas viejas prácticas políticas. Esto muestra
una ciudadanía independiente que podría ser la base social y política para
una renovación de la política en estas regiones. Un segundo hecho muy
importante es que la jornada electoral transcurrió en paz. Solo en un
municipio del país tuvo que ser trasladado un puesto de votación, lo que
contrasta con las elecciones de fechas pasadas en que el proceso electoral
estuvo cruzado por hechos de violencia. Esta jornada en paz es el resultado
del proceso de desmovilización de las FARC que de lejos era la
guerrilla que tenía la mayor capacidad militar para afectar los procesos
electorales. Pienso que en buena medida y como lo señaló la alcaldesa electa
Claudia López esta paz que se respiró el día de las elecciones
también permitió que se oxigenara la democracia, aparecieran nuevos temas en
la agenda pública y nuevos actores políticos. Son resultados concretos del
proceso de paz.
Y finalmente hay que destacar que la mayor parte de los gobiernos regionales
y municipales elegidos son defensores y amigos del proceso de Paz, lo que es
muy importante para contrarrestar el peso que tiene el gobierno nacional
poco comprometido con la implementación de los Acuerdos de Paz. Esto es muy
importante en la coyuntura colombiana. En estas elecciones los enemigos
abiertos y agazapados de la paz fueron derrotados.
Bogotá 31 de octubre de 2019
-Pedro Santana Rodríguez es director de la
Revista Sur (Colombia)
Piden renuncia de ministro de Defensa de Colombia
Bogotá, 6 noviembre (Prensa Latina)
La etiqueta #RenuncieMinistroBotero es hoy tendencia en Twitter, a pocas
horas de haber finalizado el debate de moción de censura contra el ministro de
Defensa de Colombia, Guillermo Botero.
Hemos vuelto a los falsos positivos (muertes de civiles registradas como caída
de guerrilleros en combate), afirmación realizada por el senador Roy Barreras,
fue una de las que más sobresalió durante el debate.
Barreras mostró documentos sobre la muerte de siete menores de edad en un
bombardeo del Ejército Nacional el pasado 2 de septiembre en el departamento de
Caquetá y luego la publicación oficial donde los da como bajas de combate.
Guillermo Botero, aseguró, conocía de este hecho y lo ocultó a la opinión
pública.
Por su parte, el Ministro dijo que ‘esta fue una operación lícita hecha con toda
la rigurosidad del Derecho Internacional Humanitario y con acompañamiento de la
Fiscalía, que desde un principio conocía de la operación’.
En gran debate, el senador Roy Barreras demostró en forma
incontrovertible que el ministro de Defensa ha tolerado la reedición de la
política de falsos positivos, expresó a través de su cuenta en Twitter Iván
Cepeda, de la Comisión de Paz del Senado.
El congresista Feliciano Valencia, del Movimiento Alternativo Indígena y Social,
escribió: ¿Después del debate de #MocionDeCensuraMinDefensa alguien puede dormir
tranquilo? Se denunció el bombardeo de al menos siete menores de edad, había una
niña de 12 años.
No sé qué es peor: Que el Ejército asesine siete niños, que el Ministro Botero
lo estuviera ocultando, o que esto a la extrema derecha le parezca normal,
manifestó la exsenadora Piedad Córdoba.
No podemos permitir que sigan acribillado a la guardia indígena. No podemos
seguir con la orientación militar y política del enemigo interno en donde todos
los colombianos son amenaza para el Ministro de Defensa de turno, apuntó la
congresista Aida Avella, de la Unión Patriótica.
La de la víspera fue una nueva moción de censura promovida contra el titular de
la cartera de Defensa en el Congreso en momentos de persistente violencia en el
departamento del Cauca, ya que partidos de oposición impulsaron otra en la
Cámara de Representantes en junio pasado al argumentar las fuertes críticas en
la gestión de Botero.
Con 121 votos a favor y 20 en contra, los congresistas decidieron que
permaneciera en el cargo, luego del debate de moción de censura en su contra
promovido por los partidos Alianza Verde y Fuerza Alternativa Revolucionaria del
Común (FARC).
Durante esa sesión legislativa a Botero se le cuestionó por el presunto retorno
a Colombia de los falsos positivos.
Los congresistas de la FARC hicieron mención de la ejecución extrajudicial del
excombatiente Dimar Torres, quien en abril pasado fue asesinado luego de ser
vejado y salvajemente torturado y en cuyo crimen trascendió la participación de
una patrulla del Ejército.
En los últimos meses, el Ejército colombiano ha estado en el centro de la
polémica sobre todo tras investigaciones publicadas por el diario estadounidense
The New York Times y el español El País que aseguran contar con documentos y
testimonios que podrían verse como el regreso a este país de la práctica de los
falsos positivos. |
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