Como se comenta en el “trino” anterior, ya se está celebrando
hoy en Chile el anunciado y trascendental plebiscito.
El periodista Rafael Calcines Armas, ha escrito sobre el mismo -en Prensa
Latina, desde la capital del propio país- su visión de aquel escenario, que
compartimos con nuestros amables lectores.
Chile decide cambio o continuidad en trascendental plebiscito
"Santiago de Chile, 25 oct (Prensa Latina) Tras un año de profunda convulsión
social y estragos económicos y sociales de la pandemia de Covid-19, Chile llega
hoy al momento de optar por una nueva Constitución o seguir con la actual.
“Un total de 14 millones 855 mil 719 electores están habilitados para participar
en el plebiscito de este domingo, en el cual deberán elegir también el mecanismo
que hará posible la redacción de una nueva ley fundamental, en caso de ganar la
opción del Apruebo.
“Ese abanico de votantes estará formado en 51 por ciento por mujeres, que tienen
una mayor participación tradicionalmente, y 40 de cada cien serán personas con
menos de 40 años, el sector etáreo más inclinado a que el país tenga una nueva
Constitución.
“El plebiscito, programado inicialmente para el 26 de abril, debió ser pospuesto
para esta fecha a causa de la pandemia de Convid-19, que apareció en el país a
principios de marzo.
“La fecha escogida, el 25 de octubre, casualmente o no, coincide con el
aniversario de la manifestación más grande que recuerda el país, en la cual más
de un millón de personas en Santiago salieron a las calles con un sinnúmero de
demandas.
“Apenas una semana antes se había producido un estallido social iniciado por
unas cuantas decenas de estudiantes secundarios que salieron a protestar por un
aumento de 30 pesos en el precio del pasaje del metro, y a los cuales el
gobierno no les dio mucha importancia.
“Pero la irreverente actitud de los jóvenes que llamaban a evadir el pago del
pasaje, se transformó en pocos días en un movimiento transversal, espontáneo y
sin color político definido, que resumió sus exigencias en una consigna: ‘No son
30 pesos, son 30 años’.
“Entre todos los reclamos fue ganando espacio el de una Asamblea Constituyente,
como forma de plasmar el conjunto de demandas de los más amplios sectores
sociales.
“Con este precedente y en medio de una enorme expectativa, llegó este domingo el
momento de que la protesta de millones en las calles se manifieste en las urnas
en busca de un cambio profundo o, si triunfa el Rechazo -lo que parece muy poco
probable según el estado de opinión imperante-, siga vigente la constitución
impuesta en 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet.
“Algunos observadores señalan que un factor influyente en los resultados, es el
alto abstencionismo característico en Chile desde que en 2012 se eliminó el voto
obligatorio, aunque consideran que ya sería un éxito superar el 49 por ciento de
asistencia reportado en las elecciones presidenciales de 2017.
“Otros dan por seguro que ante el enorme interés demostrado por la población, la
asistencia a las urnas será alta, a pesar del temor al contagio a la Covid-19 y
a que ocurran disturbios como han intentado inculcar las campañas de los
promotores del Rechazo.
“Según lo previsto, a las 08:00, hora local, se abrirán las dos mil 700 mesas de
votación, el sufragio se extenderá hasta las 20:00 horas, y esta misma noche se
conocerán resultados que marquen tendencia, según aseguró el presidente del
Servicio Electoral, Patricio Santamaría”.
Con anterioridad
Juan Carlos Ramírez Figueroa, publicaba en Página 12, “Un
plebiscito para borrar a Pinochet”, su particular opinión sobre el
tema.
Imagen: AFP
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Este domingo los chilenos concurrirán a las urnas para
elegir si cambian la constitución de 1980, creada por la dictadura
cívico-militar de Augusto Pinochet y que ha permitido un
sistema económico que privatizó la salud y educación, estimuló el saqueó del
estado en menos de monopolios empresariales y facilitó la extracción de recursos
naturales que dañaron gravemente al medio ambiente. “Serán dos papeletas: la
primera con la opción “Apruebo” y “Rechazo” — el cambio de constitución — y la
segunda, sobre la modalidad en caso de ganar la primera opción: “Convención
Constitucional” (155 ciudadanos elegidos por la ciudadanía) versus “Convención
Mixta” (86 parlamentarios y sólo 86 ciudadanos elegidos).
“Debido a la pandemia, que suma 18.313 muertos sumando casos sospechosos
atribuidos a la covid-19, la clásica polarización de la sociedad chilena se pudo
ver sólo en las redes sociales. Entre memes, hilos de twitter y discusiones,
llaman la atención los grupos de evangélicos que apoyan el “rechazo”,
especialmente líderes como Kevin Valenzuela (una especie de Miley mezclado con
Agustín Laje) que han llegado a decir que “Satanás está detrás de este proceso
refundacional de Chile”. Algo que más que generar temor, provocó burlas por un
discurso que, sin argumentos serios, recuerda mucho a integristas cristianos que
apoyaban a Jair Bolsonaro o Donald Trump.
“En las calles, al menos este viernes y con la campaña del plebiscito
finalizada, el ambiente se ve tranquilo, en parte debido a la primavera ventosa
y con temperaturas que promedian los 25 grados, y al proceso de desconfinamiento
que ya ha permitido la apertura de restaurantes con mesas en la calle y la
apertura de tiendas con aforo reducido.
“ESTADO DE EMERGENCIA
“Hace un año en Santiago se cumplía una semana del “Estado de Emergencia”,
decretado el 18 de octubre tras una escalada de incidentes entre policías y
manifestantes liderados por escolares que decidieron evadir el metro tras un
alzas de precios, que se sumaban a otras alzas y declaraciones de ministros
llamando a “madrugar” para aprovechar las tarifas bajas. Todo esto culminó con
estaciones quemadas (en un caso aún sin resolver), barricadas y bombas
lacrimógenas lanzadas a granel por las Fuerzas Especiales.
“Aún impresiona cómo las fuerzas armadas volvían a desplazarse por la capital
pero eran enfrentadas por nuevas generaciones que no tenían ningún temor a pesar
de que esos días dejaron un total de cinco muertos, sumados a diez más por parte
de carabineros.
“Aún no se hablaba de cambiar la constitución, sino más bien de alcanzar un
“nuevo pacto social”, discurso casi transversal en la elite política. Tuvo que
ser debido a la organización de la sociedad civil, destacando cabildos
autoconvocados donde se discutían y generaban documentos sobre la necesidad de
cambiar el modelo político y económico del país, la protesta del 25 de octubre
que llevó un millón de personas sólo en la capital de Chile y la huelga general
del cuatro de noviembre que aceleró las cosas hasta que el 15 de noviembre se
anunció tras una maratónica sesión en el Congreso Nacional un “Plebiscito por
una Nueva Constitución”. Al amanecer la Plaza Baquedano/Italia, rebautizada por
los manifestantes “Plaza de la Dignidad” amaneció cubierta de blanco, un hecho
curioso y que contrastaba con voces críticas que alertaban sobre un acuerdo a
espaldas de la ciudadanía que, por cierto, jamás dejó de protestar hasta marzo
de este año.
“Para el historiador, especialista en historia contemporánea de Chile, Marcelo
Casals, el sistema político institucional se vio obligado a reaccionar ante la
profundidad de la crisis y dar inicio a un proceso constituyente, cuestión que
dada la historia reciente de Chile resulta bastante radical. “El último proceso
constituyente se dio en el marco de una dictadura contrarrevolucionaria que se
arrogó el poder soberano para construir un nuevo orden inmune a todo cambio
sustantivo. La Constitución de 1980 tiene una serie de trampas constitucionales
que rigidizaron el sistema hasta hacerlo estallar. Sin calle, sin protesta, en
realidad, no estaríamos en esta situación”
“¿EL FIN DEL FANTASMA PINOCHET?
“Sin excepción todas las encuestas coinciden en el triunfo del “Apruebo”. Según
la reciente Data Influye un 69 por ciento votaría por la primera opción frente a
un 18 del rechazo. “Convención Constitucional” obtendría 61 por ciento de
adhesión.
“Para Casals no podría afirmarse nada más allá de eso. “Esa es la gracia de un
proceso constituyente, que no hay parámetros preestablecidos que definan el
nuevo orden institucional que salga de todo esto. Para aquellos de sensibilidad
más conservadora esa es razón suficiente para inclinarse por el rechazo, pero
para una mayoría social que dejó de creer en las supuestas bondades del
neoliberalismo en economía y en el modelo de democracia semisoberana al decir de
Carlos Huneeus en política, es una oportunidad de inclinar la balanza en su
favor.
“Casals explica que no es responsable hacer otras predicciones. “Existe un
consenso sobre los fundamentos del orden político chileno que tienen larga data,
y que obedecen a un imaginario republicano fuertemente compartido. Ese consenso
tiene hoy una expresión más concreta que podríamos denominar socialdemócrata,
también fuertemente difundida entre quienes salieron — salimos — a protestar en
octubre del año pasado. En resumen, se exige al Estado probidad, igualdad en el
trato, garantía de prestaciones básicas dignas e igualitarias, sobre todo en
salud, educación y seguridad social, protección del medioambiente, políticas de
reconocimiento de género y étnicas, y control de la feroz acumulación del gran
capital a través de una nueva estructura impositiva progresiva y de leyes
efectivas contra el extendido abuso empresarial.
“Este plebiscito es “de entrada”. Luego vienen las elecciones de ciudadanos
integrantes de la convención (ya sea mixta y constituyente) el 11 de abril de
2021, para luego dar paso a la redacción de la Constitución con un plazo de
nueve meses, renovable por tres más. Finalmente hará un plebiscito ratificatorio
“de salida” durante 2022. Si gana el “rechazo” se mantendría la Constitución de
1980.
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UNA OPORTUNIDAD HISTÓRICA
Por Eduardo Contreras:
Nuestro país vive hoy una situación insostenible y riesgosa. Desde luego
respecto del manejo de los recursos del Estado, mucho más tratándose de la época
difícil que se vive en todo el mundo. En tiempos de la Pandemia los gobiernos de
los diversos Estados destinan la mayor parte de los recursos económicos a la
Salud, la Educación, la Vivienda, la Previsión Social y a los ingresos de los
sectores de más bajos salarios. Pero el actual gobierno chileno no actúa del
mismo modo. Un ejemplo concreto es que, entre la Inteligencia, la Cultura y el
Arte por una parte y la Estulticia y la Fuerza bruta por otra, opta por esta
última.
Red FICP Canal de la Red de la Federación Internacional de Comunicadores Populares ESTA ES UNA PUBLICACIÓN DE LA RED DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL DE COMUNICADORES POPULARES (RedFICP)
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