Derechos humanos:
Pensionados y jubilados Orestes Martí |
Jubilados, el nuevo huerto de los políticos
europeos
Luis Rivas |
Los jubilados europeos van a pasar de ser un objetivo
electoral codiciado a vacas lecheras explotables para salvar los déficits
públicos. Su rabia, bien utilizada por algunas fuerzas políticas, se hace
sentir en las calles.
La generación europea occidental del "baby-boom" —la explosión de la natalidad entre los años finales de los 50 y la década de los 60— puede ser la última en haber disfrutado de un sistema laboral y de jubilación que les auguraba una existencia decente y una jubilación sin angustia.
La caída del índice de natalidad, el desempleo, la reducción de los salarios, el fin de la revalorización de las pensiones según el aumento de los precios de consumo, entre otros factores, hacen imposible mantener la ecuación. Los ingresos en los sistemas de protección son inferiores a los gastos. El sistema que algunos consideran un esquema piramidal como el conocido de "Ponzi", está a punto de saltar por los aires y los gobiernos no duda en recurrir a los ancianos para cuadrar sus cuentas.
En Francia, el estatus económico de los pensionistas es envidiado y respetado. Las pensiones medias son altas en relación a los sueldos actuales y una mayoría de los jubilados que han cotizado durante toda su vida puede permitirse todavía lujos a los que muchos asalariados deben renunciar. Su nivel de vida en un 6% superior al de la media nacional; un 70% son propietarios de su vivienda; pueden llegar a cobrar en algunos casos hasta el 70% de su mejor salario en activo.
Cierto es que desde 1993, cuando en Europa se empieza a atisbar la crisis de los sistemas de pensiones, todos los gobiernos franceses han realizado pequeños recortes en las cuentas de los llamados "seniors". Incluso en 2104 se llegó a congelar la revalorización del importe.
Macrón, desagradecido los jubilados
En Francia, como en otros países de la Europa Occidental, los pensionistas son el grupo electoral más fiel a las urnas y un objeto especial de atención de todos los partidos políticos. En las últimas elecciones presidenciales y legislativas, una mayoría de este segmento de la población votó a Emmanuel Macron.
Los jubilados franceses hubieran optado quizá por el conservador François Fillon, pero sus implicación en supuestos actos de corrupción dejaron el camino libre a Macron. Marine Le Pen, que pretendía cortejar a los pensionistas, se estrelló con su propuesta de abandonar el euro.
Los pensionistas franceses se han manifestado en las calles en su particular "marzo del 68" (fue en ese mes donde se inició lo que se conoce como " Mayo del 68 "). Macron, ha aplicado a los pensionistas un aumento del impuesto llamado Contribución Social Generalizada (CSG). Solo a los pensionistas.
Ante la protesta de los afectados y para apagar un nuevo conflicto en la víspera de las grandes movilizaciones contra sus reformas, el gobierno que dirige Edouard Philippe decidió eximir de la medida a 100.000 jubilados con pensión reducida.
Dos días después de sus vecinos franceses, los jubilados españoles tomaban también las calles. Miles de personas exigían al gobierno del conservador Mariano Rajoy "pensiones dignas".
España: recortes a derecha e izquierda
En España, el drama del desempleo se ha podido sobrellevar en muchas familias gracias a la ayuda de los abuelos. El paro, los bajos salarios, los contratos precarios y el paupérrimo índice de natalidad golpean la caja de las pensiones. Desvinculadas del aumento de precios de bienes de consumo, las pensiones han subido este año un 0,25 por ciento, una medida que muchos han tomado como un insulto.
El gobierno socialista de Rodríguez Zapatero se vió obligado, ya en 2010, a congelar las pensiones por primera vez en la historia del país.
En 1985 un ciudadano español recibía asistencia sanitaria gratuita y se jubilaba a los 65 con una pensión calculada sobre el salario de sus dos últimos años. En 2018, la asistencia sanitaria gratuita ha desaparecido para los jóvenes, la jubilación está fijada en los 67 años y el cálculo de la cuantía se establece sobre los últimos 25 años de trabajo, si se ha cotizado durante 37.
El gobierno del Partido Popular propone ahora incluir el aumento de las pensiones en los presupuestos generales del Estado. Una iniciativa destinada a obligar a los partidos a responsabilizarse en el caso de que no le ayuden a alcanzar la mayoría de votos necesarios para aprobar la medida en las Cortes. El PP fue el partido que recibió más apoyo de los jubilados españoles en las dos últimas elecciones.
La generación europea occidental del "baby-boom" —la explosión de la natalidad entre los años finales de los 50 y la década de los 60— puede ser la última en haber disfrutado de un sistema laboral y de jubilación que les auguraba una existencia decente y una jubilación sin angustia.
La caída del índice de natalidad, el desempleo, la reducción de los salarios, el fin de la revalorización de las pensiones según el aumento de los precios de consumo, entre otros factores, hacen imposible mantener la ecuación. Los ingresos en los sistemas de protección son inferiores a los gastos. El sistema que algunos consideran un esquema piramidal como el conocido de "Ponzi", está a punto de saltar por los aires y los gobiernos no duda en recurrir a los ancianos para cuadrar sus cuentas.
En Francia, el estatus económico de los pensionistas es envidiado y respetado. Las pensiones medias son altas en relación a los sueldos actuales y una mayoría de los jubilados que han cotizado durante toda su vida puede permitirse todavía lujos a los que muchos asalariados deben renunciar. Su nivel de vida en un 6% superior al de la media nacional; un 70% son propietarios de su vivienda; pueden llegar a cobrar en algunos casos hasta el 70% de su mejor salario en activo.
Cierto es que desde 1993, cuando en Europa se empieza a atisbar la crisis de los sistemas de pensiones, todos los gobiernos franceses han realizado pequeños recortes en las cuentas de los llamados "seniors". Incluso en 2104 se llegó a congelar la revalorización del importe.
Macrón, desagradecido los jubilados
En Francia, como en otros países de la Europa Occidental, los pensionistas son el grupo electoral más fiel a las urnas y un objeto especial de atención de todos los partidos políticos. En las últimas elecciones presidenciales y legislativas, una mayoría de este segmento de la población votó a Emmanuel Macron.
Los jubilados franceses hubieran optado quizá por el conservador François Fillon, pero sus implicación en supuestos actos de corrupción dejaron el camino libre a Macron. Marine Le Pen, que pretendía cortejar a los pensionistas, se estrelló con su propuesta de abandonar el euro.
Los pensionistas franceses se han manifestado en las calles en su particular "marzo del 68" (fue en ese mes donde se inició lo que se conoce como " Mayo del 68 "). Macron, ha aplicado a los pensionistas un aumento del impuesto llamado Contribución Social Generalizada (CSG). Solo a los pensionistas.
Ante la protesta de los afectados y para apagar un nuevo conflicto en la víspera de las grandes movilizaciones contra sus reformas, el gobierno que dirige Edouard Philippe decidió eximir de la medida a 100.000 jubilados con pensión reducida.
Dos días después de sus vecinos franceses, los jubilados españoles tomaban también las calles. Miles de personas exigían al gobierno del conservador Mariano Rajoy "pensiones dignas".
España: recortes a derecha e izquierda
En España, el drama del desempleo se ha podido sobrellevar en muchas familias gracias a la ayuda de los abuelos. El paro, los bajos salarios, los contratos precarios y el paupérrimo índice de natalidad golpean la caja de las pensiones. Desvinculadas del aumento de precios de bienes de consumo, las pensiones han subido este año un 0,25 por ciento, una medida que muchos han tomado como un insulto.
El gobierno socialista de Rodríguez Zapatero se vió obligado, ya en 2010, a congelar las pensiones por primera vez en la historia del país.
En 1985 un ciudadano español recibía asistencia sanitaria gratuita y se jubilaba a los 65 con una pensión calculada sobre el salario de sus dos últimos años. En 2018, la asistencia sanitaria gratuita ha desaparecido para los jóvenes, la jubilación está fijada en los 67 años y el cálculo de la cuantía se establece sobre los últimos 25 años de trabajo, si se ha cotizado durante 37.
El gobierno del Partido Popular propone ahora incluir el aumento de las pensiones en los presupuestos generales del Estado. Una iniciativa destinada a obligar a los partidos a responsabilizarse en el caso de que no le ayuden a alcanzar la mayoría de votos necesarios para aprobar la medida en las Cortes. El PP fue el partido que recibió más apoyo de los jubilados españoles en las dos últimas elecciones.
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