sábado, 22 de febrero de 2020

Esa cosa que llaman OTAN Por Orestes Martí


Esa cosa que llaman OTAN
Por Orestes Martí

Las Palmas de Gran Canaria
2020-02-22
Como es bien sabido - pero que conviene recordar-, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es una organización internacional política y militar que agrupa a un total de 28 países. En ella se unen los firmantes del Tratado de Bruselas, Estados Unidos y Canadá, así como otros cinco países de Europa Occidental invitados a participar. La sede de la Organización se encuentra en Mons, Bruselas y la de su comando militar en Bélgica. La OTAN posee el mayor arsenal nuclear de la historia, suficiente para destruir el mundo (con información de ECURED)
Recientemente, el profesor mexicano Alfredo Jalife-Rahme escribió un trabajo que tituló “Mundo posoccidental de la Conferencia de Seguridad de Múnich contra China y Rusia”, de obligatoria lectura (en nuestra opinión, obviamente) muy especialmente en lo que apunta el profesor: La Conferencia de Seguridad de Múnich exhibió la fractura de EEUU con Francia y Alemania y la pérdida de rumbo de la OTAN.

 Dice el profesor, entre otras cosas: “Mike Pompeo — exdirector de la CIA, zelote del evangelismo sionista y hoy secretario de Estado — intentó apaciguar la angustia, más alemana que europea, al proclamar sin sustento que la OTAN “está ganando colectivamente” y que “la muerte de la alianza transatlántica está gruesamente sobre exagerada”.
“Pompeo basó el éxito de lo que denomina los “países libres” en que “los migrantes huyen a Europa y no a Cuba y que la gente va a estudiar a Cambridge y no a Caracas, mientras que las empresas se abren en Silicon Valley y no en San Petersburgo”. ¡Qué pueril!”…
…. “Más allá de los consabidos diagnósticos de Macron sobre el devenir de Europa — “muerte cerebral de la OTAN” y necesidad geoestratégica de acercarse a Rusia para no empujarla a los brazos de China — , el presidente galo aceptó que existe “un debilitamiento de Occidente”…..
…. “Mucho más diplomático, ya que la andanada de EEUU se concentró en China, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, apeló para un “nuevo orden mundial posoccidental” y, de paso, desechó a la OTAN como una “reliquia de la Guerra Fría”….

Por otra parte y en relación con este tema de la OTAN y su pérdida cerebral Russia Today acaba de publicar un interesante artículo que vamos a compartir de forma íntegra, para que nuestros lectores puedan evaluar la situación y posteriormente decidir si asistirán o no al posible entierro de la belicosa organización.


Un caza F18 finlandés durante un ejercicio de la OTAN en Finlandia, el 14 de enero de 2020.Johanna Geron / Reuters
Cómo y para qué lucha la OTAN contra dos doctrinas militares rusas “inexistentes”

La Alianza Atlántica toma medidas para contrarrestar dos supuestos conceptos conocidos como ‘escalar para desescalar’ y la ‘doctrina Guerásimov’.

La OTAN ha intensificado últimamente la ‘lucha’ contra dos doctrinas militares atribuidas a Rusia, que, según Moscú, sencillamente no existen, expone el diario ruso Kommersant, que cita fuentes militares rusas, así como de la Alianza Atlántica.

Según el diario, durante una reciente reunión con el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, el canciller ruso, Serguéi Lavrov, le propuso restaurar el diálogo regular a nivel de militares.

Sin embargo, la alianza solo se muestra dispuesta a continuar con la comunicación a nivel político dentro del Consejo Rusia-OTAN. De hecho, un alto representante de la Alianza reveló en declaraciones a Kommersant que desde 2014 todo el personal militar del bloque, excepto el comandante supremo para Europa y el presidente del Comité Militar, tiene prohibido discutir temas de seguridad con sus colegas rusos, de forma que, si se cruzan en algún evento, solo pueden “hablar de temas abstractos, del clima o de deportes”.

En Moscú, por su parte, creen que la falta de comunicación a nivel militar amenaza con provocar una mayor desconfianza mutua e interpretaciones incorrectas de las intenciones de cada parte. Según fuentes de Kommersant en la Cancillería y el Ministerio de Defensa de Rusia, esa tendencia ya resulta evidente, pues la OTAN está tomando medidas cada vez más activas para contrarrestar dos doctrinas militares rusas que ni siquiera existen.

‘Escalar para desescalar’

El pasado 4 de febrero trascendió que EE.UU. había desplegado por primera vez misiles balísticos con ojivas nucleares de bajo rendimiento en sus submarinos. El entonces viceministro de Defensa, John Rood, explicó que la medida era necesaria para disuadir a Rusia, que, según él, cree que el uso de armas nucleares de baja potencia le daría una ventaja sobre Washington.

En 2019, EE.UU. adoptó una doctrina titulada ‘Operaciones Nucleares’, que admite la posibilidad de usar armas nucleares para cambiar el curso de los conflictos armados convencionales. A la hora de explicar la necesidad de reducir el umbral para el uso de estas armas, el Pentágono argumentó que Rusia ya había comenzado a desarrollar escenarios para un ataque nuclear limitado.

¿Existe o no?

Según se enfatiza desde el Ministerio de Defensa ruso, la doctrina militar nacional incluye el principio de “disuasión nuclear defensiva”, que establece que el uso de armas nucleares sólo es posible en respuesta a un ataque nuclear contra el país. “El uso de armas nucleares en una guerra con medios de destrucción convencionales se considera una medida excepcional forzada cuando es imposible detener la agresión y preservar la soberanía del Estado con otras fuerzas y medios disponibles”, señaló el Ministerio de Defensa. De esta forma, “la declaración sobre el principio de ‘escalada para la desescalada’, supuestamente consagrado en la doctrina militar Rusa sobre el uso de armas nucleares, no se corresponde a la realidad y es una distorsión deliberada de la misma”, aseguró el departamento a Kommersant.

Sin embargo, las fuentes de la OTAN consultadas por el diario no se muestran convencidas. “El hecho de que los documentos oficiales rusos no mencionen este tipo de ataque no significa que Rusia no esté trabajando en tales escenarios”, señaló una fuente en la sede de la OTAN, agregando que “los eventos recientes muestran que Rusia ve a la OTAN como una amenaza clave, y no tenemos derecho a ignorarlo”.

‘Doctrina Guerásimov’
 

Paralelamente, la OTAN ha comenzado a tomar medidas más activas contra la ‘amenaza híbrida’ rusa, supuestamente basada en la llamada ‘doctrina Guerásimov’ sobre formas no militares de lograr objetivos políticos y estratégicos, según se desprende de la declaración de la cumbre de la OTAN de diciembre. Aunque la ‘doctrina Guerásimov’ no se menciona en este documento, el término es utilizado por muchos representantes oficiales de la alianza, como el secretario de Defensa británico Ben Wallace. En referencia a los métodos híbridos de confrontación, Wallace aseguró el primer día de aquella cumbre celebrada en Londres que “las redes sociales, la ciberesfera y una sociedad más abierta” brindan a sus rivales “oportunidades sin precedentes para lograr sus objetivos”, al tiempo que aseveró que “la ‘doctrina Guerásimov” está con nosotros por mucho tiempo”.

¿De qué se trata?
 

Todo se remonta a un artículo que el jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas rusas, el general Valeri Guerásimov, publicó en 2013, y en el que analizaba métodos modernos de guerra. En su análisis, el militar ruso destacaba que el enfoque se está desplazando hacia “un amplio uso de medidas políticas, económicas, informáticas, humanitarias y otras medidas no militares, implementadas usando el potencial de protesta de la población”. El artículo iba acompañado de una infografía sobre ‘el papel de los métodos no militares en la resolución de conflictos interestatales’.

Curiosamente, en su artículo, el jefe militar ruso hablaba de las operaciones de Occidente, y no de las de Rusia. En particular, Guerásimov analizaba los ejemplos de Libia, Siria y, sobre todo, los esfuerzos occidentales relacionados con la Primavera Árabe. Sin embargo, en Occidente entendieron la publicación de una manera completamente diferente: “como un manual de entrenamiento para las Fuerzas Armadas rusas y servicios especiales para librar un nuevo tipo de guerra”, indica Kommersant.

¿Existe o no?

Desde el Ministerio ruso de Defensa insisten en que Rusia no tiene ninguna doctrina sobre guerras híbridas, incluso con uso de armas cibernéticas. “El término ‘doctrina Guerásimov’ fue creado artificialmente por representantes del Pentágono y de la OTAN para justificar su mayor actividad militar e intimidar a la opinión pública internacional con una ‘amenaza militar rusa’ imaginaria”, asegura el Ministerio.

De hecho, apunta que, si bien señalaron en repetidas ocasiones a países occidentales que el Ejército ruso no sigue ninguna ‘doctrina Guerásimov’, “continúan difundiendo este término inventado con persistencia maníaca, incluso para aumentar la financiación de sus programas militares”.

Sin embargo, la OTAN tampoco cree estas afirmaciones. Michael Ruehle, representante de la Oficina de Nuevos Desafíos de Seguridad de la Alianza, declaró a Kommersant que no es tan importante el nombre de una doctrina en particular, sino “la esencia de las herramientas utilizadas contra nosotros”, para las que se desarrollan “contramedidas”. Otro alto funcionario de la OTAN, al escuchar que, según las autoridades rusas, esa doctrina no existe, saltó: “¿Cómo que no? Si tengo la infografía de su artículo colgada en mi oficina”.

RELACIONADO:
Portavoz de la Cancillería rusa: "Stoltenberg vuelve a confirmar que el cerebro de la OTAN está muerto"
María Zajárova reacciona a las declaraciones del secretario general de la OTAN sobre la retirada de EE.UU. del tratado clave de la limitación de la carrera armamentista.
Nessie, la maldición del faraón y la 'doctrina Guerásimov': La 'guerra híbrida' rusa que no existe
La amenaza de una 'guerra híbrida' por parte de Rusia se ha apoderado de las mentes occidentales. El problema es que esta supuesta gran estrategia sencillamente no existe.
El 'funeral' del cerebro de la OTAN
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, diagnosticó a la OTAN muerte cerebral en su entrevista con la revista The Economist.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario