Canarias: Banderas revolucionarias a media asta (II)
Por Orestes Martí.(Elaborado de forma colectiva, mediante el “aporte” de los participantes)
Días atrás, publicamos la noticia del fallecimiento del histórico combatiente social Domingo Santana Armas, conocido cariñosamente por “Domingo Valencia”.
Ayer, bajo el llanto constante de los elementos sobre la Cima de la Sima, los quejidos de flautas y violines y la presencia y el decir de voces populares, las cenizas mortales de “Valencia” fueron depositadas en una fosa como era su deseo.
Ayer, mirando desde lo alto -donde un día compartimos con Domingo, ideas e impresiones- recordamos muchas de ellas; serias, profundas y graves; “compartidas” frecuentemente en nuestros viajes a la amistad junto a “Carreta” y a “del Toro”; otras como la descrita en prosa poética (1) por desaparecidos “poetas populares”
Ojalá tenga la suerte
pocas veces conseguida
de que florezca mi vida
para cantarle a la muerte.
Ella es la mirada fuerte
en incontenible acecho;
y como en un marco estrecho
la mentira de vivir
y la verdad de morir
se me juntan en el pecho. (2)
Sin embargo, no es tan mala
la muerte de manos frías,
porque las categorías
más disímiles iguala…
Ella no establece escala
de edad, talento ni suerte…
Tal vez sería más fuerte
nuestra vida miserable,
si tuviera el invariable
socialismo de la muerte. (3)
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