En zonas afectadas por el huracán Irma, el PMA complementa la respuesta gubernamental en materia de alimentación. Foto: PMA.
Día Mundial de la Alimentación: Una celebración desde Cuba
por Redacción Digital
Por: Laura Melo
Hace apenas un mes, el huracán más potente que haya cruzado el Atlántico azotó la costa norte de Cuba. Aunque las pérdidas han sido notables, el país se recupera. Su resiliencia y sus fortalezas para la protección de las personas son un ejemplo para la región y el mundo, en tiempos en que son cada vez más evidentes los vínculos entre los desastres naturales, los conflictos, la migración y el repunte del hambre a nivel global.
Día Mundial de la Alimentación: Una celebración desde Cuba
por Redacción Digital
Por: Laura Melo
Hace apenas un mes, el huracán más potente que haya cruzado el Atlántico azotó la costa norte de Cuba. Aunque las pérdidas han sido notables, el país se recupera. Su resiliencia y sus fortalezas para la protección de las personas son un ejemplo para la región y el mundo, en tiempos en que son cada vez más evidentes los vínculos entre los desastres naturales, los conflictos, la migración y el repunte del hambre a nivel global.
Cuando la imagen de un huracán asoma en las pantallas de televisión en Cuba, da lo mismo que no lo hayamos vivido nunca: casi cualquier persona nacida aquí podrá describir -y lo hará- cómo se siente un viento de doscientos kilómetros por hora en una isla del Caribe. Sobre todo, en una ciudad costera.
El pueblo cubano conoce de memoria los nombres de los meteorólogos y nadie tiene que explicarles demasiado cómo luce una zona de bajas presiones en una imagen satelital. Y así de “familiares” les son, también, sus implicaciones: las pérdidas económicas millonarias por ciclones tropicales y huracanes tienen severas consecuencias también para las economías en los hogares.
Este panorama se repite en todos los pequeños estados insulares del Caribe y en sus costas centroamericanas, vulnera sus sistemas alimentarios y obliga a las familias a migrar en busca de mejores condiciones de vida. Pero Cuba, aun con sus precariedades económicas, ha conseguido sostener no solo uno de los más bajos índices de pérdidas humanas, sino también, uno de los sistemas de alerta temprana más eficientes de la región.
Para quienes están “de paso” por Cuba o no conozcan demasiado sobre el país, esta capacidad pudiera ser una gran interrogante: ¿cómo es posible que la mayor isla de las Antillas tenga el menor índice de vidas humanas perdidas tras huracanes?, ¿cómo es posible que ninguna persona quede sin techo seguro, alimento, agua potable o acceso a servicios médicos?
El Programa Mundial de Alimentos (PMA) conoce las razones que explican esta fortaleza de Cuba, y ha concentrado su acompañamiento en apoyar una de ellas: los programas nacionales de protección social, incluyendo aquellos basados en alimentos, se hallan entre los más eficientes de la región y garantizan la estabilidad de la alimentación de las personas más vulnerables tanto en situaciones normales como de desastres.
Los niños, las embarazadas y lactantes, y personas adultas mayores, acceden a una alimentación segura en círculos infantiles, escuelas, hogares maternos y de ancianos, o en los sistemas de atención a la familia. En tiempos de huracanes o sequías, donde la disponibilidad de alimentos es baja, esa alimentación estable evita el deterioro de su estado nutricional.
Desde 1963, el PMA ha servido a esas poblaciones en más de 20 operaciones, con un valor de más de 33 millones de dólares. Tras el paso del huracán Irma, en septiembre de este año, nuestro complemento a la respuesta gubernamental ya beneficia a unas 600 mil personas en municipios del centro del país.
Nuestro alimento complementa las necesidades alimentarias de quienes han perdido todo o gran parte de lo que tienen -desde sus viviendas hasta sus fotos de familia o sus objetos personales-, y muchas veces, sus cultivos, sus medios de trabajo, su ganado… todo lo que les habría servido para empezar otra vez.
Este 16 de octubre, Día Mundial de la Alimentación, ha transcurrido poco más de un mes desde el paso devastador del huracán Irma por Cuba y un año del huracán Matthew por Guantánamo. El país se recupera, pero las consecuencias a mediano y largo plazos son un gran desafío y posterganlas oportunidades para un crecimiento económico visible en los ingresos familiares.
Pero hay prioridades que los vientos de huracanes no desplazan en este país: para su gente y su gobierno, que nadie quede detrás; para el Programa Mundial de Alimentos, que esos esfuerzos tengan un acompañamiento -el mejor posible. Es el desvelo compartido que hoy, Día Mundial de la Alimentación, queremos celebrar en Cuba.
Hace justamente un año, las personas afectadas por el huracán Matthew en Guantánamo recibieron también el apoyo con alimentos, tanto del gobierno cubano como del PMA. Foto: PMA.
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