domingo, 22 de octubre de 2017

Angélica Paredes Cuba-EE.UU: ¿Por qué el bloqueo no es “embargo”?

Cuba-EE.UU: ¿Por qué el bloqueo no es “embargo”?
Por: Angélica Paredes López, de Noticiero Nacional de Radio

Bloqueo significa cortar, cerrar, incomunicar con el exterior para lograr la rendición del sitiado por la fuerza o por el hambre. Es un principio aceptado en el derecho internacional que: "el bloqueo es un acto de guerra". 

Tal como lo define el Derecho Internacional y la propia legislación norteamericana el “embargo” consiste en una orden o proclama, emitida por un Estado en tiempo de guerra, en virtud de la cual son colocados los buques mercantes extranjeros y sus cargamentos, y excepcionalmente otras propiedades extranjeras, bajo el control del Estado, sin destinarlos a ningún uso en su provecho.

Entonces, el bloqueo es una guerra económica, comercial y financiera que Estados Unidos impone a Cuba desde hace más de medio siglo, pese al rechazo casi unánime de la comunidad internacional y sus exigencias de levantarlo.

Se trata de un entramado de leyes y acciones de un marcado carácter extraterritorial, que se sustentan en el propósito de rendir por hambre a un país para destruir el sistema político y socio-económico escogido por la inmensa mayoría de sus ciudadanos.

Bloqueo significa cortar, cerrar, incomunicar con el exterior para lograr la rendición del sitiado por la fuerza o por el hambre. Es un principio aceptado en el derecho internacional que: "el bloqueo es un acto de guerra".



Si bien formalmente el bloqueo total contra Cuba se implanta por parte de los Estados Unidos el 7 de febrero de 1962; ya desde 1959 ese país venía aplicando políticas de bloqueo contra Cuba, dirigidas esencialmente a socavar puntos vitales de la defensa y la economía cubanas, tales como: la supresión de la cuota azucarera, principal y casi el único soporte de la economía y finanzas de la isla ,y el no suministro y refinación de petróleo por parte de las empresas petroleras norteamericanas que monopolizaban la actividad energética.

Paralizar al país, ese era el propósito que no lograron, así como también un solapado boicot a cualquier compra de piezas de repuesto para la industria cubana, toda ella de factura norteamericana.

Siendo infructuoso el bloqueo parcial para doblegar al pueblo de Cuba, el entonces Presidente de los Estados Unidos, J. F. Kennedy, cumpliendo el mandato que le había encomendado el Congreso de los Estados Unidos, mediante la Sección 620a de la Ley de Ayuda Extranjera, de septiembre de 1961, declara el bloqueo total contra Cuba a partir de las 12.01 AM del 7 de febrero de 1962. La orden presidencial la había firmado el día 3 de febrero.

Y ya han pasado más de cinco décadas. Soy parte de una generación que ha vivido todos sus años bajo las secuelas negativas del bloqueo. Siete de cada diez cubanos hemos visto marcado cada día de nuestra existencia por los enormes daños de esa cruel política estadounidense.

El próximo primero de noviembre, otra vez la Asamblea General de las Naciones Unidas someterá a consideración un proyecto de resolución que exige el levantamiento de esta guerra económica.

Pero mucho más allá de lo que ocurra en el plenario de la Asamblea General, lo más significativo seguirá siendo el abrumador respaldo con el que cuenta Cuba en la comunidad internacional, incluyendo la sociedad norteamericana, que exige el cese total del bloqueo económico, comercial y financiero.



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