jueves, 18 de abril de 2019

Estados Unidos: La nueva doctrina “El Garrote de Monroe” (XXX). Los imperios pasan. Cuba: una piedra en el zapato del imperialismo yankee. Relaciones bilaterales Cuba-EE.UU.

Estados Unidos: La nueva doctrina “El Garrote de Monroe” (XXX). Los imperios pasan. Cuba: una piedra en el zapato del imperialismo yankee. Relaciones bilaterales Cuba-EE.UU.
Por Orestes Martí

 El tema de las relaciones bilaterales Cuba-EE.UU. tiene contenido suficiente para elaborar un tratado y obviamente, no es el objetivo de este modesto trabajo. Por ello hemos decidido tomar algunos datos, cifras y fragmentos del discurso pronunciado por Raúl Castro Ruz, en el acto central en conmemoración del aniversario 60 del triunfo de la Revolución, -Santiago de Cuba, 1ro. de enero de 2019-, que estamos convencidos reflejan bastante bien su "histórico comportamiento", su situación  concreta -en el aquel momento- y lo que pudiera esperarse en los posibles nuevos escenarios.

"Parece increíble que el destino nos haya reservado el privilegio de poder dirigirnos a nuestros compatriotas un día como hoy, al conmemorar seis décadas del triunfo, ocasión en que, bajo el mando de Fidel, por primera vez el pueblo cubano alcanzó el poder político y los mambises sí pudieron entrar victoriosos a Santiago de Cuba, coincidentemente 60 años después de que se instaurara el dominio absoluto del imperialismo norteamericano sobre Cuba.

La Revolución revivió, en 1895, gracias al genio y la capacidad de Martí para aglutinar a los mejores y más experimentados jefes de la contienda de los 10 años y preparar la «guerra necesaria» contra el colonialismo español. Cuando el ejército colonial estaba prácticamente derrotado, con escasa moral combativa, asediado por los mambises en casi toda la isla y mermado por las enfermedades tropicales, que, en 1897, por solo citar un ejemplo, provocaron 201 000 bajas entre sus efectivos; la victoria fue usurpada con la intervención norteamericana y la ocupación militar del país, lo que dio paso a un largo período de opresión y gobiernos corruptos y serviles a sus designios hegemónicos.

Ya el 8 de enero de 1959, a su llegada a La Habana, el Jefe de la Revolución expresaba, (cito): «La tiranía ha sido derrocada, la alegría es inmensa y sin embargo queda mucho por hacer todavía. No nos engañamos creyendo que en lo adelante todo será fácil, quizás en lo adelante todo sea más difícil». (Fin de la cita). Las premonitorias palabras de Fidel no tardaron en hacerse realidad. Se iniciaba una etapa de luchas que estremeció los cimientos de la sociedad cubana. El 17 de mayo, a escasos cuatro meses y medio del triunfo, en la Comandancia de la Plata, en el corazón de la Sierra Maestra, se promulgó la primera Ley de Reforma Agraria en cumplimiento del Programa del Moncada, hecho que afectó a los poderosos intereses económicos de los monopolios norteamericanos y la burguesía criolla, que redoblaron las conspiraciones contra el proceso revolucionario.

La naciente Revolución se vio sometida a todo tipo de agresiones y amenazas, como el accionar de bandas armadas y financiadas por el Gobierno norteamericano, los planes de atentado contra Fidel y otros dirigentes, el asesinato de jóvenes alfabetizadores, muchos de ellos todavía adolescentes; el sabotaje y el terrorismo en todo el país con el terrible saldo de 3.478 muertos y 2.099 incapacitados; el bloqueo económico, comercial y financiero y otras acciones políticas y diplomáticas con el fin de aislarnos; las campañas de mentiras para denigrar a la Revolución y a sus líderes; la invasión mercenaria por Playa Girón en abril de 1961; la Crisis de Octubre en 1962 cuando en Estados Unidos se preparaba la invasión militar a Cuba y una interminable lista de hechos hostiles contra nuestra patria.

Nadie puede negar que la Revolución que nacía aquel Primero de Enero no ha tenido, a lo largo de 60 años, un minuto de sosiego, ya vamos por 12 administraciones norteamericanas que no han cejado en el empeño de forzar un cambio de régimen en Cuba utilizando una u otra vía, con mayor o menor agresividad.

Ahora nuevamente el Gobierno norteamericano parece tomar el rumbo de la confrontación con Cuba y de presentar a nuestro país, pacífico y solidario, como una amenaza para la región. Apela a la tenebrosa Doctrina Monroe para intentar retrotraer la historia a la época vergonzosa en que gobiernos sometidos y dictaduras militares se sumaron al aislamiento de Cuba.

De manera creciente altos funcionarios de la actual administración, con la complicidad de algunos lacayos, difunden nuevas falsedades y otra vez pretenden culpar a Cuba de todos los males de la región, como si estos no fueran consecuencia de despiadadas políticas neoliberales que provocan la pobreza, el hambre, la desigualdad, el crimen organizado, el narcotráfico, la corrupción política, el abuso y la privación de derechos a los trabajadores, los desplazados, el desalojo de campesinos, la represión de los estudiantes y precarias condiciones de salud, educación y vivienda para las grandes mayorías. Son los mismos que declaran la intención de continuar forzando el deterioro de las relaciones bilaterales y promueven nuevas medidas de bloqueo económico, comercial y financiero para restringir el desempeño de la economía nacional, provocar limitaciones adicionales en el consumo y bienestar del pueblo, obstaculizar aún más el comercio exterior y frenar el flujo de la inversión extranjera. Dicen estar dispuestos a desafiar el Derecho Internacional, contravenir las reglas del comercio y las relaciones económicas internacionales y aplicar más agresivamente medidas y leyes de carácter extraterritorial contra la soberanía de otros Estados.

Reitero nuestra disposición a convivir civilizadamente, pese a las diferencias, en una relación de paz, respeto y beneficio mutuo con los Estados Unidos. También hemos señalado con toda claridad que los cubanos estamos preparados para resistir un escenario de confrontación, que no deseamos, y esperamos que las mentes más equilibradas en el Gobierno norteamericano lo puedan evitar.

Hace pocas semanas retornaron dignamente, con el reconocimiento y el cariño de millones de pacientes, sobre todo de zonas rurales y poblaciones indígenas, miles de médicos cubanos que prestaron servicios en Brasil, a quienes el nuevo Presidente calumnió y repudió en el propósito de destruir ese programa social y con ello cumplir las orientaciones de la ultraderecha en la Florida, que ha secuestrado la política de los Estados Unidos hacia Cuba para beneplácito de las fuerzas más reaccionarias del actual Gobierno norteamericano.

A 60 años del triunfo podemos afirmar que estamos curados de espanto, no nos intimidan el lenguaje de fuerza ni las amenazas, no nos intimidaron cuando el proceso revolucionario no estaba consolidado, no lo lograrán ni remotamente ahora que la unidad del pueblo es una indestructible realidad, pues si ayer éramos unos pocos, hoy somos todo un pueblo defendiendo su Revolución. El pasado 26 de julio, aquí en Santiago, expliqué que se había conformado un escenario adverso y nuevamente resurgía la euforia en los enemigos y el apuro por materializar los sueños de destruir el ejemplo de Cuba. Igualmente señalé la convicción de que se estrechaba el cerco imperial en torno a Venezuela, Nicaragua y nuestro país. Los hechos han confirmado esa apreciación.
Luego de casi una década de poner en práctica los métodos de guerra no convencional para impedir la continuidad o frenar el regreso de gobiernos progresistas, los círculos del poder en Washington patrocinaron golpes de Estado, primero uno militar para derrocar en Honduras al presidente Zelaya y más adelante acudieron a los golpes parlamentario-judiciales contra Lugo en Paraguay y Dilma Rousseff en Brasil. Promovieron procesos judiciales amañados y motivados políticamente, así como campañas de manipulación y descrédito contra dirigentes y organizaciones de izquierda, haciendo uso del control monopólico sobre los medios de difusión masiva. Quienes se ilusionan con la restauración del dominio imperialista en nuestra región deberían comprender que América Latina y el Caribe han cambiado y el mundo también. La autoridad política y moral de Cuba está cimentada en la historia, la conducta y el respaldo unido, consciente y organizado del pueblo.

Frente a la Doctrina Monroe, habrá que aplicar y defender, por el bien de todos, los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, firmada en La Habana por los Jefes de Estado y Gobierno, que ahora algunos aliados de los Estados Unidos pretenden ignorar.

Para nosotros, en la compleja coyuntura internacional, preservan total vigencia las palabras del líder histórico de la Revolución Cubana al presentar su informe central al Primer Congreso del Partido, en 1975, cuando expresó: «Mientras exista el imperialismo, el Partido, el Estado y el pueblo, les prestarán a los servicios de la defensa la máxima atención. La guardia revolucionaria no se descuidará jamás. La historia enseña con demasiada elocuencia que los que olvidan este principio no sobreviven al error». (Fin de la cita). En correspondencia con ello, continuaremos priorizando las tareas de preparación para la defensa, en todos los niveles, en interés de salvaguardar la independencia, la integridad territorial, la soberanía y la paz, partiendo de la concepción estratégica de la Guerra de Todo el Pueblo, como se recoge en la recién aprobada Constitución de la República.

Es nuestro deber prepararnos meticulosamente con anticipación para todos los escenarios, incluyendo los peores, no solo en el plano militar, de modo que no dejemos espacio al desconcierto y la improvisación que florece en los de escasa voluntad a la hora de actuar, sino que con el optimismo y la confianza en la victoria que nos legó Fidel y en estrecho vínculo con el pueblo sepamos encontrar la mejor solución a cualquier desafío que se presente.

Precisamente un reto que enfrentaremos en el año que hoy comienza, es la situación de la economía, agobiada por las tensiones en las finanzas externas a causa de las afectaciones en los ingresos de las exportaciones y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano y sus efectos extraterritoriales.

Como expresó nuestro Ministro de Economía y Planificación en el último período de sesiones de la Asamblea Nacional, el costo para Cuba de esta arbitraria medida, calculado según la metodología aprobada internacionalmente, ascendió el pasado año a 4 321 millones de dólares, lo que equivale a casi 12 millones de daños cada día, dato que pasan por alto los analistas que suelen cuestionar el desempeño de la economía nacional. Es nuestro deber prepararnos meticulosamente con anticipación para todos los escenarios, incluyendo los peores, no solo en el plano militar, de modo que no dejemos espacio al desconcierto y la improvisación que florece en los de escasa voluntad a la hora de actuar, sino que con el optimismo y la confianza en la victoria que nos legó Fidel y en estrecho vínculo con el pueblo sepamos encontrar la mejor solución a cualquier desafío que se presente.

Precisamente un reto que enfrentaremos en el año que hoy comienza, es la situación de la economía, agobiada por las tensiones en las finanzas externas a causa de las afectaciones en los ingresos de las exportaciones y el recrudecimiento del bloqueo norteamericano y sus efectos extraterritoriales.

Como expresó nuestro Ministro de Economía y Planificación en el último período de sesiones de la Asamblea Nacional, el costo para Cuba de esta arbitraria medida, calculado según la metodología aprobada internacionalmente, ascendió el pasado año a 4 321 millones de dólares, lo que equivale a casi 12 millones de daños cada día, dato que pasan por alto los analistas que suelen cuestionar el desempeño de la economía nacional."
Un día como hoy 18 de abril
Acontecimientos
Históricos.
1815: En El Cerro (La Habana) la sociedad asturiana coloca la primera piedra del edificio destinado a la Quinta Covadonga. Se inaugurará el 18 de abril de 1897. Tras la Revolución cubana será renombrado Hospital Salvador Allende.
1874: En Camagüey, los soldados de Miguel Maceo Grajales destruyen el poblado de Cascorro.
1906: En Manzanillo (Cuba), Agustín Martín Veloz funda el Partido Socialista de Manzanillo.
1960: En Cuba se realiza el primer censo laboral.
1961: En la zona del Central Australia, fuerzas patriotas derriban un avión estadounidense de guerra, lo que demuestra la participación de Estados Unidos en la agresión contra Cuba. En Playa Larga, el ejército cubano combate fuertemente contra los mercenarios. Los tanques cubanos penetran en la zona ocupada por el enemigo.
1970: En La Habana se culmina el proyecto de la primera minicomputadora cubana CID 201 B.
1985: En La Habana, la Comisión de Oxígeno Hiperbárico (del Ministerio de Salud Pública) da a conocer el nuevo método terapéutico, en el cual se aplica a los pacientes oxígeno a presión superior a la atmosférica.
2004: En el Coliseo de la Ciudad Deportiva (La Habana) se inaugura la II Olimpiada del Deporte Cubano, las palabras centrales fueron pronunciadas por Fidel Castro.
Nacimientos
1480: Lucrecia Borgia, hija del papa Alejandro VI y emblema de la familia Borgia (f. 1519).
1772: David Ricardo, economista británico (f. 1823).
1797: Adolphe Thiers, historiador y político francés (f. 1877).
1819: Carlos Manuel de Céspedes, militar y líder independentista cubano.
1878: Emilio del Real y Tejera, abogado y esgrimista cubano.
1907: Raúl Roa, diplomático cubano, el «Canciller de la Dignidad».
Fallecimientos
1964: Hermes Peña Torres, militar cubano (n. 1938).
1965: César Escalante Dellundé, dirigente comunista cubano, jefe de la comisión de orientación revolucionaria de la dirección nacional del PURSC.

de 1959
de 1961
de 1965
de 1986
de 1992
de 1996

Medalla conmemorativa del Partido Comunista de Checoslovaquia
de 2004
de 2010
de 2011
de 2016

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