Estados Unidos: La nueva doctrina “El Garrote de Monroe” (XIX). Mensajería con palomas.. y algo más. Por Orestes Martí
Como ya hemos señalado, en un Ciber TOM la cuestión de la comunicación presentará dos importantísimos problemas y éstos dependerán de una serie de variantes, entre ellas la ausencia o existencia de energía. En tales circunstancias hay también algunas experiencias que pudieran resultar altamente útiles.
Vamos a brindar a continuación interesantes datos sobre el posible empleo de palomas mensajeras. Transcribimos: La paloma mensajera, cuando la comunicación dependía de un animal Iván Linares Fecha de publicación 28/06/2016
Aunque la mensajería instantánea sea reciente, la mensajería como tal lleva siglos entre nosotros. ¿Sabes cómo se comunicaban mediante paloma mensajera?
A menudo no caemos en la cuenta de la complejidad del mundo que habitamos. La tecnología avanza a niveles de casi ciencia ficción, lo que hoy nos parece natural no lo hubieran ni soñado hace 50 años y si fuéramos capaces de viajar con la máquina del tiempo de Wells a épocas pretéritas nos toparíamos de lleno con una existencia limitada a las horas de sol. Y algo que usamos a diario, como la mensajería, apenas existiría en ese viaje. Apenas, sí, que antes se comunicaban con palomas mensajeras.
Puede parecer absurdo trazar la evolución de la mensajería instantánea empezando por las palomas, pero ellas fueron las verdaderas precursoras del WhatsApp o Telegram modernos. En un tiempo donde resultaba imposible comunicarse si había grandes distancias de por medio, la llegada de una paloma con su mensaje podía suponer la diferencia entre la vida y la muerte. Tal que así, la Historia está plagada de anécdotas similares.
¿Cómo se envían mensajes utilizando una paloma? Lo hemos visto en multitud de películas o leído en libros: se coloca el mensaje en la paloma y, una vez puesta en libertad, el ave recorre la distancia hasta el destinatario para transmitirle las noticias. Parece sencillo, pero esta técnica requiere aprendizaje y dedicación.
La cría y adiestramiento de palomas mensajeras (colombofilia) era algo habitual en la época romana y griega (incluso antes, existen grabados mesopotámicos que ya muestran el uso de palomas). Se utilizaban en todo tipo de comunicaciones, especialmente las militares: dicho uso siguió manteniéndose hasta la segunda guerra mundial. Y colaboraron en más de una victoria, como la que emula la película Valiant sobre la paloma Gustav (no me pude resistir a colocar la foto de portada). Gustav llevó a Reino Unido las primeras noticias del desembarco de Normandía. Y fue condecorado por ello.
La paloma mensajera es capaz de surcar el aire y recorrer la distancia a destino llevando un mensaje o algún pequeño bulto. El proceso es el que sigue:
Los colombófilos (expertos en palomas mensajeras o palomas bravías) poseen palomares donde se dedican a la cría de ejemplares. La mensajera es un tipo de paloma caracterizada por su resistencia, musculatura y aerodinámica. Existen más de 150 variedades de palomas, todas derivadas de la paloma salvaje (Columba Livia).
La paloma en estado natural no se aleja de su nido. Pero, entrenada, es capaz de volver a dicho nido (palomar) desde cualquier punto situado a un máximo de 700 kilómetros (pueden recorrer más, pero es un riesgo para el ave).
Para entrenarla, el colombófilo va soltando la paloma cada día un poco más lejos hasta que está preparada para recorrer la distancia necesaria.
Una vez entrenada, la paloma mensajera puede trasladarse a cualquier parte en una jaula con la posibilidad de enviar una comunicación cuando se necesite.
Como siempre volverá a su palomar, basta con atarle un mensaje y dejarla libre.
La mensajería con paloma es unidireccional y siempre en un sentido: hacia el palomar; de ahí que antiguamente se construyesen palomares en los cuarteles militares y otras instituciones necesitadas de información rápida.
Aunque la paloma siempre vuelve al nido, donde tiene cobijo y alimento, puede entrenarse para que su comida se encuentre en un punto distinto disponiendo así de otra zona de entrega de mensajes. De esta manera puede establecerse una línea postal (distancia máxima de unos 160 kilómetros) con una media de dos viajes de ida y vuelta por día y paloma.
Las palomas mensajeras pueden volar a un máximo de 90 km/h, poseen un sistema de orientación innato, son capaces de recorrer 700 kilómetros en menos de un día y resisten las inclemencias del tiempo. Por desgracia, las aves de rapiña pueden cortar la comunicación (lo que en informática se llama un firewall).
¿Cómo se orientan las palomas mensajeras para volver a su palomar?
Las palomas mensajeras son capaces de recorrer largas distancias sabiendo en todo momento cómo volver a su palomar. No tienen por qué conocer el sitio donde se sueltan. De hecho, dicho sitio puede encontrarse a cientos de kilómetros: el ave retornará donde creció y se alimenta haciendo uso de sus propias capacidades.
Ni siquiera hoy día se sabe con certeza cómo puede orientarse a lo largo del vuelo. Tras muchos estudios, no hay resultados concluyentes en favor de un mecanismo innato en el ave, aunque sí se conoce que utiliza todos sus sentidos para conseguir la proeza. La paloma mensajera es capaz de guiarse gracias al magnetismo de la Tierra, percibe los cambios de luz en toda la superficie del planeta y los compara con la iluminación según la longitud y latitud de su palomar, utiliza el olfato para percibir olores conocidos durante el vuelo y es capaz de distinguir el entorno de su lugar de origen en varios kilómetros a la redonda.
Durante el crecimiento de la paloma mensajera y posterior entrenamiento, el colombófilo debe dejar que la paloma haga un mapa visual de su entorno desde que es un pichón. Antes de que sepa volar la cría ya reconoce los edificios y construcciones cercanos al nido gracias a que su cuidador la dejará en lo alto del palomar para distinguir el terreno. Y conforme estrene sus alas el mapa se ampliará: primero mediante vuelos cercanos para luego extender el radio de movimiento.
Hitos en la historia utilizando palomas mensajeras
La historia de Gustav, la paloma mensajera británica de la Segunda Guerra Mundial, es sólo una anécdota de las decenas de miles que existen a lo largo de la Historia. La colombofilia lleva perfeccionándose desde la antigüedad como medio rápido de comunicación, especialmente en conflictos bélicos dadas las capacidades de las palomas mensajeras para recorrer grandes distancias sin ser interceptadas. Aunque siguen utilizándose hoy día como deporte, su uso dejó de tener sentido con las comunicaciones modernas.
En tiempos de los griegos, se utilizaban palomas mensajeras para transmitir los ganadores de los juegos olímpicos.
Aníbal y Gengis Kan utilizaban estas aves para comunicarse con sus ejércitos (año 200 antes de Cristo y 1200 después de Cristo, respectivamente).
En el año 1167 existía un servicio postal entre las ciudades de Siria y Bagdag.
La famosa agencia de noticias Reuters, fundada por Paul Reuter, utilizaba palomas mensajeras para comunicar las noticias entre Bruselas y Aachen, lugar donde se estableció la terminal de telégrafos.
Cher Ami, una paloma francesa, fue protagonista de la Primera Guerra Mundial tras llevar 12 importantes mensajes militares. Fue condecorada con la "Croix de guerre".
En 1981 dos hospitales de Normandía, separados por una distancia de 30 kilómetros, vieron en las palomas mensajeras una manera perfecta de transportar muestras sanguíneas de manera rápida y eficaz. Uno de los últimos usos oficiales de la mensajería con paloma fue el de la comunicación de desastres en la India. Odisha, de la parte oriental de la India, clausuró el servicio en marzo de 2002.
El 1 de abril se 1990 se creó el protocolo de red por palomas mensajeras. Fruto de una broma del April's Fools Day, trató de equipararse el tráfico por IP a paquetes de datos enviados con palomas. Técnicamente, el protocolo de red por palomas mensajeras es 5 trillones de veces más lento que utilizar una conexión de fibra para enviar el mismo paquete de datos (64 bytes).
Actualmente, la colombofilia se restringe a la actividad deportiva. Existen distintos tipos de pruebas donde participan las palomas, distinguiéndose principalmente por las distancias a recorrer: Velocidad: hasta 300 km. Medio fondo: más de 300 y menos de 500 km. Fondo: más de 500 y menos de 700 km. Gran fondo: más de 700 km.
Herederos de las palomas mensajeras: desde el telégrafo a WhatsApp
Los métodos mecánicos de comunicación poco tenían que hacer cuando se popularizaron los radioeléctricos, por lo que nuestras palomas mensajeras acabaron en desuso debido a las limitaciones lógicas de estos animales. Varios fueron los sistemas de comunicación que se pusieron en marcha a partir del siglo XVII, despuntando en el XIX con el telégrafo y la invención del teléfono. El telégrafo óptico es uno de los más antiguos (inventado por Robert Hooke en el siglo XVII, aunque puesto en marcha un siglo después). El sistema se aprovechaba de distintas torres colocadas estratégicamente en línea y a una distancia visual suficiente para que, mediante el uso de señales establecidas por los operadores, pudiera transmitirse el mensaje de un extremo al otro de la línea a fuerza de repetirlo de torre a torre. Francia tuvo las primeras líneas de telégrafos ópticos. Y ejercieron un papel clave durante la Revolución Francesa transmitiendo los importantes mensajes.
Comunicarse con torres operadas manualmente supuso un avance enorme en comunicación, pero no sería nada comparado con el telégrafo eléctrico. El sistema de funcionamiento, a grandes rasgos, es el de transmitir impulsos eléctricos de un extremo a otro de la línea telegráfica formada por un tendido de alambre o cable. El sistema de transmisión es binario: encendido pasa la corriente; apagado la corriente se corta. De esta manera se puede transmitir un mensaje inmediato salvando largas distancias utilizando códigos tan conocidos como el Morse.
Con la evolución del telégrafo eléctrico durante el siglo XIX, donde no existió un estándar ni en transmisión ni en la tecnología empleada, llegó a finales de ese siglo el teléfono, también cargado de polémica. Alexander Graham Bell popularizó la comunicación telefónica aunque no inventó en realidad el sistema: el inventor reconocido es Antonio Meucci, ingeniero italiano. Podéis leer más sobre la historia del teléfono en este artículo que le dedicamos en su momento. El siguiente gran salto se daría a mediados del siglo XX con las comunicaciones de datos utilizando las redes informáticas. Cables submarinos comunicando los distintos países, satélites capaces de transmitir paquetes de datos de manera inalámbrica salvando enormes distancias, módems y protocolos de interconexión entre computadoras y la invención de ARPANET, antecesora de Internet.
En 1958 se creó la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada (ARPA por sus sigla en inglés) con la idea de desarrollar ideas científicas y tecnológicas para ser aplicadas dentro de los márgenes militares. Uno de los campos donde se centró fue en las comunicaciones, desarrollando un plan de interconexión de universidades y centros de investigación que culminó en 1969 con ARPANET. En 1971 existían 23 puntos conectados; entre 1974 y 1982 se desarrollaron otras redes de comunicación, como TELENET (red comercial de ARPANET, 1974) o USENET (sistema abierto de correo, 1979). ARPANET adoptó el protocolo TCP/IP en 1982 creándose la International Net (Internet para los amigos).
Google y su problema con la mensajería instantánea
Los correos electrónicos pasaron a ser una herramienta común de comunicación que solventaba la necesidad de inmediatez y de extensión (la pobre paloma mensajera apenas podía transmitir más que unas líneas de texto). También otros protocolos surgieron para hacer frente a la necesidad de comunicación inmediata, como el IRC (1988) o XMPP (Jabber en sus inicios, liberado en mayo de 2000 por Jeremie Miller, su creador). XMPP es un protocolo de mensajería abierto que adoptaría Google con su Talk Messenger, Facebook para su Messenger y, también, el propio WhatsApp.
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