Estados Unidos: La nueva doctrina "El Garrote de Monroe" (XLI). Más sobre la Helms Burton y las medidas de Mr. Trump y el equipo HdelaGP. Por Orestes Martí
En el libro en preparación "Estados Unidos: La nueva doctrina El Garrote de Monroe" se aborda el tema de la denominada Ley Helms-Burton (1) especialmente en el acápite "Contra Cuba: Ley Helms-Burton. Contra Venezuela: la amenaza de intervención". Sobre ello ya publicamos (2) en este mismo sitio y como parte de la información relacionada, quisiera brindar dos artículos aparecidos en el último número de "Progreso Semanal" (3) que se edita en los Estados Unidos de América: uno firmado por Jorge Gómez Barata (4) y el otro por Aurelio Pedroso (5), ninguno de ellos requiere comentarios adicionales, por lo tanto, transcribo:
Cuba: retroceder no es la opción Por Jorge Gómez Barata
LA HABANA. Aprovechando las oportunidades creadas por la administración de Barack Obama, que realizó una lectura realista del fracaso de las políticas estadounidenses hacia Cuba y la presión ejercida sobre Estados Unidos por los gobiernos latinoamericanos progresistas y de izquierda, el entonces presidente Raúl Castro, a la vez que auspiciaba reformas internas, negoció el restablecimiento de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos. Se trató de una combinación ganadora que dio inicio a la normalización de los vínculos estatales y sociales entre ambos países.
El restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos en 2014 no resolvió ninguno de los problemas bilaterales, pero creó premisas para solucionarlos todos, entre otras cosas, porque significó el reconocimiento por Estados Unidos del régimen social imperante en la Isla y conllevó al trato respetuoso al liderazgo cubano, entonces encabezado por Fidel y Raúl Castro.
La estrategia resultó eficaz porque era compatible con el pensamiento del presidente Obama que, por sus propias razones, consideraba al bloqueo como fallido, incluso inconveniente para Estados Unidos, que tratando de aislar a Cuba se bloqueaba a sí mismo.
De ese modo, Cuba disfrutó de una breve oportunidad de sumarse al dúo de países formado por China y Vietnam que, sin renunciar al socialismo han logrado integrarse en la economía global, relacionarse ventajosamente con occidente, incluso asociarse económica y comercialmente con el capital privado y el gobierno de Estados Unidos. La derrota de Hillary Clinton, que en algunos sentidos parecía ser un "tercer período" de Obama, frustró esa positiva tendencia.
Como parte de aquel proceso emergió la cuestión de las reclamaciones de Estados Unidos por la expropiación de empresas que fueron propiedad de ciudadanos y firmas estadounidenses en Cuba en los años sesenta, obligación prevista en las propias leyes de nacionalización y reconocida por el gobierno cubano. En ese contexto, de modo oficial los representantes cubanos reivindicaron la indemnización por los daños ocasionados por el bloqueo y aunque no se conoce de avances sustantivos, la cuestión no se dramatizó.
Al clima de distensión bilateral contribuyó la práctica seguida por los presidentes Clinton, Bush y Obama de no aplicar el Título III de la Ley Helms-Burton, lo cual, de alguna manera, convirtió en potencialmente viable una negociación que, aunque difícil, pudo conducir a resultados que hubieran removido o reducido a sus aspectos técnicos y jurídicos un asunto que junto al bloqueo y a la existencia de la base naval de Guantánamo, obstaculizan, aunque sin impedirla, la normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
No obstante, las tensiones provocadas por la entronización del Título III de la Ley Helms-Burton, a lo cual se añade una absurda y agresiva retórica que culpa y amenaza a Cuba por el proceso político en Venezuela, el hecho da lugar a nuevas miradas sobre cuestiones que existen y, al margen de manipulaciones políticas, forman parte de una agenda bilateral que puede ser abordada, y puede contribuir a dar nuevos pasos en dirección de la distensión.
Desde luego que en este terreno la actual administración de Estados Unidos no tomará iniciativa alguna, sino que tratará de enconar el asunto presentándolo como resultado de la mala voluntad de Cuba, que pudiera responder al agravio con actitudes propositivas en la dirección de buscar una solución negociada.
No se trata de hacer concesiones, sino de exorcizar demonios, buscar fórmulas no confrontacionales, separar los problemas objetivos de las tensiones coyunturales y colocar a los provocadores ante sus inconsecuencias. Negociar el modo de honrar una obligación conscientemente asumida, no es abdicar sino avanzar.
El Título III de la ley Helms-Burton III no es la solución final sino la confesión de que a la tríada formada por Pompeo, Marcos Rubio y John Bolton le sobran prejuicios y le falta talento negociador y sensibilidad política. Al convertir nuevamente la política hacia Cuba en rehén de la contrarrevolución, Estados Unidos regresa a los años sesenta. Quien no puede hacerlo es Cuba, para la cual, retroceder no es la opción.La última barbaridad de míster Trump LA HABANA. Seré breve, señor presidente de la gran nación. Ya no albergo la menor duda que sus díscolas intenciones para con las autoridades civiles y militares de mi país también alcanzan a joderle el día a día a la gente simple en Cuba y a sus familiares en Estados Unidos.
Acabo de regresar de la internacional DHL con el propósito de enviarle a un familiar un certifico de notas, y la empleada, de saque, me informó que tal acto sería “a cuenta y riesgo”, que la empresa no podía asumir responsabilidad alguna.
Dispuesto a montarle la bronca a alguien de mayor responsabilidad que una simple receptora de documentos, una autoridad de la agencia me recibe e informa con lujo de detalles como pocas veces suelen hacerlo los funcionarios de la Isla.
Por el aquello de esa controvertida lista de países terroristas, cualquier bulto postal que llegue a territorio norteamericano, de inmediato va de cabeza a una central habilitada en Cincinnati, en Ohio, donde será examinado minuciosamente en una cuarentena de entre 10, 15 o más días.
Bien caros y casi inaccesibles los servicios de DHL para que entonces un documento de esta naturaleza vaya directo a un incinerador. Y lo peor, sin que respondan a la parte cubana sobre el destino del mismo.
Pocos son los cubanos que osan jugar con tales cartas, pero siempre hay una salida, y nunca mejor dicho. Para allá, una parienta parte en breve y se llevará consigo el documento. Por simple envío, no tardará 48 horas en llegar a su destino.
A su “cuenta y riesgo”, señor Presidente, estarán estas y otras medidas ya conocidas contra el pueblo cubano, de los que viven aquí y también de los que viven allá, que por seguro no votarán por usted.
Finalmente, no se crea único protagonista de tal disgusto. Por este lado, y según información de los propios empleados, algunos países le han propuesto a Cuba mejorar el tema, con más vehículos, uniformes y otros beneficios, pero quienes deben asumir no acaban de tomar una decisión.
Nada, que los palos son de ambas partes y el perjudicado, ese de a pie.Notas:
(1) ECURED https://www.ecured.cu/Ley_Helms-Burton
(2) "Contra Cuba: Ley Helms-Burton. Contra Venezuela: la amenaza de intervención" https://medium.com/@robertodominguez_64426/estados-unidos-la-nueva-doctrina-el-garrote-de-monroe-xxxv-5059fe730e5e
(3) Progreso Semanal https://progresosemanal.us/
(4) Cuba: retroceder no es la opción https://progresosemanal.us/20190502/cuba-retroceder-no-es-la-opcion/
(5) La última barbaridad de míster Trump https://progresosemanal.us/20190502/la-ultima-barbaridad-de-mister-trump/
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